La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otras organizaciones pro-derechos humanos condenaron enérgicamente la sanción impuesta por la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la relatora especial de las Naciones Unidas para los territorios palestinos, Francesca Albanese.
Volker Türk, alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ha instado a la pronta revocación de estas sanciones, argumentando que son una respuesta a la labor que Albanese ha realizado en el marco de su mandato sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados.
El portavoz del secretario general de la ONU, Stephan Dujarric, ha afirmado que la imposición de sanciones a expertos de la ONU "sienta un precedente peligroso" y es "inaceptable".
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El Comité de Coordinación de los Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos ha calificado las sanciones como parte de un "ataque continuo de la actual administración estadounidense contra todo el sistema de la ONU y sus valores fundamentales", incluyendo los derechos humanos, la justicia, la rendición de cuentas y el Estado de derecho.
El Comité ha aplaudido la "valentía de Francesca Albanese" al "decir la verdad al poder" y ha subrayado que las sanciones "no silenciarán" a Albanese ni a otros expertos que buscan la rendición de cuentas por las violaciones de los derechos humanos.
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Türk ha enfatizado que, a pesar de los desacuerdos, los Estados Miembros de la ONU deben "participar de forma sustancial y constructiva" en lugar de recurrir a medidas punitivas, y ha pedido que cesen los ataques y amenazas contra quienes trabajan para cumplir los mandatos de los Procedimientos Especiales y contra instituciones como la Corte Penal Internacional.
Amnistía Internacional condena sanciones a Francesca Albanese
Por su parte, Francesca Albanese ha reafirmado su "compromiso con la justicia y los derechos humanos", declarando que se mantiene "firme y convincentemente del lado de la justicia". Ha vinculado su trabajo a la tradición de juristas italianos que han defendido la justicia y ha expresado orgullo por el Estatuto de Roma, que da nombre a la Corte Penal Internacional.
Amnistía Internacional, a través de su secretaria general Agnès Callamard, ha calificado las sanciones contra Francesca Albanese como un "ataque vergonzoso y evidente contra los principios fundamentales de la justicia internacional".
Callamard ha señalado que el mandato de los relatores especiales es promover los derechos humanos y el derecho internacional, especialmente en un momento en que la "supervivencia misma del pueblo palestino en la Franja de Gaza ocupada" está en juego.
La organización considera que estas medidas son una "continuación del ataque del gobierno de Trump contra el derecho internacional" y sus esfuerzos por "proteger a toda costa al gobierno de Israel para que no rinda cuentas".
Además, las ve como las "más recientes de una serie de políticas adoptadas por el gobierno de Trump para tratar de intimidar y silenciar a quienes se atreven a defender los derechos humanos de la población palestina".
Amnistía Internacional ha instado a los Estados a "rechazar enérgicamente estas deplorables sanciones revanchistas" y a ejercer "la máxima presión diplomática" sobre el gobierno estadounidense para que las anule.
También ha hecho un llamado a las Naciones Unidas para que brinden su "pleno apoyo a la relatora especial" y ha exhortado a los gobiernos y actores globales a mitigar y bloquear el efecto de las sanciones, protegiendo así el trabajo y la independencia de los relatores especiales.
Por qué fue sancionada por EU
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció las sanciones contra Francesca Albanese el 9 de julio de 2025. La razón principal es su supuesta "colaboración directa" con la Corte Penal Internacional (CPI) en "iniciativas para investigar, arrestar, detener o enjuiciar a ciudadanos de Estados Unidos o Israel, sin el consentimiento de ambos países".
Rubio afirmó que ni Estados Unidos ni Israel son parte del Estatuto de Roma, lo que convierte la acción de Albanese en una "grave violación de la soberanía de ambos países".
Además de su colaboración con la CPI, las acusaciones del gobierno estadounidense contra Albanese incluyen:
- Haber expresado un "antisemitismo descarado".
- Haber expresado "apoyo al terrorismo".
- Haber mostrado un "abierto desprecio por Estados Unidos, Israel y Occidente".
- Su presunto "sesgo" a lo largo de su carrera, que la "incapacita para ejercer como relatora especial".
- Haber escrito "cartas amenazantes a decenas de entidades en todo el mundo, incluyendo importantes empresas estadounidenses" de diversos sectores, haciendo "acusaciones extremas e infundadas" y recomendando a la CPI que investigue y procese a estas empresas y a sus ejecutivos. Rubio ha calificado esto como "campañas de guerra política y económica" que amenazan los intereses nacionales y la soberanía de EU.
Criticar el genocidio en Gaza, su pecado
Francesca Albanese, por su parte, ha sido una de las voces más críticas de las acciones de Israel en los territorios palestinos a través del derecho internacional humanitario. Ha indicado en sus informes que Israel está cometiendo crímenes de guerra y lo ha acusado de "cometer uno de los genocidios más crueles de la historia moderna".
En su informe más reciente, presentado el 3 de julio ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Albanese señaló a empresas que se estarían beneficiando de los crímenes de guerra en Gaza y Cisjordania ocupada, arriesgándose a ser cómplices de estos delitos al participar en una "economía del genocidio".
Estas sanciones son la "última escalada en una campaña del gobierno de Trump contra la CPI", la cual ya había sancionado a cuatro de sus jueces después de que la corte emitiera órdenes de arresto contra el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y su entonces ministro de defensa, Yoav Gallant, por presuntos crímenes de guerra en Gaza.
El anuncio de las sanciones coincidió con una visita de Benjamin Netanyahu a Washington. Israel ya había declarado a Albanese persona non grata y le había prohibido el acceso a los territorios ocupados en febrero de 2024.
¿Por qué es relevante la sanción contra Francesca Albanese?
La posible sanción de Estados Unidos contra Francesca Albanese, relatora especial de la ONU sobre los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados, es relevante porque marca un precedente inusual: sancionar a una funcionaria de Naciones Unidas por expresar críticas hacia un Estado miembro —en este caso, Israel— en el contexto del conflicto en Gaza.
Albanese ha denunciado posibles crímenes de guerra y actos de genocidio cometidos por Israel durante su ofensiva en Gaza. Sus declaraciones han incomodado a sectores del Congreso estadounidense que apoyan incondicionalmente al gobierno israelí. En respuesta, se ha promovido una resolución que busca sancionarla, acusándola de antisemitismo, pese a que múltiples organizaciones de derechos humanos han respaldado su labor como legítima y basada en el derecho internacional.
El peligro de que Estados Unidos sancione a funcionarios de la ONU por oponerse al genocidio en Gaza es múltiple.
- Primero, socava la independencia del sistema internacional de derechos humanos, que debe operar libre de presiones políticas.
- Segundo, envía un mensaje disuasivo a otros funcionarios de organismos multilaterales: criticar a aliados de Washington podría tener consecuencias personales o profesionales.
- Tercero, debilita la credibilidad de Estados Unidos como defensor del orden basado en normas y derechos humanos.
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Además, esta acción podría erosionar la legitimidad de la ONU y abrir la puerta a represalias similares por parte de otros gobiernos, afectando gravemente el sistema internacional de rendición de cuentas frente a violaciones graves de derechos humanos y del derecho humanitario.
VGB