El Congreso peruano autorizó la presencia de personal militar de Estados Unidos durante todo 2026. La resolución permitirá el ingreso de unidades armadas sin trámites adicionales para el porte de equipo. La votación cerró con 73 apoyos, 25 rechazos y dos abstenciones.
El permiso establece que contingentes de fuerzas especiales del Departamento de Defensa operarán de manera continua a lo largo del año. La autorización incluye desplazamientos y ejercicios en diversas zonas del país.
El material que portará el equipo estadounidense incluirá fusiles M4, pistolas Glock o M17, ametralladoras M249 y M240, lanzagranadas M320 y morteros. También utilizarán fusiles de francotirador XM2010, M110 SAS y M22, además de escopetas.
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El documento oficial señaló que las actividades se centrarán en entrenamientos conjuntos con las Fuerzas Armadas peruanas y la Policía Nacional. Los relevos del personal ocurrirán cada tres a seis meses, según la planificación acordada.
Las operaciones se desarrollarán en regiones como Lima, Callao, Loreto, San Martín, Cusco y Ayacucho, entre otras.
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Contexto regional
Autoridades peruanas indicaron que este tipo de autorizaciones se aprueba de manera periódica y no respondía a tensiones recientes entre Washington y Caracas. La resolución se presentó en un escenario de mayor actividad militar estadounidense en el Caribe y el Pacífico oriental.
La administración de Donald Trump incrementó sus acciones contra lo que describió como redes criminales que utilizan rutas cercanas a Venezuela. El gobierno estadounidense sostuvo que busca interrumpir circuitos de tráfico de drogas.
Desde septiembre, unidades estadounidenses realizaron 21 ataques contra embarcaciones clasificadas como narcolanchas en zonas del Caribe y del Pacífico. El secretario de Guerra, Pete Hegseth, afirmó que las operaciones contra estos grupos continuarán en los próximos meses.
Reportes oficiales señalaron que estas acciones produjeron la muerte de más de 80 tripulantes de distintas embarcaciones. Los procedimientos motivaron cuestionamientos sobre su conformidad con normas internacionales.
El presidente Trump advirtió que su equipo se prepara para iniciar incursiones terrestres contra cárteles del narcotráfico dentro de Venezuela. Sus declaraciones incrementaron la tensión diplomática en la región.
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Alcance hemisférico
Esta semana el mandatario estadounidense expresó que cualquier país implicado en la producción o traslado de drogas hacia territorio estadounidense podría enfrentar operaciones similares. Sus declaraciones mencionaron el caso de Colombia.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, respondió que un ataque contra territorio colombiano significaría un acto de agresión. Su postura marcó un intercambio diplomático que amplió el foco del debate regional.
La administración Trump también difundió un documento que describió como una guía estratégica para reforzar la presencia de Estados Unidos en América Latina. El texto retomó principios históricos de la política exterior estadounidense y los adaptó a nuevas prioridades.
La estrategia plantea un reacomodo del despliegue militar global para centrar recursos en el hemisferio. El documento establece criterios para orientar operaciones y responder a lo que Washington considera amenazas urgentes.
En Perú, la aprobación del ingreso de tropas generó discusiones internas. Sectores críticos señalaron que la medida puede influir en decisiones de seguridad y en la coordinación operativa durante 2026.
La permanencia anual de tropas estadounidenses en territorio peruano se integrará a los mecanismos de cooperación existentes. Las autoridades supervisarán los desplazamientos y ejercicios acordados dentro del cronograma oficial.
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VGB
