El Estado de México enfrenta una crisis vial que afecta la movilidad y seguridad de millones de automovilistas. Vialidades primarias y secundarias en los 125 municipios presentan severos daños, principalmente por la presencia de baches que generan accidentes, tráfico y pérdida económica.
Entre las vialidades más afectadas se encuentran el Periférico Norte, la Vía Morelos, la autopista México-Querétaro, México-Texcoco, Periférico Oriente y Paseo Tollocan, donde diariamente se registran embotellamientos debido al mal estado de la cinta asfáltica.
Una situación que afecta directamente a los automovilistas, transporte público y de carga, choferes de taxis, combis y camiones de pasajeros que denuncian pérdidas económicas por las averías mecánicas ocasionadas por los baches que inundan las carreteras de la entidad.
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Delfina Gómez reconoce rezago y pide disculpas
En su segundo informe de gobierno, la gobernadora Delfina Gómez Álvarez admitió que los baches representan el mayor reto en infraestructura vial.
“Los baches todos nos quejamos de ellos… terminado el periodo de lluvias trabajaremos para que ya no haya más baches”, dijo la mandataria en el Teatro Morelos.
Además, ofreció una disculpa pública a la ciudadanía que diariamente enfrentan retrasos y daños en sus unidades: “Se merecen una disculpa, son cosas que están fuera de nuestro alcance, porque la lluvia estuvo muy fuerte, pero pondremos en marcha un ambicioso programa de bacheo y reencarpetamiento”.
Programas sin claridad en resultados
La administración estatal, este año había lanzado iniciativas como el “Bachetón” y la inversión de 200 millones de pesos para rehabilitar el Periférico Norte, sin embargo, en el informe no se presentaron avances ni resultados concretos de estas estrategias.
La gobernadora adelantó que trabajará de manera conjunta con la presidenta Claudia Sheinbaum y la jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada, para mejorar la movilidad en accesos y salidas metropolitanas.
Impacto directo en choferes y usuarios
El mal estado de las vialidades representa:
Mayores gastos en llantas y suspensiones para los choferes.
Retrasos en horarios de transporte público y de carga.
Riesgos de accidentes viales en horas pico.
Afectaciones a usuarios que dependen del transporte colectivo.
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En contexto: dese hace un año, el sector transportista ha insistido en la urgencia de acciones inmediatas, ya que la crisis vial golpea tanto la economía familiar como la logística comercial en la entidad.