En un país que envejece rápidamente como Corea del Sur, la soledad se ha convertido en uno de los principales problemas de salud pública entre los adultos mayores. Ante la falta de personal de cuidado y el aumento de enfermedades crónicas, la tecnología está ofreciendo soluciones inesperadas.
Los robots de compañía impulsados por inteligencia artificial, diseñados con apariencia infantil, se están convirtiendo en aliados para brindar compañía, monitoreo y apoyo emocional a miles de personas mayores que viven solas.
¿Cómo funcionan los robots cuidadores?
El modelo más popular es Hyodol, un muñeco de aspecto infantil creado por una startup surcoreana. Este robot utiliza un chatbot basado en ChatGPT para conversar con los adultos mayores con voz alegre, recordarles tomar medicinas, avisarles sobre comidas y monitorear su estado de ánimo mediante sensores.
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En caso de emergencia, alerta a familiares o trabajadores sociales. Desde 2019, el municipio de Guro ha distribuido más de 400 unidades, mientras que en todo el país ya circulan más de 12 mil.
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¿Qué impacto tienen en la vida de los adultos mayores?
En una sociedad con altas tasas de soledad y depresión entre adultos mayores, los Hyodols han llenado un vacío emocional.
Muchos los tratan como nietos, los visten, les cocinan e incluso piden ser enterrados con ellos. Según trabajadores sociales, los robots actúan como “ojos y oídos” durante los días en que no hay visitas de cuidadores.
Estudios internos muestran que ayudan a reducir síntomas de demencia y depresión, aunque también existen riesgos: algunos ancianos llegan a depender demasiado de la compañía artificial y a encerrarse en sus casas.
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¿Qué retos y dilemas plantea esta tecnología?
El avance no está exento de cuestionamientos. Expertos en ética advierten sobre riesgos de privacidad, ya que los robots almacenan datos de voz y comportamiento de los usuarios. Además, la simulación de intimidad puede profundizar el aislamiento en ciertos casos.
A nivel operativo, los trabajadores sociales enfrentan una carga extra, pues deben supervisar y reparar los dispositivos, al tiempo que atienden a cientos de adultos mayores. Sin embargo, la crisis de personal de cuidado en Corea del Sur —donde se estima que faltarán 1.55 millones de trabajadores para 2032— ha vuelto a los robots una alternativa casi inevitable.
Proyección global del mercado
El fenómeno no se limita a Corea. Japón, Estados Unidos y Singapur también experimentan con robots de compañía como Paro (una foca mascota), ElliQ (similar a una lámpara) o Dexie (un robot humanoide que dirige juegos en residencias).
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Se estima que el mercado global de robots para cuidado de ancianos alcance los 7.7 mil millones de dólares en 2030. Hyodol ya prepara su lanzamiento internacional, con planes de llegar a Estados Unidos en 2026 y versiones adaptadas a inglés, chino y japonés.