Toda la confianza y apoyo que había obtenido por parte del Congreso ecuatoriano tras declarar estado de excepción y desplegar todas las fuerzas de seguridad contra pandilleros y terroristas, este sábado 6 de abril estuvo a punto de perderlo el presidente Daniel Noboa, quien perdió el apoyo del partido Revolución Ciudadana en la Asamblea Nacional de Ecuador y, con ello, la mayoría legislativa, tras la ruptura diplomática con México.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
Y es que los 51 diputados del partido Revolución Ciudadana (RC) ya no serán aliados del que llevó a Noboa al poder, pues a partir de hoy se declararon parte de la oposición en protesta por el asalto a la Embajada de México en Quito para cumplimentar la detención del exvicepresidente Jorge Glas, quien acababa de recibir oficialmente el asilo político.
Te podría interesar
Incluso, la vicepresidenta de la Asamblea Nacional y portavoz del grupo parlamentario de RC, Viviana Veloz, manifestó su "rechazo enérgico" a la irrupción diplomática que rompe con los estatutos de la Convención de Viena y el derecho de asilo diplomático, por lo que adelantó que su partido pedirá una sesión inmediata en la Asamblea Nacional, para solicitar la comparecencia de la ministra de Asuntos Exteriores, Gabriela Sommerfeld y abundar en el traslado del exfuncionario a prisión, así como su proceso jurídico.
"Invadir una embajada es atacar a suelo extranjero. Es declararle la guerra a un país y se lo hace en medio de un capricho de un presidente sin razón ni justificación", la secundó la excandidata presidencial y líder de RC, Luisa González, quien, según el diario El Universo, pidió la dimisión inmediata del mandatario.
Sin marcha atrás
El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, ha dado pocas declaraciones desde que más de 14 Estados condenaran sus acciones contra la embajada mexicana o que diplomáticos abandonaran su país; sin embargo, sí ha destacado sus acciones como parte de una promesa de "cero impunidad" y que no permitirían "que ningún delincuente quede en la impunidad", justificando el suceso que hoy es noticia mundial.
Este movimiento legislativo es un duro golpe para el presidente de Ecuador, quien había logrado un acuerdo político con varios partidos, incluyendo Revolución Ciudadana, el Partido Social Cristiano (PSC), y su propio partido, Acción Democrática Nacional (ADN), para tener suficientes votos en la Asamblea Nacional y así poder aprobar cinco leyes económicas urgentes durante los primeros tres meses de su mandato.
Ahora, con la detención de Glas y el fin del acuerdo, impulsar leyes o reformas vinculantes con su plan de gobierno será cada vez más difícil, sobre todo en el contexto de "guerra" que vive el país por el conflicto armado contra el crimen organizado.