La gobernadora de Campeche, Layda Sansores recibió una sopa de su propio chocolate, la mandataria estatal quien se ha dedicado a espiar de manera ilegal a sus adversarios políticos y difundir conversaciones privadas y mensajes de WhatsApp de varios personajes públicos, entre ellos más grande adversario Alejandro Moreno.
De acuerdo con el periodista Salvador García Soto en su columna en El Universal, ahora a la gobernadora morenista le tocó ser víctima del sistema espionaje en sus conversaciones personales.
Ayer la revista Proceso difundió una serie de conversaciones de la gobernadora Layda Sansores en las que intercambia mensajes con su sobrino, Gerardo que junto con su esposa América Azar, quien fue secretaria de Finanzas en la administración de Morena Cárdenas se infiltraron y traicionaron a su jefe “Alito”, en una de las conversaciones filtradas de la gobernadora, el sobrino hace hincapié que el propio exgobernador ayudo al triunfo de Sansores San Román robando recursos públicos del erario campechano para hacer “el cochinito” y así financiar las campaña de la morenista y exalcaldesa de Álvaro Obregón a la gubernatura de Campeche.
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“Alito es tan soberbio que con cualquier dulce lo endulzas. No me costó trabajo ser indispensable en su cercano grupo de confianza. Su ego es tan grande, que me lo chingaba a cada rato y nunca se dio cuenta. Hasta América que es muy atarantada, se lo chingaba cada que vez que podía, haciéndole procesar salidas que iban para el cochinito. Nunca se dio cuenta que él nos financiaría parte de la campaña”, se lee en uno de los mensajes entre Gerardo y la hoy mandataria.
Entre las conversaciones personales salen a luz las tensiones al interior del gabinete de Sansores, las fracturas al interior de Morena y su relación con la prensa a quien la mandataria estatal pide a una persona de su equipo "ofréceles más dulces a los medios".
Tras las revelaciones de estas conversaciones se confirma que las intervenciones telefónicas que la gobernadora Sansores presentaba en su programa "Martes del Jaguar" son ilegales y provienen de un Centro de Espionaje que nunca se entregó a la Comisión Nacional de Seguridad Federal en el sexenio pasado en la cual trabajó su ahora fiscal, Renato Sales Heredia.
El espionaje contra la gobernadora Sansores confirma los delitos en que ha incurrido la morenista que está sumida en una serie de ilegalidades graves, ahora el golpe de ser espiada pudo llegar hasta de su propio equipo.