GEOPOLÍTICA

EU, China y Rusia: el regreso y peligros de la nueva Guerra Fría y las “esferas de influencia”

Donald Trump, Vladimir Putin y Xi Jinping buscan crear fuertes áreas de influencia regional; pero potencias medias y el rompimiento de acuerdos podrían romper dichas esferas

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Las grandes potencias mundiales como Estados Unidos, China y Rusia podrían encaminarse a un nuevo orden mundial con esferas de influencia geopolítica, de acuerdo con el columnista de Blooomberg, Hal Brands, profesor de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de Johns Hopkins University, advierte sobre el resurgimiento de esta idea geopolítica.

De acuerdo con el autor, las esferas de influencia no son inusuales. Desde siempre las potencias han buscado dictar el destino de naciones más débiles. Estas esferas ofrecen ventajas como "protección (un colchón geográfico contra rivales); proyección (una base segura desde la cual proyectar poder más lejos); beneficio (acceso privilegiado a recursos y mercados); y prestigio en un mundo consciente del estatus".

Sin embargo, Brands señala que la propia historia de Estados Unidos incluye la creación de una "masiva esfera de influencia en los primeros 150 años de su historia" en América del Norte y América Latina. Durante la Guerra Fría, EU estableció bloques de alianzas en Europa Occidental y Asia Oriental, aunque sin constituir un imperio formal.

El desafío de China y Rusia al orden unipolar estadounidense

Tras el fin de la Guerra Fría, recuerda Brands, surgió una era unipolar con Estados Unidos como principal potencia. No obstante, Rusia y China han buscado activamente establecer sus propias esferas de influencia regionales. Putin, por ejemplo, ha trabajado durante 25 años para revivir la influencia de Moscú en su "vecindario cercano". Xi Jinping promueve una "Asia para los asiáticos", insinuando la exclusión de Washington de la región.

Según el análisis del politóligo de la Universidad Johns Hopkins, la administración Trump mostró cierta apertura a esta idea. Brands menciona que muchas de las "entrañas" de Trump, como su "ambivalencia sobre las alianzas de EU, su anhelo de buenas relaciones con el presidente ruso Vladimir Putin y el líder chino Xi Jinping, se adaptan bien a la diplomacia de esferas de influencia".

Incluso, advierte el analista, se ha hablado de un "Monroe Doctrine 2.0".

Peligros de un mundo dividido en "esferas de influencia"

Aunque la idea de dividir el mundo entre las grandes potencias puede parecer atractiva para evitar conflictos a corto plazo, Brands advierte que podría ser "más oscura y más peligrosa de lo que creen sus defensores".

  • Inestabilidad y Proliferación Nuclear: Un mundo con múltiples esferas de influencia podría llevar a una "proliferación nuclear desenfrenada". La historia de la Guerra Fría demuestra que incluso con esferas definidas, las "cambios en el equilibrio militar produjeron crisis de alto riesgo".
  • Resistencia de las potencias medias: Países como Polonia y Japón "no darán la bienvenida a la vida en regiones gobernadas por rivales acérrimos" y podrían resistir o buscar armas nucleares para preservar su independencia.
  • Acuerdos no duraderos: Las esferas de influencia son tan duraderas como el equilibrio de fuerzas que las produce. Si los acuerdos con Moscú y Beijing simplemente les dan posiciones más fuertes, podrían ser solo el comienzo de sus esfuerzos por alterar el orden existente. Brands argumenta que líderes como Putin y Xi Jinping no son hombres con "ambiciones modestas", sino que están impulsados por "ideologías de grandeza".

Un futuro incierto

Por el momento, este escenario es hipotético, pero los "contornos de un mundo de esferas de influencia se están volviendo más visibles" a medida que las potencias revisionistas avanzan y el compromiso de Estados Unidos para prevenir tal mundo disminuye. Brands concluye que este no es un futuro del que los estadounidenses disfrutarán, sin importar lo tentador que pueda sonar en este momento