Rudy Giuliani pasó de ser uno de los políticos más populares de Estados Unidos, elogiado por propios y extraños gracias a su desempeño durante el ataque a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, a un personajes en desgracia y casi en bancarrota.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
Este martes, un juez federal le ordenó entregar casi todas sus pertenencias a un colectivo que encabezan dos trabajadores del sistema electoral de Georgia quienes lo demandaron por difamación después de la elección presidencial de Estados Unidos en 2020.
Te podría interesar
Entre las posesiones que el exalcalde de Nueva York deberá entregar se encuentran un departamento de lujo en Nueva York, un auto de colección Mercedes Benz 1980, una colección de souvenirs deportivos, muebles, su televisión, el efectivo que tenga disponible y una colección de 26 relojes de alta gama.
Entre los objetos de la colección hay pelotas firmadas por leyendas del equipo de beisbol Yanquis de Nueva York como Reggie Jackson y Joe DiMaggio; las mujeres que lo demandaron también quieren que les entreguen los anillos que el equipo le regaló tras ganar los títulos de la Serie Mundial que el equipo ganó entre 1996 y 2000.
En agosto del año pasado, Giuliani puso en venta su departamento en el lado Este de Manhattan, una de las más lujosas de Nueva York, el precio de oferta era de 6.5 millones de dólares, pero ahora tendrá que entregarlo a las dos personas que lo demandaron.
En total, Rudy deberá pagar 148 millones de dólares por el juicio y las demandantes pueden pedir al expresidente Donald Trump que les pague dos millones de dólares que le debe a Giuliani por servicios legales que le prestó y nunca liquidó.
La demanda por difamación
A Giuliani se le llamó "el alcalde de Estados Unidos" porque se hizo cargo de la respuesta de los cuerpos de emergencia en los minutos posteriores al ataque en el que terroristas estrellaron dos aviones comerciales contra las Torres Gemelas del World Trade Center, los edificios más altos de Nueva York.
El político ya tenía una gran reputación por su política de "mano dura" contra el crimen y el uso de estadísticas para patrullar e inhibir los delitos en las zonas de mayor riesgo que permitió recuperar el brillo a Nueva York, una urbe que se catalogaba como la más peligrosa de Estados Unidos.
Tras su desempeño en esa situación crítica, apareció en películas como "Anger management", se convirtió en el político republicano favorito para ser candidato a la presidencia en 2008 pero en 2017 comenzó a acercarse a Donald Trump.
Tras las elecciones de 2020, en las que Trump denunció un fraude inexistente, Giuliani tomó el papel de abogado del expresidente y declaró ante comisiones especiales para investigar la rebelión instigada por Trump que tenía pruebas de que trabajadoras electorales de Georgia habían "inflado" la votación de Joe Biden.
En Georgia presentó un video con muchas ediciones en el que se veía a dos mujeres, madre e hija, trabajadoras de la autoridad electoral del estado; dijo que se pasaban memorias USB durante el conteo de votos, pero se demostró que se trataba de pastillas para la garganta.
Ante las acusaciones de Giuliani, las mujeres denunciaron que sus seguidores las habían hostigado y amenazaron con hacerles un arresto ciudadano para que respondieran por las acusaciones de fraude.
Ambas demandaron al abogado y el juez les concedió la razón, por lo que ordenó que se les compensara con 148 millones de dólares.
Cuesta abajo
Por difundir mentiras en torno al fraude electoral que falsamente alegó, a Giuliani se le retiró la licencia para ejercer la abogacía en Nueva York. De ser fiscal de distrito en esa ciudad, posición que lo proyectó para convertirse en alcalde, se volvió un paria impedido de ejercer la profesión.
Poco tiempo después se le retiró la licencia en Washington porque no contestó a las demandas en su contra por mentir acerca del supuesto fraude. Hace unos meses, trató de declararse en bancarrota para conservar algunos bienes pero las autoridades rechazaron sus peticiones al detectar que trataba de ocultar algunas posesiones.