El medio estadounidense The New York Times informó que el Senado de Estados Unidos aprobó una resolución para terminar con los aranceles del 50% que el presidente Donald Trump impuso a Brasil. La votación cerró con 52 votos a favor y 48 en contra.
Entre los votos favorables se registró el apoyo de varios senadores republicanos, quienes cruzaron las líneas partidistas para respaldar una medida que rechaza la declaración de emergencia que justificó dichos gravámenes.
La decisión envió una señal directa de desacuerdo hacia la política comercial del presidente, especialmente en un contexto donde la balanza comercial con Brasil se mantiene con superávit para Estados Unidos.
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Rebelión interna
Cinco senadores republicanos se unieron a los demócratas: Rand Paul (Kentucky), Mitch McConnell (Kentucky), Susan Collins (Maine), Lisa Murkowski (Alaska) y Thom Tillis (Carolina del Norte). Paul fue el único patrocinador republicano de la iniciativa.
Los legisladores señalaron dos motivos principales: el uso del poder presidencial bajo una supuesta emergencia nacional y el impacto económico de los aranceles. McConnell advirtió que estas medidas “encarecen tanto la construcción como la compra en Estados Unidos” y recordó que las guerras comerciales “suelen generar más daño que beneficio”.
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Presión sobre la economía
Los aranceles del 50% a productos brasileños como el café, el petróleo y el jugo de naranja generaron aumentos de precios en el mercado interno. Desde septiembre de 2024, el precio del café, del cual Brasil abastece el 30% del mercado estadounidense, subió un 19%.
El costo promedio de una libra de café molido creció 41% en el mismo periodo, y la carne registró un aumento del 15%.
El senador Thom Tillis subrayó que el superávit comercial con Brasil vuelve innecesaria una política de castigo económico, ya que “Brasil no representa una amenaza al comercio estadounidense”.
Debate constitucional
Los republicanos que respaldaron la resolución también cuestionaron el fundamento legal del decreto. Argumentaron que la administración Trump invocó una ley de la era de la Guerra Fría para declarar una emergencia nacional y justificar los aranceles. Rand Paul calificó esta maniobra como un “abuso del poder de emergencia”, afirmando que “no gustarle una política comercial no constituye una emergencia nacional”.
El senador demócrata Tim Kaine, principal patrocinador de la medida, sostuvo que la declaración presidencial se utilizó con fines políticos y que el Congreso mantiene la autoridad constitucional sobre comercio e impuestos.
El origen de los aranceles
La administración Trump anunció los aranceles en agosto de 2025, argumentando que el gobierno brasileño incurrió en “violaciones de derechos humanos que socavan el Estado de derecho”. Días antes, Trump había enviado una carta al presidente Luiz Inácio Lula da Silva solicitando el fin del proceso judicial contra Jair Bolsonaro, acusado de conspirar en un intento de golpe.
Durante el debate legislativo, Kaine cuestionó esa justificación y dijo que “proteger a un aliado político no constituye una emergencia que afecte a Estados Unidos”.
Escenario político y comercial
Aunque el resultado en el Senado reflejó un quiebre dentro del Partido Republicano, la medida enfrenta obstáculos en la Cámara de Representantes. Los líderes republicanos de la Cámara modificaron las reglas para impedir que resoluciones similares lleguen a votación antes de marzo de 2026. En caso de avanzar, Trump podría vetar la legislación.
Kaine declaró que espera que el mensaje bipartidista influya en la administración y lleve al presidente a reconsiderar su estrategia arancelaria. Mientras tanto, el gobierno de Brasil intensificó sus relaciones comerciales con China, que aprovechó el contexto para ampliar sus exportaciones de café y otros productos al mercado asiático.
Diálogo en curso
El 26 de octubre, los presidentes Lula y Trump se reunieron en Malasia. Según The New York Times, Lula solicitó el retiro del “tarifazo del 50%” y propuso una mesa de negociación bilateral. Ambos mandatarios acordaron que sus equipos buscarán una solución inmediata al conflicto comercial. Lula afirmó que los aranceles se basan en “una tesis sin fundamento” y reiteró que su país busca mantener una relación de cooperación económica con Estados Unidos.
VGB
