GRETA THUNBERG

Las controversias de Greta Thunberg, de Gaza a Venecia

Thunberg acumuló nuevas críticas tras la protesta en el Gran Canal de Venecia; sus acciones en flotillas rumbo a Gaza y sus posiciones políticas mantuvieron el debate sobre su activismo

Las controversias de Greta Thunberg, de Venecia a GazaCréditos: Especial
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Greta Thunberg protagonizó una nueva polémica esta semana en Venecia al participar en una intervención que tiñó de verde el Gran Canal, la cual se suma a una serie de controversias que han acompañado su trayectoria pública. La acción ocurrió durante el fin de semana previo al 25 de noviembre de 2025, en el cierre de la COP30 en Brasil. Extinction Rebellion informó que el tinte empleado era un colorante fluorescente utilizado en estudios hidrológicos.

Treinta y cinco activistas tomaron parte en la intervención. El grupo desplegó una manta con el mensaje “Stop Ecocide” sobre el Puente de Rialto y organizó una caminata silenciosa entre turistas, con vestimentas rojas y el rostro cubierto. La protesta formó parte de una jornada que incluyó acciones similares en varias ciudades italianas.

El gobernador de Véneto, Luca Zaia, declaró que la iniciativa no contribuía al debate ambiental y que buscaba generar atención mediática. Las autoridades impusieron a Thunberg y al resto de participantes un veto temporal de ingreso a la ciudad durante 48 horas y una multa de 150 euros.

La intervención en Venecia se incorporó a una lista de episodios que generaron discusión pública sobre las formas y los alcances del activismo encabezado por Thunberg en distintos países.

Críticas a la construcción de su figura pública

Desde que Thunberg inició su actividad pública, surgieron cuestionamientos sobre el efecto que provocó su origen social en la difusión global de su mensaje. Diversos actores señalaron que su contexto nacional y su perfil facilitaron su exposición en medios internacionales. En ese marco, algunos análisis la describieron como parte de estrategias comunicacionales impulsadas por personas y organizaciones interesadas en promover agendas ambientales.

Una investigación del diario británico The Times situó tras su emergencia pública a empresas, especialistas y un centro de pensamiento fundado por un exministro sueco relacionado con proyectos energéticos. El reportaje describió un entorno que buscaba posicionar iniciativas vinculadas a la transición climática.

También surgió el debate sobre la autoría de la huelga escolar de los viernes. Versiones de prensa atribuyeron la idea inicial al fundador de la plataforma We Don’t Have Time, Ingmar Rentzhog. El tema generó cuestionamientos sobre la manera en que distintas organizaciones acompañaron su movimiento.

Otra línea crítica señaló que mensajes de pueblos indígenas en América Latina expusieron durante décadas argumentos similares sin obtener atención equivalente. Voces latinoamericanas afirmaron que estos discursos quedaron fuera del debate en comparación con la repercusión del movimiento juvenil.

Thunberg enfrentó además comentarios sobre el tono de sus intervenciones en foros internacionales. Sus frases de alerta climática generaron reacciones que cuestionaron su enfoque y la forma en que presentaba riesgos ambientales.

Choques con líderes internacionales

El desarrollo de su activismo generó respuestas directas de jefes de Estado. Donald Trump reaccionó públicamente tras su discurso en la ONU en 2019 mediante un mensaje irónico en redes sociales. Thunberg modificó temporalmente su biografía en la plataforma X con la frase utilizada por el presidente, quien este 2025 volvió a referirse a ella como una "alborotadora".

En Brasil, Jair Bolsonaro se refirió a ella con un término despectivo. Thunberg replicó la palabra en su perfil digital. El intercambio formó parte de una serie de confrontaciones retóricas entre figuras políticas y la activista.

El presidente ruso, Vladímir Putin, también opinó sobre ella y planteó que su visión no consideraba necesidades de países en desarrollo. Sus declaraciones provocaron un nuevo episodio de debate internacional alrededor de la influencia de Thunberg.

Posicionamientos sobre Palestina y nuevas controversias

En 2023, Thunberg amplió su agenda hacia temas vinculados con conflictos y derechos humanos. Expresó apoyo a Ucrania, Armenia y Palestina, y relacionó esas posiciones con su concepción de justicia global. Ese mismo año mostró un cartel con la frase “Stand With Gaza” y pidió un alto el fuego inmediato.

Sus declaraciones generaron reacciones en Europa. En Alemania, un político local la acusó de utilizar expresiones que, según él, se acercaban a frases antisemitas en una manifestación en Mannheim en 2024. Integrantes de Fridays for Future rechazaron esa versión.

En Israel, el Ministerio de Educación eliminó referencias a Thunberg en materiales escolares. La dependencia comunicó que su figura no coincidía con el enfoque educativo que buscaba promover a partir de ese momento.

En mayo de 2024, la policía sueca detuvo a Thunberg durante una protesta contra el Festival de Eurovisión en Malmö. Meses después, en septiembre, la policía danesa la arrestó en una manifestación en Copenhague. Ambas protestas se centraron en demandas de alto el fuego en Gaza.

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Flotillas rumbo a Gaza y detenciones en 2025

En 2025, Thunberg se unió a dos embarcaciones que pretendieron llegar a Gaza: la Flotilla de la Libertad en junio y la Global Sumud Flotilla entre agosto y septiembre. Ambas misiones transportaban ayuda humanitaria y navegaron hacia la franja en aguas internacionales.

Fuerzas israelíes interceptaron los barcos y detuvieron a los participantes. Thunberg fue deportada a Grecia después del primer operativo y a Eslovaquia tras el segundo. La activista declaró ante funcionarios suecos que experimentó trato inapropiado en un centro de detención israelí e informó sobre condiciones adversas durante su reclusión.

Organizaciones de apoyo legal reportaron que otros participantes de las flotillas describieron situaciones similares. Los testimonios mencionaron limitaciones de agua y alimentos y prácticas que, según los denunciantes, buscaron intimidar a los detenidos.

En la primera misión de 2025, el barco Madleen rescató a un grupo de personas de origen sudanés en el Mediterráneo. Un medio español presentó ese episodio como una forma de traslado ilegal de migrantes y vinculó a Thunberg con ese señalamiento.

Israel declaró que las flotillas buscaban generar contenido de impacto y señaló que existen vías oficiales para el ingreso de ayuda. La cancillería afirmó que las travesías independientes no formaban parte de esos procedimientos.

VGB