Este sábado 27 de mayo, fuentes eclesiásticas de Nicaragua se pronunciaron en contra del congelamiento de cuentas bancarias de al menos tres de las nueve diócesis de la Iglesia católica en el país centroamericano, efectuado por el gobierno del presidente Daniel Ortega.
De acuerdo con información recabada por EFE, las diócesis con sus cuentas congeladas son: la de Managua, que preside el cardenal Leopoldo Brenes; y las de Matagalpa y Estelí, que preside el obispo Rolando Álvarez, en prisión desde el mes de febrero por el delito de "traición a la patria", por el que fue sentenciado a más de 26 años de prisión.
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Al preguntársele al cardenal Leopoldo Brenes sobre el congelamiento de las cuentas bancarias de las diócesis, el arzobispo de Managua, informó que no le era posible confirmar el congelamiento de las cuentas, sin embargo, está "viendo cómo resolver la situación", agregó.
Quien sí confirmó el congelamiento de la cuentas fue el presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, el obispo Carlos Herrera, quien informó a la plataforma Despacho 505, que se ha recibido información sobre los inconvenientes con las cuentas bancarias de las diócesis, pero que no han sido notificados de forma oficial.
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TRANSFERENCIAS DENEGADAS
Martha Patricia Molina, investigadora nicaragüense en el exilio, reportó el congelamiento de las cuentas de las diócesis mediante imágenes que demuestran que es imposible realizar transferencias bancarias a las cuentas de la Arquidiócesis de Managua.
"Verifique que la cuenta ingresada esté correcta e intente de nuevo", "Su transferencia no ha podido realizarse", "Cuenta no válida", son, entre otros, los mensajes que se leen al intentar hacer una transferencia en las cuentas de la Arquidiócesis de Managua, según Molina.
Hasta el momento, no hay ningún comunicado oficial del Gobierno de Nicaragua, ni de la banca que explique el congelamiento de las cuentas bancarias de las diócesis, ni la detención de tres sacerdotes en esta semana.
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Un sacerdote de nombre Jaime Montesinos, es investigado por la Policía Nacional de Nicaragua desde hace 2 días, por presuntamente cometer actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación de la nación, esto, en conformidad con el artículo 1 de la Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, la Soberanía, la Autodeterminación y la Paz.
Jaime Montesinos, párroco de la iglesia Juan Pablo II del municipio de Sébaco, departamento de Matagalpa, diócesis que dirige el obispo Álvarez; no es el único sacerdote investigado por la policía, pues otros dos sacerdotes son investigados por "asuntos administrativos" de la disuelta Cáritas Diocesana de Estelí, norte de Nicaragua, también administrada por el obispo Álvarez.
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ACALLAR A LA IGLESIA
Félix Maradiaga, líder de la oposición al gobierno de Daniel Ortega, afirmó que "el bloqueo de las cuentas bancarias de varias diócesis de la Iglesia católica en Nicaragua es un acto extremo de agresión y de persecución a la Iglesia".
"Es, además, una declaración explícita de las verdaderas aspiraciones de la dictadura: callar y disolver por completo la voz e incluso la presencia, de una institución que, por su peso moral en Nicaragua, es un obstáculo en los planes de los Ortega-Murillo, de consolidar una dictadura dinástica", advirtió Maradiaga a través de una declaración pública.
"Ya es hora de que la comunidad internacional pase a la fase de desconocimiento absoluto del régimen", agregó.
Daniel Ortega continúa con los embates a la Iglesia Católica, en su intento por establecer una "dictadura grosera", afirma el papa Francisco, quien señaló que el presidente nicaragüense tiene "un desequilibrio".
Hasta el momento, el gobierno de Daniel Ortega se ha caracterizado por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas, y la suspensión de sus relaciones diplomáticas, mientras mantienes a sus principales contendientes en prisión o en el exilio.
VGB