Este viernes, Rusia continuó su ofensiva en contra de Ucrania con un ataque masivo de casi 160 misiles y drones, el más grande desde que inició la invasión en febrero de 2022, según informó la fuerza aérea ucraniana. Los ataques dejaron un saldo de 22 civiles muertos y 130 heridos, así como numerosos daños materiales en todo el país.
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El comandante en jefe del ejército ucraniano informó que durante la madrugada, Rusia los atacó con 122 misiles y 36 drones, seguidos de una segunda oleada de misiles al mediodía. Del total de misiles, 87 fueron derribados por las defensas aéreas, además de 27 drones, los demás impactaron contra "objetos de la infraestructura esencial y objetos industriales y militares".
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Entre las estructuras que se reportan con daños por el impacto de los misiles en Ucrania, se encuentran: un hospital maternoinfantil y un centro comercial en Dnipró, al centro; un edificio de apartamentos en Odesa, al sur; una estación de metro en la capital de Kiev y varias escuelas en Leópolis, al oeste; y numerosas viviendas en diferentes ciudades.
De acuerdo con la Fuerza Aérea ucraniana, los rusos emplearon todos los misiles de su arsenal, excepto los "Kalibr": misiles hipersónicos Kinzhal, misiles balísticos Kh-22, así como misiles de crucero Kh-101, Kh-55 y Kh-555.
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Hasta el momento, se ha confirmado la muerte de cinco personas en Kiev, seis en Dnipró (entre ellas un bebé), siete en Zaporiyia (sur) y cuatro en Odesa (sur), pero las labores de rescate todavía continúan y es posible que la cifra aumente.
Ira y determinación para seguir luchando
Durante el ataque del ejército ruso, muchos ucranianos se pasaron la noche en vela, escondidos en refugios antiaéreos o en baños y pasillos dentro de sus viviendas.
"Lo que más me asustó hoy fue un mensaje de una compañera diciendo que el hospital de maternidad de Dnipró, en el que dio luz a sus hijos, ha sido incendiado", contó a EFE Olena, de 30 años, desde Kiev, donde apenas pudo dormir dos horas.
Además, avivan los cuestionamientos sobre la posibilidad de negociar con Rusia para alcanzar la paz, pues no creen las noticias aparecidas recientemente en medios occidentales sobre la supuesta disposición del presidente ruso, Vladímir Putin, para entablar conversaciones de paz. "¿Es así como (Vladímir) Putin demuestra que está dispuesto a negociar?", se pregunta Olena.
Otros ucranianos como Serguí Prytula, el presidente de la famosa fundación sin ánimo de lucro del mismo nombre, sostiene que al tratar con "terroristas globales", las concesiones sólo implicarían "la continuación del terror", discurso en línea con la postura del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
"Responderemos a los ataques terroristas. Y seguiremos luchando por la seguridad de todo nuestro país, de cada ciudad y cada ciudadano. El terror ruso debe perder y perderá", afirmó el presidente ucraniano, en su cuenta de X.
Esta postura se replica en el pueblo de Ucrania, donde muchos opinan que este tipo de ataques sólo van a incrementar la determinación de los ucranianos ganar la guerra.
"Hace un año, cien misiles pusieron de rodillas la infraestructura energética. Ahora sólo han conseguido enfadar al país y al ejército", escribió en sus redes sociales Petró Shuklinov, famoso por su actividad como voluntario civil y recientemente enrolado en el ejército.
Más medios de defensa
Tras el ataque de este viernes, el ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umérov, afirmó que es "evidente" que con semejantes reservas de misiles, el estado agresor (Rusia) tiene la capacidad de seguir lanzando ataques similares y hará uso de ella.
Umérov seguró que Kiev seguirá trabajando con los Gobiernos de los países aliados para recibir una cantidad suficiente de equipos de defensa antiaérea.
En el mismo sentido, el ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Dmytró Kuleba, pidió "asistencia militar y financiera continuada, robusta y a largo plazo", pues "sólo una mayor potencia de fuego puede silenciar al terror ruso", escribió en un comunicado.
Entretanto los cazabombarderos rusos como los que se emplearon en el ataque siguen estacionados a la vista del mundo en sus bases, sin que Ucrania sea capaz de alcanzarlos, lamentaron algunos analistas.
Así, el comentarista militar Mykola Bielieskov señaló la asimetría entre las capacidades de ambos países, debido a la negativa de Estados Unidos y de Alemania a suministrar misiles de largo alcance a Ucrania.
"Mientras que Rusia libra una guerra total contra Ucrania atacando a civiles e infraestructura, a Ucrania se le niega la posibilidad de destruir en masa objetivos militares rusos en la retaguardia, como almacenes, puntos de mando y puentes, incluso en el territorio ucraniano (que permanece ocupado por Rusia)", declaró.
VGB