En medio de la escalada del conflicto con Israel y tras el asesinato del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, Ali Shadmani, el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, lanzó una serie de advertencias y declaraciones que han elevado significativamente la tensión en la región.
El 17 de junio de 2025, la televisión estatal iraní emitió una dura advertencia, señalando que "esta noche ocurrirá una gran sorpresa que el mundo recordará durante siglos". Esta comunicación se produjo después de que el Ejército de Israel informara haber abatido a Ali Shadmani en un bombardeo nocturno contra un centro de mando en Teherán.
Shadmani había asumido el cargo apenas el viernes 13, tras la muerte del comandante Gholamali Rashid, y era el comandante militar de mayor rango y el hombre más cercano a Jamenei.
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Poco después, el propio ayatolá Jamenei publicó en su cuenta de X un mensaje que resonó globalmente: "La batalla comienza". Este post estaba acompañado de una imagen simbólica: un hombre que sostiene una espada, entrando por una puerta que parece un castillo, bajo un cielo con rayas de fuego.
El mensaje dice: "En el nombre de Haidar (que la paz sea con él), comienza la batalla. Alí regresa a Khaybar (que la paz sea con él) con su Zulfiqar". Analistas internacionales interpretaron esta alusión a Alí ibn Abi Tálib, una figura central del islam chiita y símbolo de resistencia, y a la ciudad de Khaybar, una antigua localidad judía conquistada en el siglo VII, como una invocación religiosa que legitima el enfrentamiento militar contra Israel.
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Jamenei no se detuvo ahí. En otro mensaje, reafirmó su postura inflexible contra Israel, declarando: "Debemos dar una respuesta contundente al régimen terrorista sionista. No tendremos piedad de los sionistas". Estas declaraciones, compartidas en varias cuentas de Khamenei en diferentes idiomas, se produjeron en paralelo a una nueva serie de ataques balísticos entre ambos países, con misiles impactando en territorio israelí y ofensivas aéreas israelíes sobre Teherán.
La amenaza del líder supremo iraní adquirió también una dimensión internacional al dirigirse directamente a Estados Unidos.
En respuesta a las afirmaciones del presidente Donald Trump quien aseguró: "Sabemos dónde está Khamenei. Es un blanco fácil, pero no lo eliminaremos, por ahora", y que EU tenía "control total de los cielos de Irán", Jamenei advirtió que si EU se involucraba directamente en el conflicto, Irán respondería atacando bases militares estadounidenses en Baréin, Qatar y Emiratos Árabes Unidos. Afirmó tener localizadas todas las posiciones estadounidenses y que actuarían si "cruzan la línea roja".
“Los estadounidenses deben saber que la nación iraní no se rendirá y que cualquier intervención militar por su parte causará, sin duda, daños irreparables”, dijo Jameneí.
Las declaraciones de Jamenei marcaron un punto de inflexión, despejando "cualquier posibilidad inmediata de diálogo". Aunque el ministro de Asuntos Exteriores de Irán afirmó que Teherán mantiene su compromiso con la diplomacia, su prioridad actual es una "confrontación efectiva y disuasoria contra la agresión".
Mientras tanto, figuras como el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, advirtieron a Jamenei que podría enfrentar un destino similar al del difunto dictador de Iraq, Saddam Hussein. La situación continúa en un estado de confrontación directa, con poco o ningún indicio de alto el fuego o canales diplomáticos abiertos.
¿Quién es el líder supremo de Irán, en la mira de Israel?
El ayatolá Alí Jamenei es una de las figuras centrales en el conflicto actual entre Irán e Israel, siendo el líder supremo de Irán desde 1989. Su papel es crucial en la política interna y exterior de la República Islámica, y su persona se ha convertido en un objetivo explícito en la escalada de tensiones en Medio Oriente.
