Perseguido por la casta política y especialmente por la fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras, pero amparado en el apoyo de la gente, quienes no han dudado en realizar protestas y plantones hasta que no se garantice su ascensión, Bernardo Arévalo tomará posesión del cargo para el que fue elegido por los guatemaltecos en las elecciones del pasado mes de agosto de 2023, la presidencia del país.
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Pese a los obstáculos que la Fiscalía guatemalteca ha interpuesto en el camino a la toma de posesión de Arévalo, primero la suspensión jurídica de su partido, Movimiento Semilla, y luego la exigencia al Tribunal Supremo Electoral para la anulación de la elecciones del 25 de junio y 20 de agosto del 2023, acción que fue evitado por la Corte de Constitucionalidad, máximo órgano judicial de Guatemala; Arévalo tomará posesión este próximo 14 de enero.
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A pocos días de que Alejandro Giammattei, actual presidente de Guatemala, se vea obligado a ceder su cargo a Bernardo Arévalo, el futuro presidente del país ha compartido, en entrevista para El Mundo, sus previsiones sobre lo que espera para su gestión, sus prioridades y objetivos, así como lo que pasará con la fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras, punta de lanza de la persecución política y del intento de “Golpe de Estado” en su contra.
En la entrevista, Arévalo señaló al presidente Alejandro Giammattei de permanecer pasivo mientras él, quien ganó las elecciones democráticas por la presidencia, era constantemente hostigado, perseguido y atacado por la Fiscalía en un intento por impedir que él y su proyecto de nación, el cual se finca en el combate a la corrupción, llegaran al poder; ello en protección de los intereses particulares de políticos corruptos.
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Al preguntársele por la fiscal, Consuelo Porras, quien fue elegida como el personaje más corrupto del 2023 por la Organización de Denuncia de la Corrupción y del Crimen Organizado (OCCRP por sus siglas en inglés), Arévalo señaló que ya le ha pedido su renuncia, por lo que espera que “el 14 de enero tenga la decencia de presentarla” y en caso de que no lo haga, explorará “cuáles son los mecanismos legales que pueden llevar a su remoción dentro de los procedimientos establecidos”.
Consuelo Porras no es el único funcionario o político contra quién Bernardo Arévalo debe actuar para llevar a buen puerto su gestión presidencial, pues como bien señala, ella y la Fiscalía de Guatemala, son “parte de una red de actores que están en otros lugares como en el Congreso y el Ejecutivo. Hay todo un aparato que hoy está enquistado en espacios de poder”.
“Necesitamos limpiar la Fiscalía de esta banda de criminales que lo tienen ocupado en este momento”, sentenció.
Según Arévalo, Consuelo Porras y el grupo de políticos corruptos que la apoyan, tienen miedo a que él llegue a la presidencia por que “fue muy claro desde el primer momento al identificar que el principal obstáculo para el desarrollo justo, equitativo y solidario del país es la corrupción y que en consecuencia es necesario hacer un ejercicio para librar a Guatemala de esa corrupción”.
La corrupción, “se ha llevado el dinero para el desarrollo de Guatemala y ha convertido en millonarios exprés, a toda esta clase política corrupta y sus asociados como algunos empresarios funcionarios y exmilitares”, denunció Bernardo Arévalo.
A pocos días de su toma de posesión, Arévalo denuncia que la Fiscalía aún no ha tirado la toalla y “está haciendo todos los intentos para tratar de generar un cambio en los resultados electorales”, no obstante, recalca que esos resultados “fueron declarados por el Tribunal Supremo Electoral como inalterables y definitivos”, cortando las vías legales para que Consuelo Porras efectué un “Golpe de Estado”.
Aun así, advierte que el MP está tratando de “generar casos (legales) a partir de fabricaciones, patrañas y acusaciones que no tienen sustancia”, con el fin de “intimidar, confundir y amenazarlo” antes de que asuma la presidencia, ello bajo la colusión del juez séptimo Fredy Orellana, famoso por su corrupción. Pese a ello, señala que no tiene miedo y confía que se cumplirá la voluntad del pueblo guatemalteco que votó por él.
Arévalo reconoce que no será fácil gobernar, pues seguramente será obstruido por las fuerzas políticas corruptas que aún permanecen en puestos claves del gobierno, como el Congreso, pero confía en que “hay suficiente determinación en varios sectores de la sociedad guatemalteca, alrededor de la necesidad de librarnos de la corrupción para poder avanzar en ese sentido”.
“El pueblo está determinado a rescatar y constituir su democracia. Lo que han estado pidiendo los pueblos indígenas y los sectores populares y después ya todo el mundo que se ha venido sumando es el respeto a la Constitución”, afirmó.
Además señaló que terminará con la persecución política que orilló a políticos, jueces, abogados y periodistas a exiliarse durante la actual administración, la cual, está constituida por “una élite corrupta que primero asaltó el poder desde los partidos políticos y se incrustó en los distintos poderes para poder aprovechar el erario público para beneficio personal, y que para sostenerse, empezó a convertirse en un aparato de generación de impunidad”.
“Lo primero que va a terminar es la persecución política que se ejerce contra esas personas y donde el MP es el ariete que utiliza esta red política corrupta que está incrustada en el poder. Al Ejecutivo por lo menos va a llegar un partido que tiene un pleno compromiso con las libertades públicas y que va a cesar cualquier persecución”, añadió.
Arévalo señaló que el rumbo futuro del país ha de ser el desarrollo inclusivo de las comunidades indígenas del país, con quienes se tiene una deuda histórica de 500 años pues, su historia ha estado marcada por la “exclusión, marginación, discriminación y racismo, que tenemos que empezar a corregir y lo tenemos que hacer generando un proceso de desarrollo que sea justo, solidario e incluyente.
“La lucha contra la corrupción es lo urgente pero lo importante es la lucha por el desarrollo incluyente la educación la salud y llevar medios a donde nunca ha habido e infraestructura a zonas del país que están totalmente olvidadas”, agregó.
Por último, Bernardo Arévalo sostuvo que desea llegar al final de su gestión haciendo que la población sienta que “valió la pena y que como pueblo no nos equivocamos esta vez al votar porque hubo un Ejecutivo que demostró que se puede gobernar con decencia en beneficio de la gente”.
VGB