Al presentar su discurso en el Foro Económico Mundial (FEM) 2024 en Davos, Suiza, el presidente de Argentina, Javier Milei, se pronunció contra el ambientalismo, el colectivismo y el feminismo, al remarcarlos como los enemigos del capitalismo, el liberalismo y el progreso, esto, ante los representantes de 120 países que estarán presentes hasta el 19 de enero para abordar las problemáticas mundiales sobre el clima, las guerras y la economía.
El discurso del presidente argentino dividió opiniones entre: quienes consideraron inapropiado manifestarse contra el feminismo y el ambientalismo, en una época donde estos movimientos sociales han ido adquiriendo mayor fuerza en el reconocimiento de los derechos de grupos históricamente vulnerables, como: las mujeres y los animales; y quienes lo vieron como la defensa de los valores occidentales como: la democracia, la libertad, el capitalismo.
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En redes sociales, la escritora, guionista de televisión, dramaturga y contadora argentina, Claudia Piñeiro, se pronunció en contra del discurso de Milei escribiendo: “Qué pesadilla: hablar en Davos en contra del feminismo, del ambientalismo y del aborto supera cualquier cosa imaginable. Qué horror, qué pena, qué dolor”.
Mientras tanto, el activista argentino, y director del Latin America Watch de la Fundación Libertad (Argentina) y la Fundación Internacional para la Libertad, se pronunció a favor del discurso de Milei diciendo que “es la mayor defensa del capitalismo, occidente, la libertad y la democracia en TODA la historia del foro... Histórico”.
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¿Qué dijo Milei contra el feminismo, el ambientalismo y el colectivismo?
El presidente de Argentina inició su discurso afirmando que “occidente está en peligro” porque “aquellos que supuestamente deben defender los valores de occidente (libertad, democracia y propiedad privada) se encuentran cooptados por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo, y en consecuencia, a la pobreza”.
Milei puso como ejemplo del fracaso del colectivismo el estancamiento de la economía en Argentina, señalando que, cuando el mundo adopta posturas “altruistas” para ayudar al prójimo, inevitablemente se cae en la improductividad y la pobreza, mientras que el capitalismo impulsa el aprovechamiento de los recursos, la productividad y la riqueza, señalando períodos de la historia como la revolución industrial.
El capitalismo, “lejos de ser la causa de nuestros problemas, el capitalismo de libre empresa como sistema económico es la única herramienta que tenemos para terminar con el hambre, la pobreza y la indigencia a lo largo y a lo ancho del planeta”, afirmó Milei, y agregó que “no cabe duda de que el capitalismo de libre mercado es superior en términos productivos” al colectivismo.
Según él, “la doxa de izquierda ha atacado al capitalismo por cuestiones de moralidad, por ser, según dicen sus detractores, injusto. Dicen que el capitalismo es malo porque es individualista y que el colectivismo es bueno porque es altruista, y en consecuencia bregan por la "justicia social".
Milei cuestiona al colectivismo por promover Estados coercitivos que a través de impuestos inhiben el proceso de “descubrimiento” económico de inversionistas que a través del libre actuar en los mercados van descubriendo el rumbo correcto para ofrecer servicios de calidad y a precios competitivos. Por eso afirma que, los ciudadanos en países más libres económicamente, tienen mejor condición de vida que los ciudadanos en países con mayor carga de impuestos.
También afirmó que adoptando el libre comercio se acabaría con las guerras.
"El libertarismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión, en defensa de la vida, la libertad y la propiedad de los individuos. El capitalista es un benefactor social que, lejos de apropiarse de la riqueza ajena, contribuye al bienestar general”, sostuvo Milei.
Milei acusa que el Feminismo es una batalla impuesta por el modelo colectivista para desplazar la atención del fracaso de su modelo que ha llevado al incremento de la pobreza, “por otros supuestos conflictos sociales igual de nocivos para la vida en comunidad y para el crecimiento económico”.
“La primera de estas nuevas batallas fue la pelea ridícula y antinatural entre el hombre y la mujer”, afirmó.
“El libertarismo ya establece la igualdad entre los sexos. La piedra fundacional de nuestro credo dice que todos los hombres somos creados iguales, que todos tenemos los mismos derechos inalienables otorgados por el creador, entre los que se encuentran la vida, la libertad y la propiedad. En lo único que devino esta agenda del feminismo radical es en mayor intervención del Estado para entorpecer el proceso económico, darle trabajo a burócratas que no le aportan nada a la sociedad, sea en formato de ministerios de la mujer u organismos internacionales dedicados a promover esta agenda”.
Sobre el naturalismo sostuvo que es “otro de los conflictos que los socialistas plantean” para sostener que “los seres humanos dañamos el planeta” el cual debe ser protegido a toda costa, incluso llegando a abogar por mecanismos de control poblacional o la tragedia del aborto”.
“Lo más cruel de la agenda ambiental es que los países ricos, que se hicieron ricos explotando legitamente sus recursos naturales, ahora pretenden expiar sus culpas castigando a los países más pobres e impidiéndoles desarrollar sus economías por un presunto crimen que no cometieron”.
VGB