ESTADOS UNIDOS

¿Qué decían los chats racistas de jóvenes republicanos?

La publicación de 2,900 páginas de chats con insultos racistas y elogios a Hitler sacude al Partido Republicano; líderes juveniles republicanos despedidos tras filtración de mensajes con lenguaje de odio y fantasías violentas

Créditos: Especial
Escrito en MUNDO el

Una reciente investigación del diario digital Politico publicada el 14 de octubre de 2025 revela una masiva filtración de 2,900 páginas de chats privados del grupo “RESTOREYR WAR ROOM”, vinculado a los Young Republicans (Jóvenes Republicanos).

En esos mensajes, dirigentes estatales compartieron contenido racista, elogios a Hitler, fantasías de violencia y misoginia. La crisis ha desencadenado despidos, llamados a renuncias y una fuerte condena pública de distintos actores políticos.

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La filtración masiva de mensajes privados ha sacudido al Partido Republicano de Estados Unidos, revelando una cultura tóxica dentro de los republicanos. Los que dirigentes estatales del movimiento compartieron insultos racistas, elogios a Hitler, fantasías violentas y lenguaje misógino.

El material filtrado, que abarca conversaciones entre enero y agosto de 2025, fue verificado por el equipo periodístico de POLITICO y muestra cómo varios dirigentes —algunos con cargos públicos o vínculos con funcionarios del expresidente Donald Trump— usaron sin pudor lenguaje supremacista, bromas sobre el Holocausto y comentarios sobre violación y tortura.

“Genial. Me encanta Hitler.”, escribió Peter Giunta, expresidente de NYSYR (citado por POLITICO)

Los mensajes, recopilados por POLITICO, incluyen más de 251 insultos raciales y sexuales, bromas sobre el genocidio nazi y referencias a los “14/88”, números usados por grupos neonazis para aludir al lema supremacista blanco y al saludo “Heil Hitler”.

Según la investigación, varios de los implicados trabajan o trabajaron en instituciones públicas y campañas republicanas. Entre ellos se encuentra William Hendrix, exasistente del fiscal general de Kansas, Kris Kobach, quien fue despedido tras confirmarse su participación en el chat.

Entre los protagonistas se encuentran líderes actuales o pasados de capítulos estatales en Nueva York, Kansas, Arizona y Vermont. Algunos ocupaban cargos públicos, otros aspiraban a dirigir la Federación Nacional de Jóvenes Republicanos. Todos creían que escribían en un espacio privado. El chat se llamaba RESTOREYR WAR ROOM.

Según POLITICO, los mensajes muestran elogios a las cámaras de gas, referencias ofensivas hacia afroamericanos, judíos, latinos y asiáticos, así como chistes sobre violaciones y torturas. También reflejan divisiones internas dentro del partido y una lucha por el control de las juventudes con una retórica cada vez más extremista.

Tras la filtración:

  • Varios miembros fueron despedidos o perdieron ofertas laborales.
  • Líderes republicanos como Elise Stefanik y Rob Ortt exigieron renuncias.
  • Algunos implicados emitieron disculpas públicas; otros alegan manipulación y conspiración política.

Problema estructural en el Partido Republicano

El escándalo no se limita a los Jóvenes Republicanos: refleja un problema estructural en la cultura política del partido. Según el sociólogo Joe Feagin, citado por Politico, “cuanto más se normaliza el discurso de odio, más se traduce en políticas reales”. Feagin advierte que la retórica deshumanizadora en estos espacios puede anticipar decisiones discriminatorias o autoritarias en el futuro.

El académico Art Jipson, experto en extremismo blanco de la Universidad de Dayton, señaló que los mensajes se asemejan a los intercambios comunes en foros neonazis en línea. “Si lo dices una o dos veces es una broma, pero si lo repites 251 veces deja de serlo”, explicó a Politico.

Varios analistas han conectado la radicalización del lenguaje juvenil republicano con la retórica polarizante de Donald Trump y con figuras mediáticas conservadoras que normalizan insultos raciales o burlas hacia minorías. POLITICO recuerda que, en 2024, Trump difundió videos generados por IA con contenido racista y permitió que comediantes hicieran bromas sobre “sandías” y “puertorriqueños” en sus mítines.