El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes 22 de julio de 2025 su decisión de retirarse de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Esta retirada, la tercera en la historia del país, será efectiva a partir del 31 de diciembre de 2026. La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, indicó que la continuidad de la membresía en la UNESCO "no redunda en el interés nacional de EU".
Las justificaciones dadas por la administración estadounidense para esta nueva retirada son variadas y se centran en la percepción de que la UNESCO no alinea con los intereses nacionales. Según Tammy Bruce, la organización internacional trabaja para "promover causas sociales y culturales divisivas". Se criticó su "enfoque desproporcionado" a la "agenda globalista" propuesta por los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, que, según Washington, contradicen la política exterior de "EU primero" promovida por Trump.
Un punto recurrente y sumamente problemático para EU ha sido la decisión de la UNESCO de admitir al "Estado de Palestina" como Estado Miembro. Esta admisión, que ocurrió en 2011, ha sido vista como contraria a la política estadounidense y ha contribuido a la proliferación de retórica antiisraelí dentro de la organización, según el comunicado del Departamento de Estado. Las razones del abandono, según la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, son "las mismas que hace siete años".
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Un patrón de desvinculación: la historia de EU y la UNESCO
Estados Unidos, un miembro fundador de la UNESCO en 1945, ha tenido una relación intermitente con la organización, marcando esta la tercera vez que abandona sus filas:
- Primer abandono (1984-2003):
La primera retirada estadounidense ocurrió en 1984, bajo la presidencia de Ronald Reagan. Las acusaciones entonces fueron de "politización excesiva" de la organización, en el contexto de la Guerra Fría, y de "mala administración económica". En aquel momento, EU aportaba una cuarta parte del presupuesto de la UNESCO y fue acompañado por el Reino Unido de Margaret Thatcher. Regresó el 1 de octubre de 2003, durante la administración de George W. Bush, afirmando su deseo de "participar y escuchar a los otros".
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- Segundo abandono (2017-2023):
La segunda salida se produjo durante el primer mandato de Donald Trump. El anuncio se hizo en octubre de 2017 y entró en vigor en 2018. Las razones aducidas fueron supuestas "tendencias antiisraelíes" de la organización y la necesidad de reformas. Cabe destacar que, desde 2011, la administración de Barack Obama ya había suspendido las contribuciones de Washington a la UNESCO a raíz de la admisión de Palestina como miembro de pleno derecho.
Esta decisión supuso un "severo contratiempo" para la entidad, que se vio obligada a reducir su actividad al perder a su principal contribuyente (22% entonces). En 2023, por iniciativa del gobierno de Joe Biden, Estados Unidos regresó como miembro de pleno derecho, con un plan para saldar los 619 millones de dólares adeudados de aquel periodo.
- Tercer abandono (anunciado 2025, efectivo 2026):
La decisión actual, anunciada en julio de 2025, reitera las mismas preocupaciones sobre el papel de Palestina y la agenda globalista.
La UNESCO lamenta la decisión, pero estaba preparada
La directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, expresó su "profundo lamento" por la decisión de Trump, pero aseguró que la organización estaba "preparada para ello", incluso a nivel presupuestario. Aunque la contribución estadounidense representa el 22% de su presupuesto regular, solo constituye el 8% de su presupuesto total, ya que la agencia se nutre también de "aportaciones voluntarias de países, entidades sociales y donantes", las cuales se han duplicado desde 2018.
Azoulay afirmó que la agencia se encuentra "protegida" y "no está considerando ningún despido". Incluso en ausencia de contribuciones estadounidenses, la UNESCO ha logrado llevar a cabo grandes proyectos, como la reconstrucción del casco viejo de Mosul (Irak), iniciado en 2018.
Desde la perspectiva de la UNESCO, la situación interna de la organización ha "cambiado profundamente" desde el último abandono de EU, ya que actualmente las decisiones se toman por consenso, incluyendo a Israel y Palestina, para "evitar fricciones y acusaciones de politización".
Fuentes de la organización consideran que la retirada es una "decisión política bastante personal" de Trump, similar a la iniciativa personal de Biden para el retorno. La UNESCO también enfatizó que la postura del gobierno de Donald Trump contradice valores clave como la lucha contra el antisemitismo y la educación sobre el Holocausto, áreas que son parte integral del mandato de la UNESCO y por las cuales es reconocida por organizaciones judías e internacionales.
A pesar de los recursos reducidos, la UNESCO prometió continuar cumpliendo estas misiones y recordó que la misión de la agencia es acoger a todas las naciones, siendo EU "siempre bienvenido".
El repliegue internacional de Trump: más allá de la UNESCO
Contexto: La retirada de la UNESCO es solo un paso más en el "repliegue internacional" que caracteriza la política exterior de Donald Trump bajo el lema "America First". Horas después de asumir la presidencia el 20 de enero de 2025, Trump firmó órdenes para retirar a EU del Acuerdo climático de París y de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ese mismo día, el país se desvinculó de los compromisos de Joe Biden con la OCDE para aplicar un impuesto mínimo global a las grandes empresas.
