Guatemala celebrará este domingo el proceso electoral más controvertido desde el inicio de la era democrática en 1986, con el enfrentamiento por la presidencia entre la exprimera dama Sandra Torres Casanova y el académico Bernardo Arévalo de León. El contexto electoral en medio de una ola inusitada de violencia en el que se ve la manode los cárteles mexicanos de Sinaloa y Cártel jalisco Nueva Generación (SCJNG).
Apenas a finales de julio, la violencia sacudió a Guatemala con cinco asesinatos en 10 días, lo que prendió las alertas del lado mexicano para evitar que la violencia se propagara más en la región que conforma el vecino país centroamericano con Chiapas. Ante ello, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) desplegó 150 elementos del Ejército y la Guardia Nacional en la frontera de Chiapas con Guatemala en respuesta a los recientes hechos de violencia que han sacudido la región.
Hasta hace unos años, en Chiapas sólo había un cártel que operaba (el de Sinaloa o Pacífico). Sin embargo, actualmente la disputa por el territorio es más compleja y violenta por el enquistamiento de otros grupos criminales, como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que lidera Nemesio Oseguera Cervantes, "El Mencho".
Te podría interesar
Según información confidencial de la Sedena, a esta narcoguerra se suma la presencia de los Mara Salvatrucha, sobre todo en la zona del Soconusco o costera de Chiapas. Estos “soldados” centroamericanos han recrudecido la violencia en la zona a través de crímenes y extorsiones, principalmente en los municipios de Tapachula, Huixtla y Ciudad Hidalgo. Aunque también se han posicionado en la selva, así como en ciudades turísticas, como Palenque y sus alrededores.
Elecciones en Guatemala
En ese contexto con el crimen organizado en primera escena, el país centroamericano vive un momento de alta tensión política y social por los comicios del 20 de agosto, que definirán al presidente guatemalteco para el período 2024-2028, en reemplazo del actual mandatario, Alejandro Giammattei.
Te podría interesar
La situación, sin antecedentes en la era democrática, se detonó con el sorpresivo segundo lugar de Arévalo de León y su partido político, Movimiento Semilla, en la primera vuelta de los comicios, celebrada el pasado 25 de junio, cuando las encuestas lo situaban en el octavo puesto.
Desde que Arévalo de León avanzó hacia el balotaje, el ministerio público, conducido por fiscales sancionados por Estados Unidos, ha intentado eliminar su candidatura, que si triunfa dará pie al primer Gobierno progresista de Guatemala.
"Esta no es una segunda vuelta normal", explica a EFE la politóloga y analista Marielos Chang, experta en la coyuntura local.
"Tuvimos un embate judicial que nos dejó con dudas, por momentos, de si habría balotaje, y estamos viendo entonces una elección caracterizada por ataques contra el Movimiento Semilla", añade Chang.
La situación llegó a tal grado de alarma, por el allanamiento de la Fiscalía al Tribunal Supremo Electoral y a la sede del Movimiento Semilla, que el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, realizó una visita de inspección a comienzos de agosto para comprobar en terreno qué estaba sucediendo y después presentar una informa a la asamblea del organismo.
EN BUSCA DE LA PRESIDENCIA
Sandra Torres, que estuvo casada y después se divorció del hoy fallecido expresidente Álvaro Colom, ha llegado en dos ocasiones al balotaje, en 2015 y 2019, pero en ambas perdió por un amplio margen.
Sobre Torres Casanova, Chang detalla que "tuvo una transformación de la noche a la mañana" al modificar su "orientación" política y así "priorizar los valores tradicionales" y habitualmente conservadores de la "familia" guatemalteca.
"Usó estos elementos para ganarse el voto tradicional", señala la especialista en comunicación política, quien advierte de que si triunfa Torres, "sería darle continuidad a la Administración de Alejandro Giammattei", el actual mandatario, cuya administración ha sido criticada por organismos como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Human Rights Watch (HRW) por criminalizar a jueces, periodistas y candidatos electorales.
La misma opinión tiene el analista político Renzo Rosal, quien considera que la exesposa del expresidente Álvaro Colom (2008-2012) es la "continuidad del sistema vigente" en la nación centroamericana.
"Ella tomó esta estafeta, y ahora con mayor fuerza por tener enfrente al Movimiento Semilla", explica el politólogo en referencia a Torres Casanova, quien fue acusada en 2019 de financiar ilegalmente su campaña electoral.
Sobre Bernardo Arévalo, Chang recuerda que "en el inicio de la campaña no destacaba", pero "ahora ha logrado posicionarse como un líder capaz de conciliar entre diferentes sectores".
La última encuesta realizada por la firma CidGallup, sobre la segunda vuelta electoral, coloca a Arévalo de León por encima de Torres Casanova con un margen de entre el 60 y el 70% del total de votos.
Sin embargo, muchos sectores temen que una victoria del aspirante presidencial de Semilla no garantice que sea investido el 14 de enero próximo, ante los ataques de sus adversarios.
"El ministerio público ha jugado un papel beligerante, fuera de su competencia. Y también han tenido un papel negativo las Cortes, el Organismo Ejecutivo, la Presidencia y algunas facciones del Congreso", señala Rosal.
La decisión de quién será la persona que dirija el Estado guatemalteco durante los próximos cuatro años está en manos de los 9.3 millones de ciudadanos (en un país de 17.1 millones de personas) con derecho a emitir su voto el próximo domingo.