Pese a que desde el inicio de su campaña y ahora como presidente de Estados Unidos, Donald Trump ha llevado como pilar de su retórica la implementación de aranceles para el reequilibrio del comercio en beneficio de su país, lo cierto es que el impacto real de estos ha sido limitado a lo largo de la historia.
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De acuerdo con información publicada por The Wall Street Journal, si bien los aranceles han aumentado ligeramente los ingresos fiscales, su efecto sobre la inflación, el crecimiento económico y el déficit comercial fue mínimo.
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La publicación describe a los aranceles como aumentos de impuestos inherentemente pequeños, ya que los aranceles solo se aplican a una base de 3,257 billones de dólares como máximo, el valor total de los bienes y servicios que Estados Unidos importa anualmente.
Esto contrasta con el impuesto sobre la renta personal que se aplica a una base mucho mayor de 25,079 billones de dólares. Lo que significa que un arancel del 10% tendría un efecto aproximadamente equivalente a un aumento de 1.3 puntos en las tasas impositivas personales.
Por lo tanto, los aranceles no serían una fuente significativa de ingresos para el Tesoro.
Más riesgos que beneficios
Sin embargo, Trump y su equipo buscan reestructurar el comercio global, considerando medidas como la devaluación del dólar y la modificación del estatus de este como moneda de reserva mundial. Cambios que podrían generar más riesgos que beneficios.
En 2018, cuando Trump anunció el primero de una serie de iniciativas arancelarias que se desplegarían a lo largo de los próximos dos años, los aranceles solo representaban un insignificante 1.1% de los ingresos fiscales federales.
En el año siguiente, las recaudaciones por aranceles aumentaron al 2% una cifra aún insignificante en un gran esquema.
El texto, señala que, pese a que el sistema actual ha mostrado algunas imperfecciones, ha promovido el crecimiento global y la estabilidad.
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Biden impuso sus propios aranceles
Por su parte, durante su campaña Joe Biden prometió derogar los aranceles de Trump, cosa que finalmente no hizo e incluso añadió los suyos propios.
Actualmente, los aranceles representan el 1.7% de los ingresos federales en Estados Unidos.
El texto de The Wall Street Journal, explica que los aranceles no han aumentado la inflación, pese a los temores de los participantes del mercado a que la Reserva Federal ya esté manteniendo una política más estricta de lo que sería de otro modo por miedo a los efectos de los futuros aranceles.
Asimismo, detalla que el incremento de este tipo de impuestos tampoco ha afectado el crecimiento económico de acuerdo con una comparativa del Producto Interno Bruto (PIB) durante los primeros 20 meses de los aranceles de Trump en su primer mandato donde el promedio fue del 2.7%, cifra similar a la del mismo periodo previo a estos donde se registró 2.9%.
Restructuración del sistema de comercio
El informe explica que las propuestas de Trump han generado preocupaciones porque son parte de un programa más amplio para reconfigurar el orden establecido del comercio global con Estados Unidos como centro y el dólar estadounidense como la moneda de reserva mundial.
Pero, según las personas con las que se rodea, parece dispuesto a alterar el orden del comercio global.
El economista Stephen Miran ha sido elegido como presidente de su Consejo de Asesores Económicos y ha defendido los aranceles, controles de capital, impuestos sobre las inversiones extranjeras en valores estadounidenses, la devaluación del dólar e incluso explorar la venta de las reservas de oro de Estados Unidos.
Miran llama a este plan "reestructurar el sistema comercial global".
Por su parte, el vicepresidente JD Vance ha dicho que el estatus del dólar como moneda de reserva ha contribuido a los déficits comerciales persistentes y a los costos de endeudamiento artificialmente bajos que han vaciado la base manufacturera de Estados Unidos y nos han convertido en una nación deudora.
Declaración que contrasta con el hecho de que los empleos manufactureros en Estados Unidos llegaron a su punto más bajo en 2010, ocho años antes de los aranceles de Trump, y han estado aumentando desde entonces.
Para finalizar, el texto sugiere que la administración debería enfocarse en reducir el endeudamiento y mantener incentivos fiscales para impulsar el crecimiento, en vez de continuar con sus amenazas de aranceles que han resultado ineficientes.