El uso de la Inteligencia Artificial ha afectado a la comunidad de Almendralejo, en Badajoz, España, luego de que siete madres denunciaran el robo de fotografías de sus hijas menores de edad para “desnudarlas” con ayuda de una aplicación de IA.
Las madres dijeron al medio español La Sexta que las imágenes editadas se ven “tan reales que parecen pornográficas”.
Los autores de estas fotografías solo tuvieron que robar las imágenes originales de las redes sociales de las niñas y con una web de inteligencia artificial las modificaron. La aplicación actúa retirando la ropa de las jóvenes o los jóvenes, en caso de que fueran hombres, dejando un resultado que parece prácticamente auténtico.
Te podría interesar
Las imágenes editadas circularon en un primer momento en un grupo de WhatsApp y ahora las madres temen que las fotografías terminen en páginas pornográficas.
Las siete madres de las niñas afectadas denunciaron este delito ante la comisaría. Las jóvenes pertenecen a varios colegios e institutos de Almendralejo, Badajoz, aunque también se ha sabido de los mismos casos en zonas cercanas como Fuente del Maestre y Villafranca de los Barros.
Algunas de las víctimas se enteraron porque quisieron extorsionarlas para evitar que las fotografías circularan, como fue el caso de Fátima, de tan solo 12 años de edad.
La regulación de la Inteligencia Artificial, en vilo
Recientemente, ciudades como Nueva York han sido testigos de reuniones internacionales donde líderes de países como Estados Unidos, Japón, Reino Unido, España e India coinciden en la necesidad de establecer regulaciones en el ámbito de la inteligencia artificial (IA).
Estas propuestas no sólo buscan estandarizar la tecnología, sino también garantizar que los beneficios de la IA se dirijan a enfrentar desafíos mundiales como la educación, la sanidad y el cambio climático.
La regulación de la IA no es un tema nuevo. Hace apenas tres años, Europa ya estaba tomando la delantera en esta área, estableciendo una postura intermedia entre dos modelos: el estadounidense, donde las grandes corporaciones son dueñas de los datos, y el chino, donde el gobierno es el propietario. Según Carme Artigas, secretaria de estado de Digitalización e Inteligencia Artificial del Gobierno de España, la clave es que “los datos pertenezcan a los ciudadanos”. Esta perspectiva está respaldada por el hecho de que la Unión Europea ya inició la regulación de la IA en 2019 y está a punto de finalizarla.
El surgimiento de tecnologías como ChatGPT de OpenAI ha impulsado aún más este impulso regulatorio. Este chatbot ha demostrado el rápido avance de la IA y cómo afecta a diversos campos. Para muchos gobiernos y la industria en general, esto subraya la urgencia de implementar regulaciones.
Uno de los aspectos más enfatizados en estas discusiones es que la IA debe ser universal e imparcial. A pesar de la innovación, muchos en el mundo todavía no tienen acceso a Internet. James Cleverly, ministro británico de Exteriores, resalta que todavía 2,700 millones de personas están desconectadas. Además, Urik Knudsen, secretario general adjunto de la OCDE, apunta a la disparidad de género en la industria de la IA, donde la mayoría de los líderes son hombres, pero los asistentes inteligentes a menudo tienen voces femeninas.