Washington.- El mundo cada vez se mete más a una carrera armamentista, lo que pone de manifiesto que efectivamente estamos en una guerra fría 2.0, las naciones más poderosas están subiendo su gasto militar dado que la guerra de Rusia con Ucrania sigue activa a más de un año y las potencias nucleares como Irán, Pakistán, India y Corea del Norte amplían sus ejercicios militares; además de China que coquetea con Rusia en sus planes geopolíticos para contener a Estados Unidos en su evangelización occidental en territorios ex afines al Kremlin.
El Pentágono anunció este lunes un proyecto de presupuesto de 842,000 millones de dólares para el año fiscal 2024, una cifra que supone un aumento del 3.2 % respecto al año anterior y que tiene en su punto principal de mira la amenaza que representa China.
Ese presupuesto para el periodo comprendido entre el 1 octubre de 2023 y el 30 de septiembre de 2024 es, según indicó en una conferencia de prensa la subsecretaria de Defensa, Kathleen Hicks, "coherente" con la seriedad con la que se trata la "competencia estratégica" procedente del país asiático.
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En el año fiscal 2023, se aprobaron 816,000 millones de dólares y 742,200 en el anterior.
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El dinero solicitado ahora al Congreso estadounidense en plena Guerra Fría 2.0, con una de las dos cámaras controlada por la oposición republicana, incluye solo en municiones 30,600 millones de dólares, un incremento del 12 % respecto al año fiscal 2023 y del 50 % respecto a hace cinco años.
"Casi un tercio de nuestros dólares en municiones se destinan específicamente a fuegos de largo alcance para aumentar las adquisiciones y mejorar la capacidad no solo de los misiles hipersónicos, sino también de nuestras armas subsónicas más letales", dijo ante la prensa la subsecretaria.
Otros 67,400 millones de dólares irán destinados a capacidades cibernéticas y electrónicas, 33,300 millones en materia espacial, la mayor cifra hasta la fecha, y 37,700 millones de cara a la modernización del armamento nuclear.
Hicks recalcó que la Administración del demócrata Joe Biden, en el poder desde enero de 2021, está centrada en disuadir la agresión en el Indopacífico, con 9,100 millones dirigidos especialmente al sistema de alerta y seguimiento de misiles.
"Pedimos al Congreso que apoye este presupuesto. Con este presupuesto y con el apoyo del Congreso nos aseguramos de que las fuerzas armadas estadounidenses mantienen su excelencia y resiliencia hoy, mañana y en el futuro", apuntó la subsecretaria de Defensa.
El objetivo, según detalló, es facilitar "la combinación adecuada de capacidades ya sea para afrontar el desafío de la República Popular de China, la enorme amenaza de la agresión rusa en Europa o disuadir las amenazas de Irán, Corea del Norte y organizaciones terroristas globales".
El presupuesto en plena Guerra Fría 2.0 incluye un aumento del 5.2 % en la nómina de los militares y del personal civil del Departamento de Defensa, lo que supone el mayor alza en cerca de 20 años para los primeros y en 40 años para los segundos.
La semana pasada se supo que China aumentará su gasto de Defensa un 7.2 % este año hasta los 1.55 billones de yuanes (224.384 millones de dólares), después de que la partida creciera un 7.1 % en 2022.
"Comparar quién se gasta cuánto en qué no es una buena métrica del éxito. Nuestro principal medidor del éxito, el que utilizamos la mayoría de las veces, es asegurarnos de que cuando el liderazgo (chino) se levanta y contempla los riesgos de agresión determina que hoy no es el día", apuntó Hicks.
El anuncio del Pentágono tiene lugar el mismo día en que Australia, el Reino Unido y Estados Unidos facilitan este lunes los detalles sobre la adquisición y el desarrollo de submarinos nucleares en el marco del pacto de seguridad AUKUS, que es visto como un contrapeso a la creciente influencia de China en la región del Indopacífico.