En las rondas preliminares de Miss USA 2025, Mary Sickler, representante de Nevada, realizó un gesto que transformó la narrativa del certamen. A los 22 años, la modelo desfiló sin peluca ni peinado elaborado, convirtiéndose en la primera mujer calva en los 72 años de historia del concurso.
Su decisión surgió de una experiencia personal que cambió su vida. A finales de 2024, Sickler recibió el diagnóstico de alopecia universalis, una condición autoinmune que provoca la pérdida total del vello corporal. Durante meses intentó adaptarse a su nueva imagen. En entrevista con la revista PEOPLE, recordó: “Tenía el cabello a mechones, las pestañas habían desaparecido por completo, no tenía cejas y, sinceramente, ya no me reconocía”.
De la pérdida al escenario
Antes de su diagnóstico, Sickler era conocida por su “cabello voluminoso y glamuroso”, según relató al programa Today. La caída progresiva de su cabello fue, para ella, uno de los momentos más duros de su trayectoria. En julio de 2025 decidió afeitar los últimos mechones que aún conservaba.
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El escenario del Miss USA se convirtió en su espacio de decisión y fortaleza. En la ronda de trajes de baño apareció con una peluca castaña, pero durante el desfile de traje de noche optó por mostrar su cabeza descubierta. Llevaba un vestido plateado y un tocado brillante con pedrería, elaborado por amigos y familiares como muestra de apoyo.
Un acto que cambió la conversación
El momento provocó una ovación del público y generó una conversación sobre la inclusión y la salud emocional. “Fue algo que nunca imaginé hacer”, declaró la concursante sobre su decisión de quitarse la peluca en el escenario.
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Desde sus redes sociales, la joven expresó orgullo por haber representado a las personas con alopecia universal. “Me enorgullece ser la primera mujer que acepta su alopecia universal en desfilar en el escenario de Miss Estados Unidos. Mi confianza no se define por mi cabello, sino por la mujer que soy y los valores que defiendo”, escribió en Instagram junto a fotografías de su presentación.
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Redefinir la belleza desde la autenticidad
El gesto de Sickler trascendió el concurso. Su mensaje resonó entre quienes enfrentan condiciones similares, y su historia se convirtió en símbolo de fortaleza y aceptación. “La verdadera belleza nunca se trata de lo que se pierde; se trata del amor, la fuerza y la resiliencia que se adquieren en el camino”, afirmó en esa misma publicación.
Durante un encuentro con medios estadounidenses, expresó que ahora se siente “más hermosa” que nunca. Su aparición sin peluca no solo marcó un precedente en Miss USA, sino que también abrió un espacio de diálogo sobre la autoestima, la identidad y la redefinición de los estándares de belleza en los concursos de este tipo.
VGB