La relación entre el Gobierno de Estados Unidos y los medios vive su momento más tenso en décadas. Con insultos directos del presidente Donald Trump, la creación del sitio oficial “Media Offenders” para señalar a periodistas y críticas constantes desde la Casa Blanca, organizaciones internacionales alertan sobre un clima de creciente hostilidad que amenaza la libertad de prensa, un pilar histórico de la democracia estadounidense.
En ese sentido, el actual Gobierno estadounidense mantiene una relación adversa con los medios de comunicación. El presidente Donald Trump volvió a generar polémica al llamar “cerda” a una reportera que lo cuestionó sobre su vínculo con el caso Jeffrey Epstein, un ataque verbal que refuerza el patrón de confrontación directa con periodistas críticos.
La secretaria de prensa, Karoline Leavitt, también ha endurecido el discurso. Asegura que gran parte de su labor es lidiar con lo que considera “caracterizaciones inexactas” publicadas por corresponsales de la Casa Blanca. “Las noticias falsas que vemos salir de este edificio a diario… es realmente abrumador seguirlas todas”, declaró recientemente.
Te podría interesar
TAMBIÉN PUEDES LEER: Supremo de EU podría ampliar poder de Trump sobre agencias
“Media Offenders”, el nuevo instrumento oficial para señalar a la prensa
Como respuesta a las críticas mediáticas, la Casa Blanca lanzó el portal “Media Offenders”, un sitio oficial que clasifica contenidos periodísticos en categorías como “sesgo”, “mentira”, “mala praxis”, “omisión de contexto”, “caracterización errónea” o “locura de izquierda”.
Te podría interesar
El portal incluye un “Salón de la Vergüenza”, ya con cuatro páginas publicadas, donde se señala públicamente a periodistas y medios específicos, mostrando sus nombres y publicaciones consideradas “ofensivas”.
Para Katherine Jacobsen, coordinadora del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), esta práctica es extremadamente preocupante:
“Si el lenguaje que se usa en el sitio parece una campaña de desprestigio, y huele a campaña de desprestigio, probablemente lo sea… crea una estructura permisiva para posibles ataques verbales y físicos.”
Jacobsen añade que señalar directamente a reporteros que investigan asuntos públicos “enrarece el ambiente y vuelve menos seguro su trabajo”.
El analista Jonathan Katz, del Brookings Institution, coincide:
“Esto puede tener un efecto disuasorio sobre la libertad de expresión y los medios independientes… observamos atentamente cómo afecta esto a la libertad de prensa en Estados Unidos.”
TAMBIÉN PUEDES LEER: Jimmy Kimmel renueva con la ABC tras escándalo con Donald Trump
La libertad de prensa como fundamento constitucional
La propia estructura democrática de Estados Unidos se sustenta en una prensa libre. La Primera Enmienda prohíbe explícitamente que el Congreso promulgue leyes que restrinjan la libertad de expresión o de prensa.
Este principio ha sido defendido desde los orígenes del país. La declaración de derechos de Virginia (1776) afirmaba que “la libertad de prensa es uno de los mayores baluartes de la libertad y solo puede ser restringida por gobiernos despóticos”.
El legendario editor del Washington Post, Ben Bradlee, resumió la tensión natural entre prensa y poder:
“Nunca conseguirás que un periodista diga que las relaciones con el Gobierno son buenas… simplemente tienen que mantenerse al margen.” Pero hoy, según expertos, la confrontación ha alcanzado niveles inéditos.
Trump, el presidente más hostil con la prensa según expertos
De acuerdo a expertos en medios de comunicación, el sitio “Media Offenders”, las restricciones de información del Pentágono y las demandas del presidente contra medios que publicaron investigaciones desfavorables son parte de una ofensiva sin precedentes contra periodistas y organizaciones informativas.
La polarización también se refleja en la valoración ciudadana sobre la cobertura mediática.
Según una encuesta del Pew Research Center realizada antes de las elecciones del 5 de noviembre de 2024:
- 60 % de los votantes republicanos considera deficiente la cobertura de los medios.
- 77 % de los votantes demócratas afirma que los medios están haciendo una buena labor.
La presión del Gobierno estadounidense sobre los medios, sumada a la polarización social y el lenguaje cada vez más agresivo desde la Casa Blanca, configura un escenario peligroso para la libertad de prensa.
AJA
