El gobierno francés inició este miércoles una operación de controles migratorios en las principales estaciones de ferrocarril y autobús, con 4,000 agentes desplegados, según anunció el ministro del Interior, Bruno Retailleau.
El objetivo de esta operación de dos días de duración es detectar a inmigrantes sin papeles en estaciones de ferrocarril y autobús, explicó Retailleau en unas declaraciones a la emisora Europe1. "Los clandestinos no son bienvenidos en Francia", recalcó.
Agregó que también se han reintroducido los controles "mucho más estrictos" en torno a las fronteras, a cargo de lo que denominó una "fuerza nacional" compuesta de policías, gendarmes, aduaneros y militares.
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Retailleau añadió que desde comienzos de año han sido detenidos 47,000 extranjeros en situación irregular y recalcó su objetivo de trabajar en el seno de la Unión Europea para modificar algunas normas a fin de poder agilizar las expulsiones.
El ministro, que fue recientemente elegido presidente del partido conservador Los Republicanos (LR), ha hecho de la lucha contra la inmigración irregular una de sus banderas, en un intento de recuperar terreno electoral frente a la extrema derecha de Marine Le Pen.
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Política migratoria en Francia y su similitud con Trump
En 2025, la política migratoria de Francia ha endurecido su enfoque bajo la influencia de discursos nacionalistas y presiones internas sobre seguridad y empleo.
La ley migratoria aprobada a finales de 2023 e implementada plenamente en 2024 endureció los requisitos para obtener permisos de residencia, restringió el acceso a beneficios sociales para migrantes irregulares y facilitó las deportaciones, especialmente de personas consideradas “amenazas al orden público”.
También se ha fortalecido el control fronterizo y se han incrementado los procedimientos para limitar la inmigración familiar.
Este enfoque tiene similitudes notables con la política migratoria de Donald Trump en Estados Unidos, quien en 2025 ha retomado medidas restrictivas como la reinstauración de deportaciones aceleradas, el reforzamiento del muro fronterizo con México y el endurecimiento de los procesos de asilo.
Ambos modelos comparten un discurso centrado en la “seguridad nacional”, el control fronterizo estricto y la reducción del atractivo del país para migrantes irregulares.
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Aunque el contexto político y legal difiere entre ambos países, Francia y EU coinciden en adoptar políticas migratorias más restrictivas y controversiales, lo que ha generado críticas de organismos de derechos humanos y tensiones sociales internas.
VGB