LOS “SUPERANCIANOS”

El cerebro que se niega a envejecer: la ciencia descifra la fórmula de los “Superancianos”

Científicos hallan que algunos mayores conservan un cerebro resistente al tiempo; su estructura y vida social podrían ser la clave para frenar el deterioro de la memoria

Los “Superancianos”: el secreto de quienes no olvidan al envejecerCréditos: Istockphoto | Ilustrativa
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Durante 25 años, investigadores de la Universidad Northwestern en Chicago analizaron a un grupo de personas mayores de 80 años con una memoria tan ágil como la de individuos de 50 o 60. Este grupo, conocido como los “Superancianos” desafía la idea de que el deterioro cognitivo sea una consecuencia inevitable del envejecimiento.

El SuperAging Study, dirigido por la neurocientífica Sandra Weintraub, ha examinado a más de 290 participantes y recibido 77 donaciones cerebrales. Los resultados apuntan a una combinación de factores biológicos, sociales y estructurales que protegen el cerebro del desgaste. “Nuestro objetivo es entender qué hace que algunos cerebros envejezcan mejor que otros”, explicó Weintraub a The New York Times.

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Un cerebro que conserva su juventud

Los cerebros de los Superancianos presentan una estructura similar a la de personas tres décadas más jóvenes. Mientras la corteza cerebral se adelgaza con la edad, en estos individuos se mantiene casi intacta. “El grosor cortical de un Superanciano puede ser comparable al de alguien de 50 años”, indicó la doctora Emily Rogalski, neurocientífica de Northwestern, en entrevista con BBC News.

Uno de los hallazgos más llamativos se encuentra en el giro cingulado anterior, una región vinculada a la motivación y la conducta social. En los Superancianos, esta zona es incluso más gruesa que en adultos neurotípicos de mediana edad. Rogalski señaló que este rasgo “podría reflejar una mayor capacidad para mantener la atención y la conexión emocional con los demás”.

Los estudios post mortem también muestran una abundancia de neuronas de von Economo, asociadas con la empatía y la cognición social. “Estas neuronas son raras, pero en los Superancianos son mucho más numerosas, lo que sugiere una ventaja biológica para la comunicación social”, explicó Weintraub a National Geographic.

Resistencia y resiliencia ante el Alzheimer

Las autopsias de los cerebros de los Superancianos revelaron una resistencia inusual a la enfermedad de Alzheimer. En algunos casos, los científicos no encontraron acumulaciones de proteínas amiloide ni tau. En otros, esas proteínas estaban presentes, pero sin causar deterioro neuronal significativo.

“La clave no siempre está en evitar la patología, sino en resistir sus efectos”, afirmó la doctora Tamar Gefen, neuropsicóloga de Northwestern, durante una entrevista con CNN Health. Esta resiliencia podría estar vinculada a una comunicación más eficiente entre neuronas y una mayor preservación del sistema colinérgico, esencial para la atención y la memoria.

Los investigadores sostienen que este hallazgo podría reorientar la lucha contra el Alzheimer. “Si entendemos cómo el cerebro de un Superanciano sigue funcionando pese a la presencia de proteínas dañinas, podremos desarrollar terapias que fortalezcan esa resistencia natural”, explicó Gefen.

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Los “Superancianos”: el secreto de quienes no olvidan al envejecer: Istockphoto | Ilustrativa 

La paradoja del estilo de vida

El estudio también revela que los Superancianos no comparten un estilo de vida uniforme. Algunos siguen dietas saludables y rutinas de ejercicio, mientras que otros fuman o consumen alcohol con frecuencia. Esta diversidad sugiere que el secreto no reside solo en los hábitos físicos.

Lo que sí comparten, según Rogalski, es una marcada sociabilidad. “Todos ellos mantienen relaciones estrechas y disfrutan del contacto con otras personas”, declaró la científica a BBC News. Esta característica parece actuar como un “ejercicio cognitivo” constante, que mantiene activas las redes neuronales relacionadas con la memoria y la atención.

Los cuestionarios de personalidad aplicados muestran un patrón común: los Superancianos se describen como sociables, optimistas y emocionalmente conectados. Los investigadores creen que esta actitud vital podría reforzar la salud cerebral tanto como cualquier terapia farmacológica.

Sociabilidad y arquitectura cerebral

El vínculo entre sociabilidad y estructura cerebral va más allá de la observación conductual. La mayor densidad de neuronas de von Economo en el giro cingulado anterior refuerza la hipótesis de que las interacciones humanas estimulan las áreas cerebrales relacionadas con la empatía y la toma de decisiones.

“La biología social del cerebro puede ser tan importante como su biología química”, explicó Weintraub en The Guardian. Según la investigadora, el contacto humano no solo mejora el bienestar emocional, sino que también podría ralentizar los procesos neurodegenerativos.

Los Superancianos reportan además menores niveles de depresión y ansiedad que sus pares, lo que podría reducir la exposición prolongada al estrés, un factor conocido por afectar la plasticidad neuronal.

Los “Superancianos”: el secreto de quienes no olvidan al envejecer: Istockphoto | Ilustrativa 

Claves para un envejecimiento cerebral saludable

El estudio ofrece tres líneas de acción para comprender el envejecimiento cerebral saludable:

  1. Fortalecer la resistencia biológica. Comprender cómo las neuronas de los Superancianos se mantienen activas pese a la presencia de proteínas anómalas puede inspirar nuevas terapias.
  2. Reducir la atrofia cortical. Mantener la mente activa y el aprendizaje constante podría conservar el grosor del tejido cerebral.
  3. Fomentar la conexión social.La vida en comunidad y las relaciones personales aparecen como los factores conductuales más sólidos en la protección cognitiva.

“La ciencia está mostrando que la memoria no se pierde por obligación con la edad”, concluyó Rogalski en BBC News. “Algunos cerebros parecen haber encontrado una manera de mantenerse jóvenes”.

Redefinir el envejecimiento

Los hallazgos del SuperAging Study redefinen la comprensión del envejecimiento cerebral. La combinación de anatomía juvenil, resiliencia neuronal y vitalidad social sugiere que la longevidad cognitiva no es un accidente biológico, sino una posibilidad alcanzable.

“Estudiar a quienes desafían el deterioro nos ayuda a entender no solo cómo envejecemos, sino cómo podríamos hacerlo mejor”, afirmó Weintraub en The New York Times. Los Superancianos representan una evidencia científica de que la mente puede conservar su agudeza incluso en las últimas décadas de vida.

VGB