Edgar Alves de Andrade, conocido como Doca, es el segundo hombre más poderoso del Comando Vermelho (CV), solo por debajo de los históricos líderes Marcinho VP y Fernandinho Beira-Mar.
Era el principal objetivo de la Operación Contención, desplegada esta semana en los complejos de Alemão y Penha, en Río de Janeiro. Sin embargo, el criminal logró escapar tras ordenar bloqueos armados con sicarios, confirmaron las autoridades.
La red de denuncias anónimas ofrece una recompensa de 100 mil reales (unos 18 mil dólares) por información que conduzca a su captura.
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Contexto: Una carrera criminal de dos décadas
Nacido en 1970, Doca comenzó su historial delictivo hace más de veinte años. En 2007 fue arrestado por tráfico de drogas, aunque poco después recuperó su libertad. Desde entonces, ascendió hasta convertirse en uno de los principales operadores financieros y estratégicos del CV.
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De acuerdo con investigaciones, ha estado implicado en múltiples homicidios, torturas y tráfico de armas, incluido el uso reciente de drones con explosivos contra la policía. Su expediente judicial supera las 180 páginas, con 176 antecedentes penales registrados hasta 2023.
El Comando Vermelho: medio siglo de poder criminal
El Comando Vermelho nació en los años setenta dentro de una prisión durante la dictadura militar brasileña. Lo que comenzó como una alianza entre presos políticos y delincuentes comunes terminó convirtiéndose en una organización armada que dominó las favelas de Río en los ochenta, al incursionar en el narcotráfico con cocaína colombiana.
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Hoy, el CV controla más del 51% de las zonas dominadas por grupos armados en la Región Metropolitana de Río, según el Instituto Fogo Cruzado y la Universidad Federal Fluminense. Su modelo descentralizado, similar a una “franquicia del crimen”, ha permitido su expansión a 25 estados brasileños y regiones clave como la Amazonia.
Una guerra que no termina
La Operación Contención —con más de 100 víctimas mortales— ha sido catalogada como la más sangrienta en la historia reciente de Brasil. A pesar de las acciones policiales, las autoridades reconocen que las facciones como el CV continúan ampliando su poder gracias al tráfico de armas, drogas y oro ilegal.
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Cinco décadas después de su fundación, el Comando Vermelho sigue siendo el emblema del crimen organizado brasileño, y Doca su rostro más desafiante: el hombre que, una vez más, logró escapar del Estado.
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