A lo largo de las ediciones del Premio Nobel de la Paz, nueve galardonados no estuvieron presentes en Oslo durante la entrega. Cada caso respondió a circunstancias vinculadas con restricciones estatales, encarcelamiento o la decisión de evitar un desplazamiento que pudiera afectar su situación en su país.
La relación incluye a María Corina Machado, distinguida este 2025. La dirigente venezolana no llegó a tiempo al acto y su hija, Ana Corina, recibió el reconocimiento y leyó el mensaje enviado por la premiada.
Otros casos previos involucraron limitaciones para salir de territorio nacional o riesgos asociados con un posible retorno. En varios episodios, los familiares ocuparon el lugar del laureado durante la ceremonia.
Te podría interesar
Impedimentos por detención o bloqueo oficial
Cinco de los primeros ocho distinguidos permanecieron bajo custodia o tuvieron una negativa directa de su gobierno para viajar a Noruega.
- Carl von Ossietzky (1935): El periodista alemán estaba internado en un campo de concentración cuando el Comité anunció el premio. Las autoridades alemanas negaron su salida, y el escritor murió en 1938, aún en condiciones de detención.
- Liu Xiaobo (2010): El académico y activista chino estaba encarcelado durante la entrega. El gobierno chino bloqueó la asistencia de su familia. La ceremonia mostró una silla vacía para señalar su ausencia.
- Ales Bialiatski (2022): El defensor de derechos en Bielorrusia permanecía en prisión. Su esposa lo representó en el acto.
- Narges Mohammadi (2023): La activista iraní se encontraba en reclusión. Sus hijos acudieron a la ceremonia y compartieron el texto enviado desde su lugar de detención.
También figuró el caso de Andréi Sájarov (1975). El científico soviético obtuvo el reconocimiento, pero la Unión Soviética no autorizó su salida. Su esposa, Yelena Bonner, recibió el premio en su representación.
Te podría interesar
TAMBIÉN LEE: ¿Quién es María Corina Machado, primera venezolana galardonada con el Premio Nobel de la Paz?
Decisiones tomadas por temor a represalias
Dos galardonados resolvieron no viajar a Noruega para evitar complicaciones con sus gobiernos.
- Lech Walesa (1983): El dirigente sindical de Solidarnosc optó por no desplazarse a Oslo. Informó que podría enfrentar dificultades para volver a Polonia. Su esposa y uno de sus hijos asistieron en su lugar.
- Aung San Suu Kyi (1991): La líder birmana continuaba en arresto domiciliario. La junta militar autorizó el viaje, pero ella permaneció en su país por miedo a no poder regresar. Su esposo y sus dos hijos recibieron el premio, y el auditorio colocó una silla vacía para indicar su ausencia.
Caso distinto: renuncia al reconocimiento
El diplomático vietnamita Le Duc Tho (1973) no figura entre los ausentes forzados. Él rechazó el premio compartido con Henry Kissinger al señalar que el conflicto en Vietnam seguía activo.
VGB
