La Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertó este sábado que la situación de la ayuda humanitaria en la Franja de Gaza se encuentra al borde del colapso total, poniendo en peligro la vida de los más de dos millones de gazatíes que dependen de ella.
La situación general es descrita como extrema y empeora a diario, con la falta crítica de combustible y las continuas restricciones impuestas por Israel al acceso de la ayuda como factores clave que paralizan las operaciones vitales.
La escasez de combustible ha llevado a Gaza al borde de una catástrofe sin precedentes. El combustible es la base de la supervivencia en la Franja, ya que abastece todo, desde hospitales y sistemas de agua hasta panaderías y ambulancias, señala la ONU.
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Dada la falta de un suministro constante, las unidades de maternidad, neonatales y de cuidados intensivos están fallando, y las ambulancias ya no pueden circular, por ello, la ONU ha exigido el suministro inmediato y constante de combustible a gran escala, subrayando que los 75,000 litros que Israel permitió ingresar por primera vez en 130 días son "insuficientes" para atender las necesidades diarias y las operaciones de ayuda vital.
Ha advertido que sin combustible, Gaza se enfrenta al colapso total de las iniciativas humanitarias, dejando a la población sin servicios de salud, agua potable ni ningún tipo de asistencia.
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La crisis sanitaria se agudiza drásticamente, con el 94% de los hospitales de Gaza dañados o destruidos. La falta de suministros esenciales, como combustible y medicamentos, está ejerciendo una presión aún mayor sobre equipos ya desbordados. Según las autoridades sanitarias gazatíes, más de 1500 miembros del personal médico han muerto en Gaza desde octubre de 2023.
Además, en el norte de Gaza, diez pozos de agua han dejado de funcionar por falta de combustible, y otros 25 funcionan solo parcialmente, lo que reduce drásticamente la producción de agua y la recogida de residuos sólidos. Esto crea un terreno fértil para la propagación de enfermedades, especialmente entre poblaciones vulnerables como niños, ancianos y mujeres embarazadas.
La escasez continua de suministros de limpieza y saneamiento también está afectando gravemente la salud e impidiendo una respuesta médica eficaz.
El hambre se extiende y la desnutrición es rampante. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha indicado que 90,000 niños necesitan tratamiento urgente por desnutrición. La situación es tan desesperada que hay madres que piden a sus hijos que no jueguen para que no gasten más energía de la que pueden proporcionarles con la comida disponible.
Israel sigue impidiendo el ingreso de las misiones humanitarias
Las agencias de la ONU y sus socios humanitarios enfrentan obstáculos continuos y graves restricciones impuestas por Israel para la entrega de ayuda. El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, ha expresado profunda preocupación por las continuas denegaciones israelíes al acceso de la ayuda humanitaria a Gaza, incluyendo intentos de llevar combustible al norte de la región, lo cual pone en peligro miles de vidas.
De 15 misiones humanitarias que requirieron coordinación con las autoridades israelíes en un solo día, solo seis fueron autorizadas, mientras que cinco fueron denegadas y cuatro enfrentaron obstáculos que retrasaron o impidieron la entrega.
Un ejemplo trágico es el de una misión para rescatar heridos atrapados bajo los escombros en la ciudad de Gaza, que fue aprobada solo dos días después de la solicitud inicial, demasiado tarde para salvar vidas. Además, Israel ha impedido durante más de cuatro meses el acceso de bienes esenciales como tiendas de campaña y materiales para refugios, dejando a miles de personas expuestas a la intemperie.
La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU ha condenado los asesinatos de palestinos que intentan acceder a la ayuda humanitaria. El 10 de julio, la UNICEF denunció el asesinato de 15 palestinos, incluyendo nueve niños y cuatro mujeres, mientras esperaban en la cola para recibir suministros nutricionales en Deir al Balah.
Este incidente dejó a otras 30 personas heridas, entre ellas 19 niños. La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, calificó de "inconcebible" el asesinato de familias que intentaban acceder a ayuda vital y lamentó profundamente casos como el de Donia, cuyo hijo de un año, Mohammed, fue asesinado pocas horas después de decir sus primeras palabras.
Según la Oficina de Derechos Humanos, desde el 27 de mayo hasta el 7 de julio, se han documentado 798 asesinatos de personas que intentaban acceder a la ayuda, la mayoría por heridas de bala.
El portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Christian Lindmeier, reafirmó la condena de estos asesinatos, expresando que los humanitarios se están quedando "sin palabras" para describir un escenario donde personas son tiroteadas en lugares de distribución, refugios seguros o clínicas de salud.
Además, los trabajadores humanitarios también corren grave peligro, con ataques que han impactado a pocos cientos de metros de sus operaciones e incidentes donde personal de la Media Luna Roja ha recibido disparos.
La ONU ha instado a Israel a revisar "urgentemente" sus normas de intervención para garantizar el pleno cumplimiento del derecho internacional humanitario, incluyendo la protección de civiles, niños y una investigación exhaustiva e independiente de todas las denuncias de violaciones.
La UNICEF ha reiterado su llamado a un alto el fuego "inmediato y duradero", la liberación de los rehenes y la protección de todos los civiles y trabajadores humanitarios.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha enfatizado la urgencia de un alto el fuego para poder distribuir la ayuda y la necesidad de que múltiples puntos de entrada a Gaza estén abiertos y seguros, requiriendo al menos 100 camiones de alimentos al día.
Finalmente, la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha insistido en la necesidad de levantar el asedio y ha rechazado "categóricamente" cualquier desplazamiento forzoso de la población, alertando que el plan de desplazar a los palestinos hacia Rafah crearía de facto "campos de concentración masivos".
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¿Por qué es relevante el tema?
La denuncia de la ONU sobre el bloqueo de Israel a la ayuda humanitaria en Gaza es relevante porque tiene implicaciones profundas en el ámbito humanitario, legal y geopolítico.
La obstrucción al acceso de alimentos, medicinas y otros insumos básicos en medio de un conflicto armado afecta directamente a la población civil, especialmente a niños, mujeres y personas mayores, violando principios fundamentales del derecho internacional humanitario.
La ONU y otras organizaciones han advertido que las restricciones impuestas por Israel han agravado una crisis humanitaria ya existente, dejando a cientos de miles de personas sin acceso a agua potable, servicios médicos y alimentos. Esta situación podría constituir un crimen de guerra, ya que el derecho internacional prohíbe usar el hambre como arma y obliga a las partes en conflicto a permitir el paso de ayuda a la población civil.
Además, esta denuncia es importante porque pone en evidencia la necesidad de mecanismos internacionales más efectivos para proteger a las personas en zonas de conflicto, especialmente cuando los actores estatales no cumplen con sus obligaciones legales.
También revela las limitaciones del sistema internacional para garantizar el respeto de los derechos humanos en contextos de alta tensión política y militar. En términos geopolíticos, el bloqueo afecta no solo a Gaza, sino a la estabilidad regional y al papel de organismos internacionales como la ONU en la mediación de conflictos.
Informarse sobre esta denuncia permite comprender mejor la dimensión ética y legal del conflicto israelí-palestino, y promueve una ciudadanía global más consciente, capaz de exigir responsabilidad y solidaridad ante violaciones graves al derecho humanitario.
VGB