Estados Unidos y China están envueltos en varios conflictos geopolíticos que hacen pensar a muchos ciudadanos de todo el mundo sobre la posibilidad de que las dos super potencias económicas y militares, las dos que se erigen como puntas hegemónicas con liderazgo en distintas regiones del mundo estén a punto de enfrascarse en una guerra que cobraría tintes de tercera guerra mundial y con arsenal nuclear que podría derivar en grandes catástrofes para todo el planeta, toda vez que Estados Unidos y China tienen grandes aliados que los respaldan y que dividen al mundo entre occidente y oriente. Por un lado, EU con sus aliados de la OTAN que están cada vez más cerca del área de influencia de Rusia y que es uno de los motivos de la intervención militar de Rusia en Ucrania; con China viendo de reojo qué le conviene más, aunque los ejercicios militares con los rusos hacen suponer que prefiere tener de buen vecino al gigante asiático que ponerse en contra de él, en un momento donde su invasión no tiene claridad de salir victoriosa.
Además, estudios recientes advierten que Estados Unidos, al enviar artillería a Ucrania en su defensa del ejército de Putin, se está quedando sin armamento, y que en un conflicto militar, como una guerra mundial, en pocas semanas se quedaría sin municiones. La crisis de los globos espía hace varias semanas y el derribo de un dron estadounidense por parte de la milicia rusa calentaron nuevamente los ánimos entre los países involucrados.
Por ello Estados Unidos busca enfriar un poco los ánimos.
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Este jueves, el comandante para la misión de Estados Unidos en el Indopacífico, John C. Aquilino, afirmó este jueves que Estados Unidos no busca "contener a China" aunque mantenga con este país una "firme competencia", en un momento en que aumentan las tensiones entre las dos superpotencias y Washington refuerza lazos con aliados regionales.
"La competición no significa que no haya fricciones", subrayó Aquilino durante un discurso pronunciado hoy en Singapur, en un evento organizado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, por sus siglas en inglés), anfitrión en la isla cada junio del encuentro anual más importante de seguridad regional.
Aquilino reiteró varios mensajes, entre ellos el de que Estados Unidos no busca cercar a China y "tampoco en el ámbito tecnológico", en pleno pulso entre ambos países en ese ámbito y después de que el ministro chino de Exteriores, Qin Gang, acusara la pasada semana a Washington de "contener" a China y de "crear crisis".
Asimismo, el militar subrayó que "no ha cambiado nuestra política hacia Taiwán y no apoyamos la independencia" de la isla autogobernada, que Pekín considera parte de su territorio y no descarta invadir y a la que Washington en principio defendería.
Aquilino declinó especular sobre un posible calendario de Pekín para acometer la hipotética invasión y afirmó que la prioridad es "prevenir" el conflicto, pero, "si esa estrategia falla, entonces es luchar y ganar".
Las relaciones entre Pekín y Washington se han deteriorado en el último año a cuenta de conflictos como la visita a Taiwán en agosto pasado de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, las sanciones comerciales y tecnológicas o la más reciente crisis de los globos "espía".
Si bien Aquilino insistió en que Estados Unidos "no busca el conflicto" en el Indopacífico, una zona caliente no solo por Taiwán, sino también por la expansión de China en zonas disputadas con países vecinos, entre ellos Filipinas, Malasia, Vietnam, Brunéi y Taiwán, en el mar de China Meridional, aguas ricas en recursos y cruciales en el comercio internacional que son patrulladas por buques de Estados Unidos.
"Los retos son urgentes y un problema para todos", agregó, aunque suavizó el tono afirmando: "No creo que el conflicto sea inminente ni inevitable".
Otras naciones del Pacífico, dijo, "comparten esas preocupaciones y están dando un paso adelante desarrollando nuevas alianzas", aludiendo a Filipinas, que ha aumentado sus lazos de seguridad con Estados Unidos en medio de un aumento de las tensiones con China.
Estados Unidos también ha fortalecido sus contactos con Australia y las naciones del Pacífico Sur, a raíz en especial del pacto de seguridad firmado entre China y las Salomón en abril del pasado año -"un toque de atención para muchos de nosotros", admitió-, si bien descartó que Washington obligue a las naciones del Pacífico a "elegir bandos".
"Hay espacio para China", dijo, siempre y cuando "respete las reglas".