La Franja de Gaza se encuentra sumida en una crisis humanitaria de proporciones catastróficas a causa del bloqueo de Israel a la ayuda humanitaria. En esta situación la ONU alerta sobre una preocupante crisis de desnutrición en niños palestinos, quienes enfrentan la difícil decisión de elegir entre morir de hambre o ser asesinados mientras intentan conseguir comida.
La situación nutricional de los niños en Gaza ha alcanzado niveles alarmantes. Solo en mayo de 2025, un total de 5,119 niños de entre 6 meses y 5 años fueron admitidos para recibir tratamiento por desnutrición aguda. De estos, 636 padecían desnutrición aguda grave, la forma más letal de desnutrición. Esta cifra representa un aumento del 50% con respecto a abril de 2025 y un 150% más que en febrero de 2025, cuando un alto el fuego permitía una entrada más significativa de ayuda.
El director regional de UNICEF, Edouard Beigbeder, declaró que, desde principios de año hasta finales de mayo, 16,736 niños (un promedio de 112 al día) han sido ingresados por desnutrición. Estos casos, según la ONU, son completamente prevenibles, y se está impidiendo que les lleguen los alimentos, el agua y los tratamientos que necesitan desesperadamente.
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La escasez de alimentos también tiene consecuencias devastadoras para las mujeres embarazadas, estimándose que 55,000 se enfrentan a abortos espontáneos, mortinatos y recién nacidos desnutridos. La combinación de desnutrición y enfermedades como la diarrea aguda, de la que se sospecha hepatitis A, crea un ciclo mortal que expone a los niños a un alto riesgo de muerte.
El bloqueo implacable y la obstrucción de la ayuda humanitaria
Israel ha mantenido un bloqueo total sobre Gaza desde el 2 de marzo de 2025, negando la entrada de todos los bienes básicos, incluidos los suministros médicos. Esta situación se agrava con el hecho de que la comunidad humanitaria ha sido repetidamente impedida de introducir nuevas reservas o acceder a las ya existentes dentro de Gaza.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reiterado que cuenta con reservas de alimentos y 51 camiones cargados con suministros médicos listos para ser repartidos, pero necesitan que se les permita el acceso. La ayuda que ha logrado entrar ha sido muy inferior a la necesaria.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, ha condenado el sistema militarizado de asistencia humanitaria de Israel, en el que no participan las agencias de la ONU, por poner en peligro vidas y violar las normas internacionales sobre distribución de ayuda.
Este mecanismo es ineficiente y no permite que los más vulnerables, como niños, ancianos y personas con discapacidad, reciban asistencia, ya que deben desplazarse largas distancias para obtener suministros sin un orden claro. La ONU ha instado a Israel a respetar las órdenes vinculantes de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de cooperar ampliamente con la ONU y garantizar la asistencia vital a gran escala y sin retrasos.
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Colapso total del sistema sanitario
El sistema sanitario de Gaza se encuentra en un estado de colapso crítico. El conflicto ha dañado o destruido infraestructuras esenciales de agua, saneamiento y salud. Desde el 18 de marzo de 2025, la capacidad de respuesta de los Equipos Médicos de Emergencia se ha limitado severamente, y solo se han entregado 134 palés de suministros médicos, una cifra insignificante ante las crecientes necesidades.
Actualmente, solo 127 de los 236 centros de tratamiento para desnutrición siguen funcionando, y ya no hay ningún hospital funcionando en el norte de Gaza. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) advirtió que el 80% de las unidades de cuidados intensivos de Gaza, vitales para partos y emergencias, se paralizarán en cuestión de horas si no se permite la entrada de combustible.
La OMS ha documentado 56 ataques a centros de salud (incluyendo hospitales, ambulancias y residencias de personal médico) desde el 18 de marzo. El personal sanitario, tanto nacional como internacional, ha sido blanco de violencia, lo que ha llevado a que muchas instalaciones funcionen por debajo de su capacidad o cierren por completo.
Además, a 58 equipos médicos internacionales se les ha negado la entrada a Gaza desde marzo, y el movimiento dentro de la Franja está severamente restringido por la inseguridad. La emergencia sanitaria sin precedentes y los ataques sistemáticos al sistema de salud constituyen una grave violación del derecho internacional humanitario.
Morir de hambre o morir intentando conseguir comida
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, ha denunciado que los palestinos se enfrentan a la "peor de las opciones: morir de hambre o arriesgarse a ser asesinados mientras intentan acceder a los escasos alimentos". El Secretario General António Guterres ha lamentado que los "civiles arriesgan su vida, y muchas veces la pierden, para obtener comida", calificando estos hechos de "inaceptables".
A principios de junio, se registraron decenas de muertes de civiles en el sur de la Franja de Gaza mientras intentaban acceder a la ayuda alimentaria. Las autoridades sanitarias gazatíes informaron de 32 personas abatidas el 1 de junio, 3 el 2 de junio y 27 el 3 de junio, todas buscando comida. Además, el 19 de junio, 15 personas murieron cerca de otro centro de distribución en el centro de la Franja.
Estos ataques, que incluyen reportes de intervención de helicópteros, buques de guerra, tanques y tropas israelíes, así como disparos del ejército israelí contra quienes buscan alimentos, han sido condenados por la ONU como graves violaciones del derecho internacional y crímenes de guerra.
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Jeremy Laurence, portavoz de la Oficina del Alto Comisionado, aclaró que estos "crímenes más graves del derecho internacional" abarcan crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio. La búsqueda de comida se ha convertido en un reto diario y peligroso, llevando a la gente a arriesgar su vida constantemente en la desesperada esperanza de alimentar a sus hijos.
VGB