"Es tiempo de valientes", ese era el lema de campaña de Fernando Villavicencio, candidato presidencial asesinado en Ecuador, quien era periodista de profesión y político por convicción. En plena lucha por el poder de Ecuador, fue asesinado a tiros mientras realizaba un acto de campaña en un concurrido lugar de la capital. En medio del evento, un tiroteo interrumpió la paz de la tarde, y Villavicencio no logró escapar de las balas. Aunque se le transportó rápidamente a un hospital, la gravedad de sus heridas impidió que pudiera sobrevivir.
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Un hombre sospechoso de haber asesinado al candidato a la Presidencia de Ecuador falleció después de mantener un tiroteo con el personal de seguridad, según informó la Fiscalía. El ministro ecuatoriano del Interior, Juan Zapata, aseguró por su parte que los seis detenidos tras el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, son extranjeros, provenientes de Colombia.
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Entre las propuestas políticas de Villavicencio destacaron la de construir una cárcel de alta seguridad para encerrar a los delincuentes más peligrosos, militarizar los puertos para controlar el tráfico de drogas y la creación de una Unidad Antimafia que, "con apoyo extranjero", perseguiría a "narcotraficantes, secuestradores y todo tipo de estructura criminal", de acuerdo con información de El País.
No obstante, se encontraba entre el cuarto y quinto puesto en las encuestas para las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo 20 de agosto, mismas que encabeza Lucia González, la candidata del expresidente Rafael Correa quien gobernó en Ecuador de 2007 a 2017 y contra el que Villavicencio dirigió varias investigaciones periodísticas.
El camino de Fernando Villavicencio
Nació en un pueblo rural del interior de Ecuador y experimentó una infancia marcada por la pobreza. Cuando tenía 13 años, su familia se mudó a Quito, donde comenzó a forjar su camino en la comunicación. A los 17 años, ya ejercía como locutor en una radio con enfoque en la cultura latinoamericana.
Su incursión en la política se dio en 1995 cuando se unió al Movimiento Pachakutik, un partido de raíz indígena que abogaba por el reconocimiento de Ecuador como una nación plurinominal, valorando la diversidad cultural y étnica del país.
Sin embargo, fue su trabajo como periodista y su oposición a Rafael Correa lo que lo convirtió en una figura destacada en Ecuador. Una de sus investigaciones periodísticas destapó una trama de sobornos que involucró a Correa y a altos funcionarios de su Gobierno. Esta investigación tuvo un impacto significativo, resultando en la condena de Correa a ocho años de cárcel en abril de 2020. Correa actualmente se encuentra en Bélgica en calidad de refugiado.
A lo largo de su carrera, Villavicencio enfrentó persecuciones legales. En 2014, fue condenado a 18 meses de prisión por injurias contra Correa debido a su denuncia sobre presuntos delitos de lesa humanidad en una incursión militar en un hospital. Ante la orden de detención, Villavicencio optó por refugiarse en una comunidad indígena en la selva amazónica.
Después de enfrentar diversas adversidades, incluido su exilio en Perú, Villavicencio retomó su carrera política en 2017 y en octubre de 2020 fue elegido para la Asamblea Nacional. Dentro de la asamblea, formó parte de la Unidad de Fiscalización, donde presentó 24 informes que generaron tensiones tanto con el Gobierno como con otros legisladores.
En su camino hacia las elecciones presidenciales, presentó su candidatura auspiciada por los movimientos Construye y Gente Buena, centrando su campaña en la lucha contra las mafias y el narcotráfico. Trágicamente, días antes de las elecciones, mencionó haber recibido amenazas de muerte por parte de "uno de los capos del cártel de Sinaloa".
En un video que circula en redes sociales se puede apreciar a Fernando Villavicencio declarar en contra del Cártel de Sinaloa a quienes los culpo de haberlo amenazado de muerte.