Posteriormente, Trump firmó una orden ejecutiva para retirar a EU del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, acusándolo de decisiones sistemáticas contra Israel. También ordenó detener toda financiación estadounidense para la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) por considerarla "antisemita y antiisraelí", aunque la agencia rechazó firmemente estas acusaciones.
La administración Trump también asestó un duro golpe a la cooperación internacional con "importantes recortes financieros y de personal" a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), lo que llevó a la suspensión de numerosos programas en más de 120 países y al anuncio del fin de sus operaciones el 2 de julio.
Además, el presupuesto federal para el año fiscal 2026 propone cerrar el grifo a la ONU, la UNESCO y la OMS. En materia de salud, el secretario de Salud de EU, Robert F. Kennedy Jr., aseguró que el país dejaría de apoyar económicamente a la alianza de vacunación Gavi.
Y aunque Estados Unidos no ha abandonado formalmente la Organización Mundial del Comercio (OMC), Trump ha amenazado reiteradamente con hacerlo, utilizando estas amenazas y su política de aranceles para replantear las reglas del comercio mundial.
Implicaciones para el patrimonio de EU
Estados Unidos cuenta con 26 lugares inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, reconocidos por su valor universal excepcional. Entre ellos se encuentran 13 culturales e históricos, 12 naturales y uno mixto. Ejemplos notables incluyen parques nacionales como Yellowstone, el Gran Cañón y Yosemite, sitios históricos como Independence Hall y la Estatua de la Libertad, y lugares culturales como el Pueblo de Taos y las Misiones de San Antonio.
La directora general de la UNESCO mencionó que los sitios candidatos a ser inscritos en las listas de Patrimonio Mundial y otros reconocimientos "podrían ser los primeros en sufrir las consecuencias" de esta decisión, la cual considera "contraria a los principios del multilateralismo".
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¿Qué es la UNESCO?
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) es un organismo especializado del Sistema de las Naciones Unidas (ONU). Fue establecida el 16 de noviembre de 1945 en Londres por 37 Estados, incluidos México, tras la Segunda Guerra Mundial.
Su misión fundamental es "contribuir a la consolidación de la paz, la erradicación de la pobreza, el desarrollo sostenible y el diálogo intercultural", lográndolo a través de la cooperación en educación, ciencias (naturales y sociales), cultura, comunicación e información.
La UNESCO busca crear condiciones propicias para un diálogo entre civilizaciones, culturas y pueblos, fundamentado en el respeto de valores comunes. Sus estrategias y actividades se basan en objetivos de desarrollo acordados internacionalmente, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Sus programas globales incluyen promover la educación de calidad para todos, movilizar el conocimiento científico para el desarrollo sostenible, abordar problemas éticos y sociales, fomentar la diversidad cultural y construir sociedades del conocimiento. Además, tiene dos prioridades transversales clave: África y la prioridad de género.
Actualmente, cuenta con 195 Estados Miembros y Miembros Asociados, con su sede en París y más de 50 oficinas fuera de la Sede. Sus órganos de gobierno principales son la Conferencia General, que determina la orientación y adopta el programa y presupuesto cada dos años, y el Consejo Ejecutivo, que supervisa la ejecución de las decisiones.
Entre sus acciones destacadas está la inscripción de lugares en la Lista del Patrimonio Mundial, como los 26 sitios reconocidos en Estados Unidos.
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¿Por qué es relevante la salida de EU de la UNESCO?
La salida de Estados Unidos de la UNESCO refleja un cambio profundo en la política exterior del país, impulsado por la presión de Donald Trump y su ala más radical. Esta decisión es relevante porque consolida el dominio político de Trump y demuestra cómo sus intereses personales y agenda nacionalista están reconfigurando la postura global de Washington.
El retiro no responde a criterios estratégicos a largo plazo, sino a exigencias políticas inmediatas ligadas a la campaña de Trump. En consecuencia, Estados Unidos se aísla de compromisos multilaterales que solía liderar, lo que debilita su influencia internacional y abre espacio para potencias como China y Rusia.
Además, este movimiento puede tener efectos negativos en la estabilidad global, al debilitar mecanismos de cooperación que enfrentan desafíos como el cambio climático, la seguridad internacional o la regulación tecnológica. La señal que envía es clara: mientras Trump mantenga el control político de EU, las alianzas tradicionales de EU seguirán en riesgo.
En suma, la salida anunciada este 22 de julio no solo representa un giro diplomático, sino una muestra del impacto interno que tiene la figura de Trump en la política exterior de EU. La relevancia radica en que Estados Unidos ya no actúa desde una lógica institucional, sino desde una lógica personalista que redefine el orden global.
VGB