Las tensiones escalaron entre el grupo de mercenarios Wagner y el Ejército ruso, con acusaciones de un intento de golpe de Estado y la notificación del derribo de un helicóptero ruso por las fuerzas de Wagner. Yevgueni Prigozhin, líder de Wagner, divulgó un audio en su canal de Telegram, alegando que sus fuerzas habían neutralizado un helicóptero que disparaba contra civiles. Fue el 23 de junio en la madrugada que la situación explotó y se hablo incluso de una posible "guerra civil" y "golpe de Estado", sin embargo, con el pasar de los días todo se calmó y Prigozhin junto con el grupo paramilitar Wagner se refugiaron en Bielorrusia.
Todo comenzó cuando en la semana pasada se alertó sobre dos aviones de la Fuerza Aérea rusa, marcados como 523 y 546, que presuntamente atacaron a una columna de civiles que se había infiltrado en la región rusa de Rostov, avanzando hacia Moscú. Prigozhin instó a las fuerzas a mostrar valentía y actuar en respuesta a la ofensiva.
Prigozhin argumentó que el papel de Wagner es impedir las acciones de aquellos que han causado la muerte de alrededor de 100,000 soldados rusos, entre ellos el jefe del Estado Mayor Valeri Guerásimov y el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú. En contrapartida, el gobernador de Rostov, Vasili Gólubev, resaltó la necesidad de concentración máxima de todas las fuerzas para mantener el orden.
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En respuesta a los audios publicados por Prigozhin, que lo presentaban en oposición al Ministerio de Defensa ruso, VKontakte, el equivalente ruso a Facebook, bloqueó su página. Tras las declaraciones de Prigozhin, el Comité Antiterrorista de Rusia inició una investigación penal por incitación a la rebelión armada, según un comunicado oficial.
Prigozhin, a su vez, acusó al Ejército ruso de bombardear posiciones de la compañía militar privada y juró castigar a los responsables. En su mensaje en Telegram, pidió a las fuerzas del Ministerio de Defensa que no se opongan a Wagner, advirtiendo que, de lo contrario, serían eliminadas inmediatamente. A pesar de las tensiones, Prigozhin enfatizó que sus acciones no constituyen un golpe de Estado. En su lugar, describió la situación como una "marcha por la justicia", y aseguró que las operaciones militares no se verían afectadas por las acciones de Wagner.
¿Quién es el grupo Wagner?
El Grupo Wagner, encabezado por Yevgeny Prigozhin, ha ganado relevancia en los últimos años en varios conflictos a nivel mundial, funcionando como una organización paramilitar privada. Se ha alineado con los intereses rusos en luchas intensas como la que se libra entre Rusia y Ucrania, así como en el Medio Oriente, particularmente en Siria. Además, su presencia en las luchas armadas en algunos países africanos desde 2014 es reconocida.
Los detalles sobre las operaciones de este grupo y su financiación son ambiguos. Sin embargo, se sabe que el Grupo Wagner recluta y despliega mercenarios tanto rusos como de otros países para diferentes tipos de conflictos.
Prigozhin, un hombre de negocios que ha amasado una fortuna considerable, afirma que la organización cuenta con 25 mil paramilitares y recientemente ha solicitado la incorporación de más efectivos. La sede del Grupo Wagner, ubicada en un edificio de vidrio en San Petersburgo, sirve como lugar de reclutamiento para miles de hombres, la mayoría de ellos provenientes de las cárceles rusas, a quienes se les ofrece una amnistía.
Prigozhin exige lealtad absoluta a sus soldados y advierte contra la deserción o captura, indicando que cualquiera que infrinja estas reglas será ejecutado. Esta afirmación fue respaldada cuando circuló un video de un supuesto desertor de Wagner siendo ejecutado con un mazo. Prigozhin alabó el acto y tachó al hombre de "perro".
A diferencia de otros líderes militares, Prigozhin es conocido por dirigir a sus tropas desde el frente de batalla. Sus inicios fueron humildes: tras salir de la prisión en la era post-soviética, comenzó como vendedor de hot dogs en San Petersburgo antes de convertirse en un exitoso empresario en el sector de la hostelería.
El Grupo Wagner se ha convertido en una herramienta crucial para el gobierno ruso, especialmente después de conseguir logros significativos en Ucrania en un momento en que el ejército ruso estaba sufriendo reveses en el campo de batalla. Las tensiones entre Prigozhin y el Estado Mayor ruso se intensificaron después de la batalla de Bajmut, ya que el líder del Grupo Wagner acusó a los militares de retener munición y lanzó insultos contra los comandantes rusos.
Vladimir Putin: Súmense al ejercito o vayan a Bielorrusia
Desde mayo se sugería que el grupo militar mercenario Wagner había renegado de Vladimir Putin, e incluso se rumoreaba que habría ofrecido secretos militares rusos a Ucrania, conforme a archivos filtrados por Discord mencionados por The Washington Post. Tales hechos habrían tenido lugar en enero, pero el grupo paramilitar los negó. No obstante, este fin de semana surgió información sobre un intento de golpe de estado de este grupo contra Putin, el cual fue contenido.
Ahora, Vladímir Putin, presidente de Rusia, ha ofrecido a los mercenarios del Grupo Wagner que se sublevaron contra la cúpula militar, la opción de unirse al Ejército regular del país o trasladarse a Bielorrusia junto a su líder, Yevgueni Prigozhin. "Hoy tienen la oportunidad de seguir sirviendo a Rusia firmando un contrato con el Ministerio de Defensa (...), regresar con su familia y amigos. O los que prefieran pueden irse a Bielorrusia", indicó el mandatario en un discurso televisado a la nación.
