ESPAÑA

¿Por qué en España no se puede conformar el nuevo gobierno?

Tras la fallida investidura de Alberto Núñez Feijóo, el rey Felipe VI propone a Pedro Sánchez, líder socialista, para formar gobierno en España. Sánchez busca alianzas en un parlamento fragmentado, donde está el reto de conciliar posturas con partidos nacionalistas e independentistas

Créditos: EFE
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España se encuentra en una situación política en la cuál no puede aún conformar gobierno. Tras la reciente fallida investidura de Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, el rey Felipe VI ha propuesto al líder socialista y actual jefe del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, como el candidato potencial para encabezar un nuevo gobierno. Esta situación, aunque no es única en la historia política del país, plantea un panorama lleno de negociaciones, alianzas y posibles tensiones entre diferentes fuerzas parlamentarias.

Francina Armengol, presidenta del Congreso, ha sido la encargada de informar sobre la decisión tomada por Felipe VI. Según declaraciones, la propuesta de Sánchez viene dada por su "disposición" para intentar formar un gobierno que reestablezca la estabilidad política del país. Ahora, la pelota está en el tejado de Sánchez, quien tiene la ardua tarea de buscar y consolidar apoyos en un parlamento fragmentado.

Por un lado, se espera que el líder socialista pueda negociar sin mayores inconvenientes con la coalición de izquierda Sumar. Esta formación política, cercana ideológicamente al Partido Socialista, podría ser un aliado fundamental para intentar formar un bloque progresista sólido. Sin embargo, el verdadero desafío radica en dialogar y alcanzar consensos con partidos de distintas regiones con agendas muy específicas, especialmente aquellos con inclinaciones nacionalistas e independentistas.

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En términos numéricos, el Partido Socialista ya cuenta con 121 diputados. Sumando a estos los 31 de Sumar, y considerando el probable apoyo de los 6 diputados independentistas vascos de EH Bildu y los 5 del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Sánchez tendría ya una base importante. Pero esto aún no es suficiente para alcanzar la mayoría necesaria.

Es aquí donde entran en juego los independentistas catalanes, específicamente ERC y Junts, cada uno con 7 parlamentarios. Ambos partidos han manifestado condiciones claras: buscan que Sánchez apruebe una ley de amnistía para aquellos políticos que fueron condenados tras el intento de secesión de Cataluña en 2017. Además, quieren avanzar en el reconocimiento del derecho de autodeterminación, lo que abriría la puerta a un posible referéndum de independencia. Sumado a esto, el BNG, representando los intereses gallegos, ha indicado que su apoyo no está garantizado, añadiendo un grado adicional de complejidad a las negociaciones.

Ante este panorama, Sánchez ha mostrado una postura firme, especialmente en lo que respecta a Cataluña. En una conferencia de prensa reciente, rechazó la posibilidad de un referéndum de autodeterminación. Aunque ha mostrado apertura al diálogo, su enfoque parece centrarse en buscar soluciones políticas para la región, defendiendo decisiones pasadas como los indultos a condenados por el intento secesionista y reconociendo conversaciones discretas con fuerzas independentistas.

En caso de no conseguir los apoyos necesarios, el país podría tener que convocar a nuevas elecciones generales el 14 de enero, un escenario que muchos esperan evitar para no prolongar la incertidumbre y la falta de un gobierno plenamente funcional.

Con información de EFE.

DJC