La versión más aceptada en torno al fin de la Segunda Guerra Mundial establece que el telón del conflicto que causó millones de muertes comenzó a caer el 30 de abril de 1945, en la Cancillería de Berlín, sitio en el que Adolf Hitler se suicidó junto con su esposa Eva Braun, no sin antes dar instrucciones a sus cercanos para incinerar su cuerpo e impedir que cayera en manos del Ejército Rojo soviético, que ya había entrado a la capital alemana.
Siete días después de la muerte de Hitler, el ejército alemán firmó la capitulación ante el mando de las tropas de Estados Unidos destacadas en Francia, lo que puso fin al conflicto en Europa, iniciado en 1939 con la invasión nazi a Polonia.
No obstante, hay quienes no aceptan esa versión y sostienen que nunca pudo confirmarse de manera irrefutable que el cadáver carbonizado que los soviéticos hallaron en el patio de la Cancillería fuera el del fundador del partido nacionalsocialista de Alemania. Más aún, una teoría afirma que en realidad el Führer escapó de Berlín, aprovechó la red que los espías alemanes tejieron décadas antes de la guerra para escabullirse hasta el sur de América, región en la que vivió hasta su muerte, en los años 70.
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El periodista argentino Abel Basti, autor de los libros “Bariloche nazi”, “Hitler en Argentina”, "El exilio de Hitler”, entre otros, sostiene en otro de sus trabajos, “Las fotos de Hitler después de la guerra”, que el dictador fue retratado en Colombia en 1954.
Esa imagen, sostiene el periodista, llegó a manos de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), que octubre de 1955 recibió un reporte de David Brixnor, jefe de la delegación de la agencia en Caracas, Venezuela, en torno a una confidencia hecha por un militar holandés que había servido en las fuerzas armadas británicas durante la Segunda Guerra, pero que mantenía buenas relaciones con los nazis.
El holandés había dicho al hombre que contactó a la CIA que “Adolf Hitler sigue vivo. Phillip Citröen (el militar holandés) dijo haber contactado a Hitler más o menos una vez al mes en Colombia, en su viaje de Maracaibo a ese país como un empleado de la KNSM”.
De Alemania a Argentina
A partir de hechos documentados, como la huída de destacados nazis que aparecieron en Argentina años después de la guerra, como Adolf Eichmann, el llamado arquitecto de la “solución final”, el término usado para definir al exterminio de los judíos, Basti recopiló testimonios, documentos desclasificados por la CIA, así como otros recabados en los archivos de Colombia y Argentina.
Así hiló el relato de una fotografía que, asegura, muestra que Hitler vivió tranquilo, impune, al menos dos décadas después de la fecha oficial de su muerte, moviéndose a través de Chile, Colombia, Argentina y aún Bolivia.
Según su teoría, la huída pudo concretarse mediante dos opciones, un vuelo que salió del Berlín destruido por la guerra con pasajeros desconocidos en mayo de 1945 y aterrizó en Argentina; o bien, escondido en un submarino U boot, que fueron el terror en el Atlántico y se entregaron en Buenos Aires semanas después de finalizada la guerra.
Contexto: Los buques mexicanos “Potrero del llano” y “Faja de oro”, fueron hundidos por submarinos U boot alemanes, lo que provocó que México le declarara la guerra a las naciones del Eje Alemania-Italia-Japón.
