"No me arrepiento", declaró Daniel Noboa, presidente de Ecuador sobre el asalto a la Embajada de México en Quito para detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien se encontraba en la sede diplomática desde diciembre pasado pidiendo asilo político.
"Fue una decisión muy difícil de tomar", declaró Noboa en una entrevista para el canal australiano SBS, la primera que ofrece el presidente sudamericano tras el asalto a la embajada de México en Ecuador.
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A pesar de la condena casi unánime de la comunidad internacional que señala violación a la Convención de Viena, por romper la inviolabilidad de una sede diplomática, el mandatario ecuatoriani que México fue el primero en violar las convenciones internacionales.
"Es primero una violación del Gobierno mexicano, a la que luego le sigue otra violación, pero teníamos que actuar, teníamos que tomar una decisión, porque había un plan para escapar del que estábamos al tanto", declaró Noboa, en alusión a que horas antes del asalto a la embajada el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador le otorgó asilo político al exvicepresidente Glas, quien fue acusado por la fiscalía ecuatoriana de peculado, entre otros delitos.
"Nosotros condenamos el hecho de que algunos Gobiernos usen sus embajadas bajo la fachada de un refugio político que en realidad es impunidad, es salvar a los criminales de sus sentencias", indicó el presidente Daniel Noboa.
Durante la entrevista, el mandatario sudamericano indicó que la Convención sobre Asilo de Caracas señala que no se le puede dar asilo a una persona procesada en tribunales ordinarios por delitos comunes.
Y es que sobre el Jorge Glaas pesaba una orden de detención e ingreso en prisión preventiva por el caso de las obras de reconstrucción del fuerte terremoto ocurrido en 2016, donde está imputado por presunto peculado (malversación de fondos públicos).
Además, de que debía volver a prisión para terminar de cumplir una pena de ocho años de cárcel por dos condenas de cohecho y asociación ilícita, de las que ya purgó cerca de cinco años cuando a finales de 2022 fue puesto en libertad por una polémica resolución judicial de medidas cautelares.
"En este caso Jorge Glas tenía una sentencia, y tenía que estar en la cárcel", reiteró Noboa, para quien Glas "tuvo un juicio justo".
Aunque el exvicepresidente, que ocupó el cargo durante el mandato presidencial de Rafael Correa y a inicios de la administración de Lenín Moreno (2017-2021) siempre ha rechazado las acusaciones en su contra y se ha declarado víctima de 'lawfare' (utilización del aparato judicial contra adversarios políticos).
La detención de Glas dentro de la Embajada de México en Quito fue declarada ilegal y arbitraria por un tribunal de Ecuador el pasado viernes, pero quedó encarcelado al tener pendiente de purgar la condena por el caso Sobornos, en el que también fue sentenciado Correa, y por asociación ilícita en el caso Odebrecht.
Noboa quiere que lo vean como "alguien justo"
El mandatario ecuatoriano fue cuestionado sobre si el asalto a la embajada de México en Ecuador fue para fortalecer su imagen de mano dura, pocos días antes de la celebración de un referéndum convocado por él sobre reformas en seguridad, inversiones, justicia y empleo, a lo Noboa respondió que quiere que lo vean como "alguien que es justo, no necesariamente como un tipo duro".
"Si Glas hubiese escapado usando vehículos de la Embajada y aviones del Gobierno mexicano, yo habría parecido muy débil para todos. Ahora que lo he hecho, me ven como muy duro. Es difícil contentar a todo el mundo, pero la mayoría de la gente en el país está feliz con esta decisión", aseveró Noboa.
¿Cómo va a solucionar la crisis con México?
Respecto a la manera que planea solucionar la crisis con México, el presidente ecuatoriano dijo que buscará almorzar con López Obrador.
"Invitaré a López Obrador a comer un ceviche, y probablemente también podemos comer unos tacos y hablar, cuando él esté listo", manifestó.
La irrupción de las fuerzas estatales en la Embajada de México llevó al Gobierno de López Obrador a romper relaciones con Ecuador y denunciarlo ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por considerar que se violó su soberanía y también el derecho internacional.