Nacido el 17 de julio de 1939 en Mashhad, Irán, Alí Jamenei proviene de una familia religiosa chiita y es el segundo de ocho hijos. Su formación se centró en estudios islámicos y obtuvo el título de clérigo a los 11 años. Fue un discípulo devoto del fundador de la revolución, el ayatolá Ruhollah Jomeini, estudiando con él en el seminario de Qom.
Jamenei tuvo un rol activo en el activismo contra el Shah Mohammad Reza Pahlavi, lo que lo llevó a ser encarcelado en repetidas ocasiones, sufriendo torturas y exilio interno. Tras el triunfo de la Revolución Islámica en 1979, ocupó varios cargos, incluyendo la presidencia del país entre 1981 y 1989.
Su ascenso a Líder Supremo después de la muerte de Jomeini fue una sorpresa para muchos, ya que no poseía el más alto rango clerical en ese momento, pero su lealtad inquebrantable a la visión de Jomeini fue decisiva. Ha estado casado desde 1964 y tiene seis hijos: Mostafa, Mojtaba, Massoud, Maysam, Hoda y Boshra.
El alcance de su poder
Alí Jamenei ostenta el poder absoluto en Irán. Como líder supremo, es el jefe de Estado y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, que incluyen el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní (CGRI).
Su posición le permite vetar políticas y anular candidatos en las elecciones, teniendo la decisión final en los asuntos más críticos del país. Esto incluye el programa nuclear, que ha defendido como un derecho soberano, y la represión de masivas protestas populares.
La ideología de Jamenei se cimienta en la preservación del sistema teocrático y una profunda hostilidad hacia Estados Unidos e Israel. Él es el principal promotor del “eje de la resistencia”, una red de alianzas con grupos como Hezbolá en Líbano y los hutíes en Yemen, para proyectar el poder iraní y contrarrestar la influencia occidental en la región.
Su liderazgo ha consolidado el poder de los Guardianes de la Revolución y ha reprimido duramente las disidencias internas.
A sus 86 años, y con reportes recurrentes sobre su delicado estado de salud, la cuestión de su sucesión es el tema más crucial y secreto dentro de Irán. Su segundo hijo, Mojtaba, es conocido por su influencia y es considerado un posible sucesor, aunque las fuentes oficiales lo han negado.
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En la mira de Israel
El conflicto entre Irán e Israel ha adquirido una dimensión personal y directa, colocando a Alí Jamenei en la mira. El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha sugerido que el asesinato de Alí Jamenei podría ser la solución al conflicto.
En una entrevista con ABC News, Netanyahu afirmó que una operación de tal magnitud “no intensificaría el conflicto, sino que le pondría fin”. Acusó directamente al régimen de Jamenei de fomentar inestabilidad y patrocinar el terrorismo, y sostiene que Israel actúa para prevenir una “guerra eterna” con potenciales implicaciones nucleares.
Israel ha lanzado una campaña militar sin precedentes contra Irán, que ha incluido la muerte del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, Ali Shadmani, quien fue descrito como el "comandante militar de mayor rango" y "la figura más cercana" al líder supremo iraní.
Por su parte, el ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, advirtió a Jamenei que podría sufrir un destino "similar al del presidente iraquí Sadam Husein", quien fue derrocado y ejecutado tras disparar misiles contra Israel y perseguir un programa de armas nucleares.
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La postura de Estados Unidos
Frente a la posibilidad planteada por Israel para asesinar a Alí Jamenei, la postura de EU a sido cautelosa. El presidente Donald Trump habría rechazado un plan israelí para asesinar a Jamenei, considerándolo una "mala idea".
Trump ha expresado públicamente que prefiere mantener a Estados Unidos al margen por ahora, buscando reducir la tensión y evitar verse envuelto en otra guerra en Medio Oriente.
Aunque Trump afirma saber la ubicación de Jamenei, ha declarado que no lo matará "por ahora". El papel de EU en el conflicto hasta el momento ha sido mayormente defensivo, ofreciendo apoyo a Israel para interceptar ataques, pero resistiendo la presión para unirse a acciones ofensivas directas dentro de Irán.
VGB
