La escalada de violencia en Medio Oriente se ha vuelto un punto de inflexión más entre la derecha y la izquierda en la política latinoamericana, donde el posicionamiento de ambas partes resulta particularmente contrastante. Los primeros, con una postura de apoyo incondicional a Israel, mientras que los segundo, con una postura más matizada, que pone el foco en las causas profundas del conflicto palestino-israelí.
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La crisis ha hecho aflorar divisiones en una región que defendió la creación del Estado de Israel en 1947, pero que en las últimas décadas ha votado consistentemente a favor de las resoluciones de la ONU que piden un freno a los asentamientos judíos en Palestina.
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Argentina y Brasil, los países de la región con la mayor población judía de Latinoamérica (400,000 y 120,000, respectivamente), reaccionaron de manera inmediata a la agresión de Hamás en apoyo de Israel.
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La postura más pro Israel entre los países latinoamericanos la tuvo el mandatario argentino, Alberto Fernández, quien expresó su "enérgica condena y repudio al brutal ataque terrorista" y ratificó "el compromiso de Argentina con la paz y la solución pacífica de los conflictos".
De igual forma, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva condenó el ataque, pero reclamó a Israel un "corredor humanitario" para llevar ayudas a la Franja de Gaza. Exigencia apoyada por el Gobierno chileno del izquierdista Gabriel Boric, que llamó a Israel, además, a detener los "bombardeos indiscriminados".
Una postura más matizada la tuvo el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien rompió dos días de silencio total para rechazar "tomar partido" y "polemizar" sobre el histórico conflicto.
La postura más radical en contra de Israel la tuvo el colombiano Gustavo Petro, quien comparó al Gobierno israelí con el nazi. "Ya estuve en el campo de concentración de Auschwitz y ahora lo veo calcado en Gaza", manifestó el martes en redes sociales, en referencia a los bombardeos israelíes sobre territorio palestino.
"Algunas izquierdas son más próximas a Hamás; otras son más institucionales y tienden a apoyar la solución de dos Estados, pero todas ellas comparten la lectura de que los palestinos son víctimas de un Estado opresor", explica a EFE el politólogo Guilherme Casarões, de la Fundação Getúlio Vargas.
"A partir de los años 70, Israel dejó de ser el David y se volvió Goliat en su mentalidad (de la izquierda)", señala, a su vez, la analista Dina Siegel, directora para Latinoamérica del Comité Judío Estadounidense.
La derecha critica la “tibieza”
Las posturas de los gobiernos izquierdistas, quienes llaman a una resolución pacífica del conflicto mientras piden a Israel el cese de los bombardeos indiscriminados, fueron duramente criticadas por sus respectivas oposiciones derechistas, quienes se ponen del lado de Israel, aunque según especialistas más que por convicción es por intereses políticos, económicos y religiosos.
Casarões apunta a dos factores detrás de esta postura: la influencia de los evangélicos en países como Brasil y la tradicional alineación con Estados Unidos, el gran aliado de Israel.
"La extrema derecha tiende a ser antisemita, pero tanto esta como la moderada han terminado por ser influenciadas por la presencia creciente de evangélicos, que tienen una visión muy positiva de Israel por una cuestión bíblica", dice el politólogo.
Este factor religioso pesa mucho en Brasil, donde más de una cuarta parte de la población es evangélica. El exmandatario ultra Jair Bolsonaro (2019-2022) aprovechó su mensaje de condena a Hamás para decir que el grupo "felicitó" a Lula por su victoria electoral en 2022, una afirmación que EFE no ha podido corroborar.
"Israel es un país hermano con profundos lazos culturales y religiosos con nuestro pueblo", dijo el expresidente, quien hace unos años amagó con trasladar la embajada de Brasil a Jerusalén, ciudad que la comunidad internacional no reconoce como capital israelí.
En México, donde el peso evangélico no es tan fuerte pero los lazos comerciales y políticos con EE.UU son cruciales, la oposición pidió una postura "contundente, condenando el ataque terrorista de Hamás".
El conflicto se coló incluso en el último debate preelectoral entre los candidatos a la Presidencia argentina con vistas a los comicios del 22 de octubre, en los que la derecha intentará arrebatarle a la izquierda el Gobierno.
Aunque casi todos los aspirantes fueron unánimes expresando su "solidaridad" con Israel, el ultraderechista Javier Milei fue más allá, al defender el "pleno derecho a defender su territorio de los terroristas".
VGB