La tragedia que ha golpeado a Chile con una furia sin precedentes, ha dejado una marca indeleble en la región de Valparaíso y Viña del Mar. Los incendios forestales, desatados por una combinación de condiciones climáticas extremas y la propagación rápida del fuego, han sumido a comunidades enteras en el caos, con más de 131 vidas perdidas, miles de hogares reducidos a cenizas y una nación entera sorteando el dolor y la incertidumbre.
El despliegue de recursos para hacer frente a esta emergencia ha sido impresionante, con aproximadamente 1,400 bomberos, personal militar y una multitud de voluntarios uniendo fuerzas para contener el avance del fuego y rescatar a los afectados. Escenas desgarradoras de vecindarios envueltos en llamas y ciudadanos luchando por salvar lo poco que les queda, muestran una vez más la resiliencia de los chilenos, quienes, a medida que el país se enfrenta a las secuelas de esta catástrofe, empiezan a generar redes de apoyo y peticiones de auxilio a nivel nacional e internacional.
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Y es que los incendios forestales de Chile ya son considerados entre los más mortíferos del mundo del siglo XXI, después de los de Australia, en 2009, que dejaron 179 fallecidos, y los de Hawái, en agosto 2023, con más de 100 víctimas.
La catástrofe es tal, que la Armada solicitó este lunes a los habitantes de Viña del Mar, Quilpué, Villa Alemana y Limache, las zonas más afectadas, que no salgan de sus casas; cuatro días después del inicio de las llamas, todavía existen 165 incendios en 10 regiones del país, aunque concentrados en el centro-sur, según el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred).
De acuerdo con el Servicio Médico Legal (SML) de Chile, este martes 6 de febrero, ya se contabilizaban 131 fallecidos, de los cuales solo 35 han podido ser identificadas; aún se desconoce la cifra de damnificados totales, pero el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, indicó que las viviendas dañadas podrían llegar a 15,000, y se estima que aún hay un centenar de desaparecidos.
Arde El Olivar: Testigos de la devastación
El Olivar es una de las zonas más golpeadas por los incendios forestales de Viña del Mar; entre las cenizas y con autoridades atendiendo emergencias por llamaradas activas, vecinos se turnan para hacer vigilancia en sus terrenos y evitar saqueos.
Así lo narra una crónica de El País, en la que la población que habita la cima de un cerro viñamarino muestra el dolor y trabajo que tendrán que padecer los chilenos para poder levantarse luego de ver sus vidas consumirse por el fuego.
La desolación se cierne sobre la calle Chumisa, una de las zonas más afectadas por los recientes incendios en el centro-sur de Chile; ahí, sólo quedan los vestigios carbonizados de lo que alguna vez fueron hogares, ahora sepultados bajo montones de escombros. La angustia y la desesperación embargan a los residentes, quienes han perdido no sólo sus viviendas, sino también a vecinos cercanos y queridos.
Josefa Cornejo, una joven de 19 años, relata con desesperación cómo la noche se convierte en un momento de temor constante, con el riesgo latente de nuevos focos de fuego o saqueos. La comunidad se organiza en turnos de vigilancia para proteger lo poco que les queda, mientras que la ausencia de ayuda oficial agrava la situación.
En medio del caos y la destrucción, surgen pequeños gestos de solidaridad. Una joven contó a El País que ofrece pintar los números de las casas para facilitar el catastro y la ayuda futura. Y entre los testimonios recabados, también se encuentra Lucy Castañeda, viuda de 61 años que lucha por recuperar lo que queda de su hogar con la ayuda de familiares y vecinos.
En todos estos casos, el camino hacia la reconstrucción parece largo y difícil. La comunidad se aferra a la esperanza de recibir ayuda y apoyo por parte de las autoridades, connacionales, grupos de apoyo y envíos internacionales.
Varios países y organizaciones internacionales han ofrecido enviar ayuda a Chile, y se espera que las primeras 20 toneladas de suministros procedentes de México lleguen a Santiago este martes.
Mientras tanto, autoridades informaron que ya se tienen indicios de que algunos incendios fueron provocados deliberadamente, lo que ha llevado a la apertura de investigaciones por parte de la Fiscalía chilena; de acuerdo con el Presidente Gabriel Boric, ya hay personas detenidas por iniciar los incendios y se han presentado denuncias contra aquellos que intentan iniciar nuevos focos de fuego.