El líder del Kremlin aseguró que "cumplirá su promesa" de no perseguir penalmente a los mercenarios que se sublevaron, en el marco del acuerdo alcanzado con Prigozhin el sábado con la mediación del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, y después de que el líder de los Wagner ordenara el regreso de sus hombres a sus bases antes de que llegaran a la capital rusa. Se le otorgaron garantías de que no sería juzgado por organización de rebelión armada, un delito que podría haberle condenado hasta a 20 años de prisión. Además, se le exilió a Bielorrusia.
Putin, que había permanecido en silencio desde su discurso a la nación el sábado por la mañana, cuando calificó a los wagneritas amotinados de traidores y prometió castigarlos, aseguró este lunes que "en cualquier caso, una rebelión armada habría sido sofocada", pero que los organizadores de la misma se habían dado cuenta de eso y de que habían "recurrido a actos criminales". Dijo que el objetivo del motín, que se produjo cuando "nuestros camaradas están muriendo" en el frente, era "dividir y debilitar al país", que enfrenta una "amenaza externa colosal" y una "presión externa sin precedentes".
Pese a todo ello, recalcó que "los organizadores de la rebelión, traicionando a su país, a su pueblo" estaban en proceso de promover un "fratricidio", exactamente "lo que querían los enemigos de Rusia, tanto los "neonazis en Kiev como sus patrocinadores occidentales y todo tipo de traidores nacionales".
Putin aseguró que la "gran mayoría de los combatientes y comandantes del grupo Wagner también son patriotas rusos, dedicados a su pueblo y su Estado", y lo demostraron en el campo de batalla "liberando el Donbás y Novorusia"
Quiso dejar claro que desde el mismo momento en que comenzó la rebelión el viernes por la noche -cuando los mercenarios cruzaron la frontera de la región rusa de Rostov desde Ucrania, tomaron la ciudad de Rostov del Don y comenzaron a marchar hacia Moscú- él dio órdenes directas para "evitar mucho derramamiento de sangre".
"Esto tomó tiempo, incluso para darles a quienes cometieron un error la oportunidad de pensar de nuevo, de comprender que sus acciones son rechazadas resueltamente por la sociedad y a qué consecuencias trágicas y destructivas para Rusia, para nuestro Estado, se dirigía la aventura en la que fueron arrastrados", dijo Putin.
El jefe del Kremlin dio las gracias a todo el personal militar, los agentes del orden y servicios especiales que "se interpusieron en el camino de los rebeldes, permanecieron fieles a su deber, juramento y su pueblo"
También destacó el coraje y el sacrificio de los pilotos que fallecieron en su misión de frenar las columnas de los wagneritas. Asimismo, agradeció a los soldados y comandantes de Wagner que se detuvieron en la última línea, que hayan "tomado la decisión correcta", y al pueblo ruso por su "aguante, solidaridad y patriotismo".
"Esta solidaridad cívica ha demostrado que cualquier chantaje, cualquier intento de crear disturbios internos está condenado al fracaso", enfatizó Putin. Por último dio las gracias a Lukashenko por sus esfuerzos y su "contribución a la resolución pacífica de la situación".
¿Cuál es la situación de Rusia en la actualidad?
Vladímir Putin, el líder ruso, confirmó este martes en un discurso que la situación es un caso cerrado. Además, agregó sigue en pie la invitación a los miembros del grupo paramilitar de unirse al ejercito ruso, ir a casa con su familia o amigos o bien, pueden irse a Bielorrusia.
En el mismo discurso, informó que los fondos para la operación del Grupo Wagner, que se sublevó recientemente contra el alto mando militar del país, procedían íntegramente del erario público "La operación del Grupo Wagner dependía totalmente del gobierno, del Ministerio de Defensa y del tesoro público. El grupo recibió nuestra financiación completa", declaró Putin en un encuentro con militares rusos en el Kremlin.
Putin aclaró que, en el periodo comprendido entre mayo de 2022 y mayo de 2023, el gobierno destinó 86.000 millones de rublos (equivalentes a cerca de 1.014 millones de dólares) para la operación del Grupo Wagner, una compañía militar privada que se encuentra fuera de la ley en Rusia. Mientras tanto, Yevgueni Prigozhin, propietario de la compañía Concord y líder de Wagner, obtuvo 80.000 millones de rublos (aproximadamente 945 millones de dólares) por suministrar alimentos al ejército ruso durante un año.
"Espero que no se haya producido ningún robo o, si acaso, que haya sido mínimo. Sin embargo, no cabe duda de que nos ocuparemos de ello", prometió, aludiendo a una posible indagación sobre el empleo de los fondos públicos por parte de los miembros de Wagner que combatieron durante 16 meses en la guerra en Ucrania antes de rebelarse contra la cúpula militar rusa.
El primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Viktor Orbán, ha declarado que la reciente sublevación del conjunto ruso de mercenarios Wagner "carece de importancia" y no ha minado la posición del presidente ruso, Vladímir Putin.
"Putin es el líder de Rusia. Quienquiera que especule con la idea de que podría fracasar y ser sustituido, simplemente no comprende ni al pueblo ruso ni a las estructuras de poder rusas", afirmó Orbán en una entrevista publicada este martes por el periódico alemán Bild.
En lo referente al conflicto con Ucrania, el ministro húngaro aseveró que no es posible ganar la guerra simplemente porque Rusia cuente con más soldados, por lo que Kiev debería buscar dialogar para alcanzar la paz a la mayor brevedad posible.
Interrogado acerca de la situación en la que queda Putin tras las 24 horas de insurrección de Wagner, el primer ministro húngaro, considerado su principal aliado en la Unión Europea (UE), respondió: "Si eso pudo suceder, es un indicativo claro de debilidad. Pero si consiguió superarlo en 24 horas, entonces es un signo de fortaleza".
DJC