La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó firmemente la demanda por difamación presentada por el presidente de EU, Donald Trump, contra The Wall Street Journal, calificándola como parte de una "estrategia para intimidar a la prensa independiente y desalentar la cobertura crítica".
José Roberto Dutriz, presidente de la SIP, afirmó que "utilizar el aparato legal del Estado para silenciar voces periodísticas constituye un retroceso democrático y sienta un precedente peligroso".
Martha Ramos, presidenta de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, advirtió que cuando "desde las más altas esferas del poder se busca castigar a los medios por ejercer su rol fiscalizador, se erosiona el pilar fundamental de toda democracia: el derecho del público a estar informado".
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Esta acción judicial es vista como un "claro intento de censura encubierta".
La SIP recordó que sus Declaraciones de Chapultepec y Salta II abordan estos temas:
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- La Declaración de Chapultepec establece que la "intimidación" a los periodistas y las "restricciones a la circulación de los medios o a la divulgación de sus mensajes" se oponen directamente a la libertad de prensa y la "coartan severamente".
- La Declaración de Salta II desalienta las demandas desproporcionadas, conocidas como SLAPP (demandas estratégicas contra la participación pública), que "puedan generar autocensura o costos que comprometan la sostenibilidad del medio" y "buscan silenciar o intimidar a la prensa mediante el desgaste económico y judicial, y a menudo carecen de fundamento legal".
Detalles de la querella contra The Wall Street Journal
La demanda de Trump exige una compensación de al menos 20,000 millones de dólares y acusa al periódico de "graves fallas éticas y periodísticas". La querella fue presentada ante una corte federal en Miami contra el diario, su empresa matriz Dow Jones, el conglomerado News Corp. y dos reporteros.
El motivo de la demanda es la publicación de un artículo que revelaba la existencia de un álbum de cartas de felicitación por el cumpleaños número 50 del fallecido empresario Jeffrey Epstein en 2003. En este álbum, según el artículo del WSJ, figuraría una nota firmada por Trump, con un dibujo de una mujer desnuda.
El dibujo, publicado por el WSJ, delineaba los senos y tenía la palabra "Donald" en la zona del vello púbico. Según el diario, la exasistenta de Epstein, Ghislaine Maxwell, recopiló estas cartas para un álbum de regalo.
El presidente Trump negó haber escrito la carta o realizado el dibujo, calificando la historia como una "noticia falsa" y alegando que "no existe ninguna carta o dibujo auténtico".
En la red Truth Social, Trump afirmó haber advertido directamente a Rupert Murdoch, presidente de News Corp., sobre la publicación, y que este "prometió ocuparse del asunto, pero evidentemente no tuvo el poder de impedirlo".
Por su parte, un portavoz de The Wall Street Journal declaró que confían "plenamente en el rigor y la precisión" del trabajo periodístico realizado y que defenderán vigorosamente cualquier demanda.
Acciones adicionales de la Casa Blanca contra el WSJ
Además de la demanda, la Casa Blanca anunció que The Wall Street Journal fue vetado del viaje que el presidente Trump efectuaría a Escocia. La portavoz presidencial, Karoline Leavitt, afirmó que "debido a la conducta falsa y difamatoria de The Wall Street Journal, no será uno de los trece medios a bordo".
Leavitt añadió que "The Wall Street Journal o cualquier otro medio de comunicación no tienen garantizado un acceso especial para cubrir al presidente Trump en el Despacho Oval, a bordo del Air Force One y en sus espacios de trabajo privados", en el contexto de nuevas reglas implementadas en febrero por las cuales el Gobierno decide qué periodistas pueden seguir y preguntar a Trump.
Patrón de litigios y hostilidad contra la prensa
Contexto: La querella contra el WSJ no es un hecho aislado, sino parte de una serie de litigios que Trump ha iniciado contra medios desde su campaña electoral de 2024. Según expertos legales citados por CNN, no existe precedente de que un presidente en funciones haya demandado directamente a reporteros o medios por difamación.
Entre otros casos recientes, Trump demandó a las cadenas televisivas ABC News y CBS, llegando a acuerdos extrajudiciales en los que las televisoras pagaron sumas millonarias destinadas a su futura biblioteca presidencial.
Un informe de Reporteros Sin Fronteras, titulado 'Seis meses de la guerra de Trump contra la prensa: importando y exportando tendencias autoritarias', señala que la Administración Trump ha aumentado su hostilidad hacia los medios de comunicación con la utilización de tácticas autoritarias presentes en diversos regímenes alrededor del mundo.
La publicación de la misiva sobre Jeffrey Epstein, quien estaba acusado de tráfico sexual de menores y falleció en 2019, coincidió con un resurgimiento del escándalo en EU. Esto ocurrió después de que el FBI y el Departamento de Justicia concluyeran que el magnate se suicidó y que no tenía una "lista de clientes" famosos a los que chantajeaba, una conclusión que "dejó insatisfechos a los seguidores más acérrimos de Trump".
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¿Por qué es relevante el tema?
La denuncia presentada por Donald Trump contra The Wall Street Journal (WSJ), a raíz de una publicación que vincula su nombre con el del fallecido magnate y abusador sexual Jeffrey Epstein, es relevante por múltiples razones que trascienden el ámbito legal y periodístico.
En primer lugar, revela la creciente tensión entre Trump y medios tradicionalmente conservadores que, hasta hace poco, eran aliados ideológicos o al menos neutrales. Que el WSJ, propiedad de Rupert Murdoch, haya publicado información que incomode al expresidente, y que este reaccione con una demanda, muestra una fractura dentro del espectro mediático de la derecha estadounidense.
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En segundo lugar, el tema es particularmente delicado porque Jeffrey Epstein representa uno de los escándalos más oscuros de las élites políticas y económicas de Estados Unidos. La relación de figuras públicas con Epstein ha sido motivo de investigaciones, especulaciones y acusaciones graves.
Que Trump aparezca nuevamente en ese radar, y que su respuesta sea judicializar la cobertura mediática, sugiere no solo una estrategia de defensa personal, sino también una forma de intimidar al periodismo crítico, incluso al de su propio espectro ideológico.
Por todo ello, esta acción legal no solo es un conflicto entre un político y un medio, sino un episodio que revela el estado de la democracia, la libertad de prensa y el uso del poder judicial como herramienta política.
VGB