El presidente de Estados Unidos, Donald Trump cumple una semana al frente de la Casa Blanca tiempo en el que ha tomado una serie de medidas para maximizar su poder, provocando un caos político a nivel mundial, así como una enorme división entre los estadounidenses.
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Un tema tratado en el libro White Rural Rage: The Threat To American Democracy (La ira rural blanca: la amenaza a la democracia estadounidense), donde Tom Schaller, politólogo de la Universidad de Maryland, y Paul Waldman, periodista analizan el fenómeno preocupante en la política de Estados Unidos y el creciente descontento de los blancos rurales y su impacto en la estabilidad democrática del país.
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El libro publicado en febrero de 2024, los autores sostienen que los votantes blancos rurales, a pesar de su "desproporcionado poder político", se sienten desatendidos por el sistema político estadounidense, enfrentando desafíos como falta de atención médica, infraestructura en deterioro y declive económico.
Schaller y Waldman exponen cómo este grupo demográfico, que ostenta una influencia electoral significativa, muestra una creciente inclinación hacia posturas racistas, xenófobas y antidemocráticas. De acuerdo con estudios independientes citados en el libro, la población blanca rural es más propensa a creer en teorías conspirativas, a aceptar la violencia como un curso legítimo de acción política y a exhibir tendencias antidemocráticas.
En su análisis, el politólogo y el periodista sostienen que el Partido Republicano y ciertos comentaristas políticos han fomentado esta ira en lugar de abordar los problemas reales que afectan a estas comunidades. Como resultado, se ha generado un ciclo de resentimiento que, lejos de ofrecer soluciones, contribuye al debilitamiento de las instituciones democráticas.
Los autores de White Rural Rage: The Threat To American Democracy explican cómo los republicanos y los líderes parlantes avivan la ira de los blancos rurales en lugar de abordar los difíciles problemas que enfrentan crean un círculo vicioso de resentimientos que están socavando la democracia estadounidense.
El descontento de los votantes blancos
Para Schaller y Waldman de "White Rural Rage" ofrece una perspectiva provocadora sobre el papel de los votantes blancos rurales en la política estadounidense contemporánea, generando tanto elogios como críticas por su análisis y conclusiones. Ambos autores coinciden que el principal problema del trumpismo no es Donald Trump, sino los votantes de Trump.
Mientras los demócratas buscan una equidad entre los votantes blancos rurales y los urbanos, tal parece que los republicanos explotan y utilizan como arma a los votantes blancos rurales para servir a una agenda de extrema derecha que socava a la clase media estadounidense y a otros lugares.
"Necesitamos un único estándar en lugar de un doble estándar asimétrico, donde los estadounidenses rurales tengan que ser pacificados y respetados, sin importar sus opiniones sobre nuestra Constitución, nuestra sociedad pluralista y el conspiracionismo", señalan Schaller y Waldman.
Los autores reflexiona que de seguir teniendo una política desequilibrada en la que se adula a los votantes blancos rurales, pero se les destruye porque los republicanos hace nada por ellos y los demócratas, cuando lo intenta "les muerde la mano".