Entre ofrendas de flores y ceremonias religiosas fueron recordadas las más de 230,000 víctimas del tsunami que afectó a más de 14 países del Índico en 2004, a 20 años de lo que se considera como una de las peores tragedias de este sigo.
En la Gran Mezquita de Baiturrahman, en la ciudad de Banda Aceh, que aguantó en pie la sacudida de las olas en plena zona cero, se realizó una serie de rituales encabezados por gobernador interino de la provincia de Aceh, Safrizal Zakaria Ali, y el popular clérigo Abdullah Gymnastiar, donde cientos de fieles vestidos de blanco se unieron en plegarias en los jardines del recinto.
"Ese día, el desastre cambió la vida de millones. Madres, padres, niños perdieron la vida. Ciudades quedaron devastadas", recordó el político durante su discurso en el acto de recuerdo.
Se calcula que el día de la tragedia, al menos el 25 % de los habitantes de esta región, ubicada en el extremo norte de Sumatra y considera el epicentro de la tragedia, perdieron la vida.
La imagen de la solitaria mezquita, mientras que las viviendas a su alrededor habían sido borradas por las aguas se convirtió en una de las más icónicas de este desastre natural.
En Indonesia, localidades costeras como Sumatra, Calang y Meulaboh, también se vieron afectadas por este tsunami que dejó en el país unos 167.000 muertos, de acuerdo las cifras oficiales.
¿Cómo inició la tragedia del tsunami de Indonesia?
El domingo 26 de diciembre de 2004, un terremoto de magnitud 9.1 se registró a las 7:58 hora local de Indonesia a unos 120 kilómetros al oeste de la isla de Sumatra, el cual provocó olas de hasta 30 metros de altura que golpearon la Banda Aceh unos 20 minutos después del temblor inicial.
Las olas llegaron a impactar incluso contra las costas este de África, siendo la población de Rooi-Els, ubicada a más de 8,000 kilómetros de lugar del epicentro del sismo, donde se registraron pérdida humanas.
El tsunami tuvo al menos una repercusión positiva
La magnitud de la tragedia humana fue tal que causó que la guerrilla separatista islámica que actuaba en Aceh y el Gobierno indonesio alcanzasen un acuerdo de paz y pusieran fin a más de tres décadas de lucha fratricida.
"El tsunami abrió las puertas de la paz en Aceh. El desastre ayudó a que la gente se diera cuenta de que la paz era la mejor solución", detalló Safrizal Zakaria Ali.
Además de los actos programados en Indonesia, otros países, como Tailandia, Sri Lanka e India han organizado ceremonias para recordar este desastre natural.
Asimismo, cientos de personas honraron a las víctimas realizando un viaje en tren en la ruta entre Colombo y Galle, la cual transcurre pegada a la costa suroeste de Sri Lanka y pasa por el mismo lugar en que hace exactamente veinte años un convoy con más de mil pasajeros a bordo fue arrasado por las olas del tsunami.
"El tren paró en el lugar donde se detuvo hace veinte años y la gente vino a la estatua conmemorativa para recordar a los que perdieron la vida ese día. Más de mil personas que viajaban en el tren que fue alcanzado por el tsunami quedaron enterradas en este lugar”, dijo el monje budista Vimala Thero, que organiza cada año este homenaje.
En otros distritos costeros de la India, los vecinos organizaron marchas hacia las playas para ofrecer flores en sus orillas y arrojar leche al mar, en señal de respeto.