El mole es mucho más que un platillo; es un símbolo inconfundible de la riqueza y complejidad de la cocina mexicana, reconocido a nivel mundial. Su trascendencia es tal que, en 2010, fue parte fundamental de la declaratoria de la Cocina Tradicional Mexicana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Esta distinción subraya su profundo valor histórico, social y cultural, arraigado en siglos de tradición y mestizaje.
En el municipio de Ocoyoacac, Estado de México, la comunidad de San Jerónimo Acazulco se erige como guardiana de este legado ancestral. Las cocineras tradicionales no solo preparan mole; son depositarias de un conocimiento transmitido de generación en generación y cada año realizan la Feria del Mole y la Gastronomía Indígena.
Sus recetas son verdaderas fórmulas que reflejan técnicas de molienda, tostado y cocción perfeccionadas a lo largo del tiempo. Con ingredientes locales y métodos que honran la tradición indígena Otomí Yühü, cada platillo es un testimonio vivo de su herencia cultural.
Te podría interesar
Fiesta del sabor y la cultura: 11ª Feria del Mole 2025
Con el propósito de preservar y compartir este invaluable patrimonio, Ocoyoacac se prepara para celebrar la onceava edición de la Feria del Mole y la Gastronomía Indígena. Este año, la sede de esta tradicional festividad será la propia comunidad de San Jerónimo Acazulco, los días 19, 20 y 21 de julio.
En contexto, el mole es, por naturaleza, un platillo de celebración. En México, su presencia es indispensable en los momentos más significativos: bodas, quinceañeras, bautizos, fiestas patronales, el Día de Muertos, Navidad y Año Nuevo. Prepararlo es un verdadero ritual que a menudo congrega a varias generaciones de una familia, transmitiendo conocimientos, fortaleciendo lazos comunitarios y reafirmando que cocinar mole es sinónimo de festividad y generosidad.
Un toque único: el mole de San Jerónimo Acazulco
El mole de San Jerónimo Acazulco y su región tiene una base clásica de chiles secos (como mulato, pasilla y ancho), chocolate de metate, especias y una variedad de frutos secos. Sin embargo, su toque distintivo reside en la incorporación de ingredientes propios de su entorno y variaciones únicas que lo diferencian. La inclusión de elementos específicos de la gastronomía otomí le confiere un sabor y una identidad inigualables, reflejando el compromiso profundo de la comunidad con sus raíces y técnicas culinarias ancestrales.
La Feria del Mole es un espacio vibrante de transmisión cultural, donde las nuevas generaciones aprenden directamente de las maestras cocineras, reconociendo la importancia de sus raíces.
La feria también visibiliza el trabajo de cocineras y artesanos, brindándoles una plataforma para comercializar sus productos y obtener el reconocimiento que merecen. Además, permite a los visitantes conocer de cerca el proceso de elaboración del mole, probar diversas variedades y entender la profunda historia detrás de cada bocado.
Actividades que tendrá la Feria del Mole
Los asistentes tendrán la oportunidad de degustar una amplia gama de moles, incluyendo el clásico rojo, verde, pipián y almendrado, acompañados de pollo, guajolote o conejo. Las cocineras tradicionales no solo ofrecerán mole, sino también quesadillas, tlacoyos, caldos, tamales de frijol y tortillas hechas a mano, todo preparado con la autenticidad de sus recetas ancestrales. Para acompañar, se servirán pulques curados y aguamiel, bebidas tradicionales de la región.
Más de 30 artesanos participarán, ofreciendo una muestra de su talento. El programa cultural se complementará con presentaciones de danzas y música folclórica, ceremonias tradicionales, presentaciones de libros, ponencias y exposiciones fotográficas. Como es tradición, se llevará a cabo un concurso para premiar a la mejor cocinera y al mejor mole tradicional otomí, reconociendo la maestría culinaria de la comunidad.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
SÍGUENOS EN EL SHOWCASE DE GOOGLE NEWS
¿Cómo Llegar?
Para asistir a la Feria del Mole y la Gastronomía Indígena desde la Ciudad de México, la ruta más directa es por carretera. El viaje es de aproximadamente 42.1 kilómetros y toma alrededor de 56 minutos, dependiendo del tráfico. La ruta principal es por la Autopista México-Marquesa.
CJBQ