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UNAM: uno por ciento de maestros recibe los mejores salarios, ¿burocracia dorada?

Revela estudio que un grupo de 415 académicos concentran el mayor gasto salarial frente al de 13 mil 232 profesores que menos ganan

Profesores de la UNAM: El 1% rico, el resto en la miseria
Profesores de la UNAM: El 1% rico, el resto en la miseriaCréditos: Especial
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La conocida como la Máxima Casa de Estudios en México, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), opera bajo un estado de excepción en el que, contrario a lo establecido en sus estatutos, la mayoría de su planta docente está conformada por profesores interinos, es decir, que no cuentan con estabilidad laboral y que cobran por clase impartida; lo que exacerba la desigualdad y precariedad laboral de estos en beneficio de los profesores de tiempo completo y los administrativos.

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Israel G. Solares y Héctor Vera, profesores de la UNAM, exponen la desigualdad laboral entre los profesores de la UNAM, en un artículo titulado “Precariedad laboral y desigualdad salarial entre profesores universitarios”, en el que comparan los salarios entre profesores de tiempo completo y de asignatura de la UNAM, entre profesores de asignatura de otra universidades, y el rango de desigualdad entre profesores de distintas universidades del País.

En este sentido, la UNAM se coloca como la segunda universidad con mayor desigualdad entre sus profesores de tiempo completo y sus profesores de asignatura, ya que “menos de la tercera parte del total de los profesores de la UNAM acaparan todos los recursos”. De acuerdo con el estudio, el 1% mejor pagado de la UNAM, un grupo de 415 académicos, concentran más presupuesto de la Universidad que los 13 mil 232 profesores que menos ganan.

Esta desigualdad se hace más marcada si consideramos que, de acuerdo con datos del secretario general de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, el 78.29% de las horas de clases que se imparten en la UNAM las dan profesores de asignatura, quienes “son remunerados en función del número de horas de clase que imparten”, mientras que el 72% del 1% de los profesores mejor pagados se dedican a actividades administrativas no académicas, el 25% son profesores eméritos y solo el 3% son profesores de tiempo completo, que dan clases.

En el artículo se recalca que el ingreso total de los burócratas de la UNAM: directores de escuelas, facultades, centros e institutos, secretarios y rector, entre otros, llegan a ser superiores al de secretarios de Estado en el Gobierno Federal, mientras que los profesores de asignatura, los que hacen la mayor parte de la labor docente, cuentan con bajos salarios y poca estabilidad laboral que dañan su salud física y psicológica.

Esto último porque su situación de bajos recursos se suma a jornadas de trabajo extendidas que no se acompañan de una remuneración correspondiente. Como ejemplo de ello, los investigadores señalan que “en 2019 para que un profesor de asignatura pudiese adquirir la canasta básica necesitaba haber cubierto 79 horas semanales de trabajo efectivo”.

Israel G. Solares y Héctor Vera

Comparación de la desigualdad entre profesores de la UNAM

En contraste con los profesores de asignatura, quienes tienen que laborar un número excesivo de horas para poder ganar lo sufriente para comprar la canasta básica, los profesores de tiempo completo de la UNAM, gozan de una serie de beneficios y estímulos monetarios que en el peor de los casos, incrementan sus ingresos en una tercera parte del salario registrado en las bases de transparencia de la UNAM.

Incluso, los autores señalan que en 2018, un profesor de tiempo completo podría haber percibido un salario “casi tres veces mayor a lo que indica el salario tabular”, aunque precisan que no hay datos suficientes para afirmar esto, pues reportan que “en el caso de la UNAM, su portal de transparencia sólo reporta los salarios de los funcionarios y académicos de tiempo completo”, pero “no ofrecen una imagen completa de lo que ganan”, pues dejan de lado muchos otros estímulos, incluidos algunos exentos de impuestos, los cuales únicamente se aplican a profesores de tiempo completo.

En el caso de los profesores de asignatura, el estudio señala que la UNAM no cuenta con una base de datos de estos, y peor aún, que al intentar debelar cuánto gana este grupo de profesores se encuentran con una maraña de variables que alteran la percepción de estos, haciendo casi imposible que ellos mismo sepan cuánto están cobrando.

 “A lo largo  de  un  año  se  pueden  encontrar  en  los  talones  de  pago,  en  la  sección  de  “Percepciones”, 18 rubros  distintos  (por  ejemplo:  Compensación por antigüedad docente,  Material didáctico, Ayuda para adquisición de libros, Ayuda de despensa, Apoyo para la superación académica, Estímulo asistencia docente, etc.)”, señalan los autores.

Debido a ello, los autores recalcan que “reportar ingresos a partir únicamente del salario tabular es, en el caso de la UNAM, engañoso”.

En cuestión de estímulos, el estudio señala que los destinados a profesores de tiempo completo pueden incrementar los salarios entre un 45 y un 115%. Así mismo, el estudio señala que el presupuesto de estímulos para los profesores de tiempo completo fue 8 veces mayor al presupuesto destinado al pago de estímulos a profesores de asignatura en el 2020.

Aclaran que esto se debe a que mientras que los estímulos a profesores de tiempo completo se han incrementado 55% entre el 2000 y el 2019, los de los profesores de asignatura solo se incrementaron un 5%.

Causas de la desigualdad salarial entre profesores de la UNAM

La desigualdad del salario entre los profesores de la UNAM se explica, según los autores, porque en la UNAM se ha mantenido un esquema de reducción de costos que favorece principalmente a los profesores de tiempo completo, ya que al contratar a más profesores de asignatura a bajo costo, permite ahorrar en presupuesto que al final termina distribuyéndose entre profesores de tiempo completo y administrativos.

Además, los profesores de asignatura enfrentan otras dificultades que maximizan la desigualdad en la UNAM, tales como la escasez de oportunidades de desarrollo profesional. Los autores señalan tres causas para la desigualdad salarial en la UNAM, siendo estas:

  • El acaparamiento de oportunidades
  • La acumulación de ventajas y privilegios
  • La reproducción de los grupos establecidos y hemofilia académica, mediante la cual, los beneficiados son los que ya tienen una conexión previa.

Estas causas se explican primero en que los recursos destinados a labores de investigación son asignados preponderantemente a los profesores de tiempo completo, debido que son los que tienen mayor tiempo para dedicar a la investigación, gracias a la contratación de profesores de asignatura. Segundo, al realizar investigación obtienen mayor reconocimiento y por tanto reciben mayores recursos.

Esto se vuelve un círculo vicioso al ser ellos mismos, los profesores de tiempo completo, los que se encargan de evaluar la entrega de premios y reconocimientos que les dan acceso a prestigio y recursos, por lo que ellos mismos se premian a sí mismos y dejan de lado a los profesores de asignatura, incrementando la desigualdad en la repartición del presupuesto de la UNAM, una universidad cuya labor docente la hacen profesores desde la miseria.

VGB