El acceso al Centro de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT) en Tlalnepantla es un obstáculo peligroso para sus pacientes. Los dos elevadores adaptados al puente peatonal de la Vía Gustavo Baz, instalados hace siete años para garantizar el cruce de personas con discapacidad, están inoperables, vandalizados y con agua.
Estos elevadores, construidos frente a la Unidad Habitacional José María Morelos y Pavón hace siete años, en la colonia San Pedro Barrientos, solo funcionaron unos pocos meses en su primera etapa.
Reinauguración de corto plazo
La esperanza regresó fugazmente. El 8 de enero de 2024, el gobierno municipal anterior de Tlalnepantla reinauguró los elevadores tras una inversión de 1 millón 100 mil pesos en su rehabilitación. En ese momento, las autoridades aseguraron que el mantenimiento y la operación diaria correrían a cargo del gobierno municipal.
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Sin embargo, tras esta millonaria inversión, la funcionalidad duró apenas unas semanas. Actualmente, ambos elevadores están nuevamente descompuestos y abandonados, como pudo constatar La Silla Rota, que verificó el daño y el vandalismo en las estructuras.
Cruzar la avenida, una odisea diaria
La falta de este acceso pone en aprietos, sobre todo, a quienes dependen de una silla de ruedas o tienen movilidad limitada. Los usuarios tienen dos opciones peligrosas: cruzar a pie la Vía Gustavo Baz, una vialidad de alta afluencia vehicular, o subir y bajar las escaleras del puente.
Mario, padre de un niño de ocho años con Ataxia (afectación del equilibrio y la coordinación) que recibe hidroterapia en el CRIT, relata la frustración tras cruzar el puente con su hijo:
“Esos elevadores tienen mucho que no funcionan, yo nunca los llegué a usar, y sí hacen falta. Mi hijo puede caminar, pero hay otros padres de familia que traen a sus hijos en sillas de ruedas o que no pueden caminar, y es a ellos a quienes más afecta la falta de los elevadores”.
Por su parte, Alejandra y su cuñada optaron por evitar el puente y cruzar directamente la avenida con su hija Maribel de 4 años, quien padece una discapacidad en su sistema psicomotriz y es cargada en brazos.
"Siempre pasamos por ahí, ese puente siempre está solo y da miedo... Los elevadores no sirven y además el puente nos queda retirado. Siempre pasamos por la avenida con mucho cuidado," refirió Alejandra al llegar a las instalaciones del Teletón.
Los familiares de los pacientes coinciden en la urgente necesidad de rehabilitar los elevadores, pues cada visita al CRIT representa un riesgo vial innecesario.
Burocracia frena la solución
El personal del Teletón ha indicado que, el mantenimiento de los elevadores corresponde al gobierno municipal, han notificado repetidamente sobre el deterioro y solicitado su arreglo para garantizar la seguridad de sus pacientes.
En respuesta, la Dirección de Participación Ciudadana del gobierno municipal informó que han recibido la petición del Teletón y la ciudadanía. Sin embargo, el camino a la reparación es incierto:
Se informó que, actualmente, se realizan los trámites para verificar las condiciones de los elevadores, determinar los trabajos necesarios y hacer la cotización. La dependencia señaló que, de aprobarse el costo, se buscará que esta partida se incluya en el presupuesto del próximo año, lo que significaría que la solución se postergaría varios meses más.
La importancia del CRIT Tlalnepantla
En contexto: l CRIT Tlalnepantla, fundado en 1999 en la vía Gustavo Baz 219, es uno de los centros de rehabilitación más grande del país. Ofrece terapias físicas, ocupacionales e hidroterapia, entre otras, con el objetivo de fomentar la inclusión y el desarrollo de menores.
Capacidad de Atención: El CRIT tiene capacidad para recibir a 2 mil 725 pacientes por año.
Alcance: El 10.8% de los pacientes son de Tlalnepantla. En total, desde su creación, el Teletón ha atendido a más de 88 mil 600 niñas, niños y adolescentes con diferentes tipos de discapacidades.
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La falta de accesibilidad no solo afecta la llegada a las terapias, sino que también desincentiva la constancia en el tratamiento, esencial para el desarrollo de los miles de niños y adolescentes que dependen de este centro.
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