Un menor de edad fue detenido esta mañana en la estación Potrero de la Línea 3 del Metro, luego de que personal de seguridad detectara que llevaba una serpiente en la zona de torniquetes, informó el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro.
Los oficiales de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC-CDMX) asignados a la estación solicitaron al joven los permisos correspondientes para la tenencia del reptil. El menor confesó haber adquirido la serpiente a través de internet, sin contar con la documentación necesaria para su posesión legal.
Ante esta situación, fue trasladado a una agencia especializada en atención a menores, donde se abrió una carpeta de investigación por posibles delitos contra la biodiversidad.
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El animal, cuyo tipo no fue especificado por las autoridades, fue canalizado al Ministerio Público, donde permanece bajo resguardo mientras se determina su destino legal.
Este caso se suma a otros incidentes recientes en los que se ha detectado el tráfico y posesión irregular de fauna silvestre en espacios públicos, lo que ha encendido alertas sobre la necesidad de reforzar la vigilancia y la educación ambiental en la capital.
¿Por qué es importante el tema?
La posesión y traslado de fauna silvestre sin permisos representa un delito ambiental. La tenencia ilegal de animales, como serpientes, pone en riesgo tanto al ejemplar como a los ecosistemas, ya que fomenta el tráfico de especies, una de las principales amenazas a la biodiversidad en México.
Transportar un reptil en un espacio cerrado como el Metro puede representar un peligro para los pasajeros si el animal se escapa o si no está bajo control. Además, genera alarma y puede provocar accidentes o situaciones de pánico.
El caso involucra a un menor de edad, lo que destaca la necesidad de reforzar la vigilancia y la educación en torno al tráfico de fauna silvestre entre jóvenes y como a través de plataformas digitales este tipo de animales se comercializan sin control.
Contexto: en México, transportar animales sin el permiso correspondiente o de manera inadecuada puede resultar en sanciones económicas y, en algunos casos, penas de prisión.
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Las multas pueden variar dependiendo de la legislación local y la gravedad de la infracción, pero pueden llegar a ser de miles de pesos o incluso millones, además de penas de cárcel. Además, el transporte inadecuado de animales puede considerarse maltrato animal, lo que también conlleva sanciones.
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