Las pandillas de El Salvador, conocidas como maras, han sido el azote de la sociedad salvadoreña y de países aledaños como Guatemala, Honduras, Nicaragua y México, y el gobierno de Nayib Bukele ha implementado desde finales de 2022 un programa de tolerancia cero con miles de detenciones y cientos de muertos, por lo que organizaciones de derechos humanos han alertado de un ejercicio indebido de la fuerza pública contra los pandilleros. Y ahora circulan fotografías nuevas y de años anteriores de cómo trata el sistema carcelario salvadoreño a los maras detenidos y procesados.
El medio periodístico El Faro calificó como buena noticia la notoria ausencia de estructuras de pandillas en muchas ciudades del país, y los más beneficiados son especialmente aquellos que han vivido bajo el control de estos grupos criminales durante décadas y que fueron el blanco de muchas organizaciones nacionales e internacionales de seguridad, pero tiene un coste alto.
“La represión de pandillas tiene un tremendo poder para cambiar la vida de una nación, aunque en cuestiones democráticas sea un retroceso”, advirtió El Faro.
De acuerdo con El Faro, la evolución de las pandillas (Maras) a lo largo de los años, estaban conformadas y articuladas por grupos de jóvenes marginados hasta auténticos sindicatos del crimen competían por el control de grandes extensiones de territorio dentro y fuera del país y, lo que es más importante, de la población. El tener el control sobre el miedo en el país es tener poder.
VIOLACIÓN DE DERECHOS HUMANOS
“Así tiene Bukele, presidente de El Salvador a los Maras, pandilleros asesinos que sembraban el pánico en su país. Tras 30 años de terror, El Salvador ha acabado con las maras. La campaña de detenciones masivas de Nayib Bukele ha puesto a 60,000 personas tras las rejas”.
A finales de enero, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele anunció que ha capturado a alrededor 63,000 miembros de las maras, en su lucha contra las pandillas y su régimen de excepción, que también ha derivado en alrededor de 170 muertos, muchos de ellos en enfrentamientos directos con la policía o le ejército salvadoreño.
Human Rights Watch (HRW) ha denunciado que la detención de muchas personas ligadas a las maras están en hacinamiento extremo, con violaciones del debido proceso, falta de garantías, detenciones masivas; además de las muertes bajo custodia, de acuerdo con la filtración de una base de datos a la que ha tenido acceso la organización. Los registros muestran “abusos a gran escala” en los centros penitenciarios del país centroamericano bajo el régimen de excepción.
El Ministerio de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, informó que en 2022 murieron 92 pandilleros en presuntos enfrentamientos con la autoridad, de los cuales 80 fallecieron en el marco de la llamada “guerra contra las pandillas”
¿HACIA EL NORTE O HACIA EL SUR?
HRW también alerta de la detención irregular- hasta agosto-, de 1,082 menores de edad (918 niños y 164 niñas) y que "habían sido enviados a detención provisional".
HRW concluyó en 2022 que en El Salvador "se han cometido violaciones generalizadas de derechos humanos durante el régimen de excepción", entre ellas detenciones "arbitrarias masivas", torturas, muertes bajo custodia estatal y procesos penales "abusivos".
A finales de marzo pasado, el Congreso aprobó el régimen de excepción a petición del gobierno del presidente Nayib Bukele tras una escalada de asesinatos atribuidos a las pandillas.