El presidente de la Asamblea General de la ONU, Dennis Francis, enfrió este jueves los ánimos sobre una eventual reforma del Consejo de Seguridad de la organización, solicitada por el propio Secretario General y cada vez más países de los 193 miembros que la conforman.
En una rueda de prensa ofrecida a modo de balance sobre la Semana de Alto Nivel celebrada la semana pasada, Francis reconoció que "es necesario reconsiderar la estructura" del Consejo, máximo órgano decisorio en la ONU y que está paralizado por el derecho de voto de sus cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido).
"No es tarea simple reformar el Consejo", reconoció Francis, pese a reconocer que fue creado en un tiempo pasado en el que muchos países actuales no existían, como tampoco existía el "sur global", y cuando varios países han aumentado considerablemente su peso, ya sea demográfico o económico.
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Pero añadió que "no nos vamos a levantar mañana y ver que el Consejo ha sido reformado (pues) es un proceso en marcha, conducido por los estados miembros", insistió.
Hasta ahora, el problema principal ha sido que las cinco grandes potencias, pese a reconocer la necesidad de una reforma, no se han mostrado dispuestas a renunciar al derecho de veto, ni a ampliarlo a otros países con mayor peso político global.
"La carta (de la ONU) define claramente cuál es el papel del Consejo de Seguridad, y lo que necesitamos es un Consejo que sirve para sus propósitos, capaz de ejecutar su mandato, por muy largo que sea el proceso", zanjó.
Y sobre la posibilidad de aumentar sus propias competencias para darle a él mismo el poder de superar el veto del Consejo en una sesión especial de la Asamblea General -como propuso el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski-, Francis también lo descartó, recordando que sus competencias son exclusivamente las que le dan los propios estados miembros.
De un total de 192 oradores, solo 21 mujeres
Por otro lado, Francis ofreció las cifras de participación en esa Semana de Alta Nivel en la que arrancó su propio mandato: tomaron la palabra 192 oradores, de los que 189 eran estados (faltaron Afganistán, Birmania y Níger, con regímenes no reconocidos).
El número de mujeres que tomaron la palabra fue menor incluso que el año pasado: si entonces fueron 22, este año han sido 21, de las cuales seis eran jefas de estado, una vicepresidenta, cuatro jefas de gobierno, nueve ministras y una viceministra.
La infrarrepresentación femenina es una de las asignaturas pendientes en la ONU, aunque en lo referente a la Semana de Alto Nivel la responsabilidad recae en los estados miembros.
Sin embargo, un periodista preguntó a Francis si no sería posible que la propia Secretaría General (jamás ocupada por una mujer) diera un paso y considerase aceptar solo candidaturas femeninas para la sustitución del actual Secretario General António Guterres, a lo que Francis se mostró radicalmente en contra, argumentando que lo que a él le gustaría es que una mujer asuma ese puesto pero en igual competencia con los hombres.