En Camino de la Unión, colonia Providencia, en la alcaldía Gustavo A. Madero, dos casas están deshabitadas desde hace dos años para evitar riesgos. ¿La razón? La formación de un socavón que inició en la calle y se extendió hasta ambas viviendas, una de las cuales luce una manta colgada al respecto, para no olvidar por qué está vacía.
“Socavón gigante ocasionado por drenaje de aguas negras. ¡Autoridades de la GAM, exigimos su atención!”, se lee en la manta que ven automovilistas y usuarios del trolebús que va de la colonia San Felipe al Metro Hidalgo.
Además, en el zaguán negro del inmueble de dos pisos se ven dos sellos de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, que con letras blancas y un fondo rojo advierten: “este inmueble es del alto riesgo”.
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Los vecinos dicen que quienes vivían ahí y en la casa de al lado se fueron porque en el interior de las viviendas se formó un socavón. Sus dueños sólo hacen rondines de vigilancia en las mañanas.
Se pidió información a la alcaldía Gustavo A. Madero sobre por qué no se ha arreglado por completo ese socavón. La respuesta fue que eso le corresponde a la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos, además de que el proceso se complicó porque en realidad eran tres casas afectadas, pero sólo se salieron los habitantes de dos, mientras que en la otra decidieron quedarse.
La alcaldía da apoyos para la renta a las dos familias de las casas hoy vacías.
No es el único socavón en la zona. Más adelante, a menos de 100 metros, sobre Loreto Fabela, en su camellón hay otro parche de tierra de un socavón tapado, donde aún se ve que brota el agua.
En todas las alcaldías y de distintos tamaños
Es temporada de socavones en la Ciudad de México. Se ven de distintos tamaños y profundidades, en esquinas, en vías primarias y secundarias, debajo de puentes y en alcaldías como Xochimilco, Iztapalapa, Iztacalco, Azcapotzalco, Miguel Hidalgo, Álvaro Obregón, Gustavo A. Madero, prácticamente en todas las alcaldías con excepción de Milpa Alta.
De acuerdo con datos del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, entre el primero de diciembre de 2018 y el 30 de septiembre de 2024 se formaron 667 socavones, un promedio de 111 al año.
Pero de entonces a la fecha se han formado más y no hay un dato actualizado. Se pidió información al respecto a la Secretaría de Gestión de Riesgos y Protección Civil, pero no hubo respuesta.
¿Cómo se forman los socavones?
Los socavones se deben básicamente a la pérdida del suelo que está arriba de las tuberías, ya sea de agua potable o de drenaje. Con el problema de hundimiento que hay en la ciudad debido a la extracción de agua, es frecuente que se formen socavones en la zona lacustre. Así lo explica el ingeniero Walter Paniagua, vicepresidente de relaciones institucionales, internacionales y sociedades técnicas del Colegio de Ingenieros Civiles de México.
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Con el hundimiento, las uniones entre las tuberías se rompen y el agua empieza a correr en el suelo. Pero no sólo se desperdicia sino que, al moverse, el líquido arrastra material y eso va aflojando poco a poco la parte de abajo, que es una pequeña caverna.
El techo de esa caverna se adelgaza rápidamente al paso de los vehículos. Se pierde el techo de esa cavidad que se va formando con el tiempo y que es cuando viene el derrumbe. Pero también hay socavones en zonas donde no pasan vehículos.
El fenómeno se agudiza en temporada de lluvias porque es cuando más flujo de agua se presenta en las tuberías. Con las recientes e intensas precipitaciones, se observan más en diversos puntos de la ciudad.
El ingeniero Paniagua explica que la ciudad se hunde a diferentes velocidades respecto de otras. “Con el bombeo que estamos haciendo para la extracción de agua potable en toda la cuenca del Valle de México, tenemos hundimiento del suelo en estas zonas donde antes eran los lagos. Hablo de Texcoco, de México, de Xochimilco y el de Chalco. Pero no se hunde parejito, se hunde como le pega la gana y es ahí donde se rompen los tubos”, describe.
Socavones famosos
En ocasiones cuando no hay agua de por medio, las autoridades suelen tardar más en atender el reporte, como en Churubusco en el cruce con la calle Oriente 106, en la Gabriel Ramos Millán, en Iztacalco, donde a inicios de julio de este año se formó una cavidad en uno de los pilares de un puente peatonal, pero como no hay fuga de agua, los trabajos han tardado una semana en realizarse.
Ha habido socavones famosos, como el que se abrió el 24 de agosto de 2023 entre las calles de Monterrey y Chiapas, en la Roma, con una profundidad de cuatro metros de diámetro y 2 de profundidad.
Otro socavón es el que se formó el 16 de agosto de ese año es el de la calle Poniente 75-A, esquina Sur 136, en la colonia 16 de Septiembre, en la alcaldía Miguel Hidalgo.
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Uno más es el socavón de siete metros en la calle Camino Sur, en la colonia Campestre Aragón, en la Gustavo A. Madero, que se formó el 22 de julio de ese año, en plena temporada de lluvias.
Efectos secundarios
Los efectos de los socavones van desde la inestabilidad del suelo, la caída de vehículos, el desperdicio de agua potable cuando se rompe la tubería o el surgimiento de aguas negras. Estas dos últimas situaciones afectan a los vecinos. Otro efecto es la interrupción del tráfico ante las obras realizadas por trabajadores del gobierno capitalino para primero escarbar, encontrar la falla, extraer el tubo defectuoso y luego cambiarlo, actividad que puede llevarse horas o hasta días.
El ingeniero Paniagua dice que otro problema debajo de la superficie es el arrastre del material, ya que puede irse en cualquier dirección.
“El agua busca un camino, generalmente de menor esfuerzo y eso puede ocasionar socavones en otras partes, ya sea de la vialidad o de alguna casa”, alerta.
Hay varias técnicas para prevenir los socavones. Se pueden inspeccionar las tuberías con pequeños robots que se meten en las tuberías y se puede ver el estado de mantenimiento o físico de la tubería.
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Si se tienen filtraciones, se podrían poner una especie de mangas que se colocan por dentro, pero además hay otras técnicas.
“Desafortunadamente, y no soy funcionario de la Secretaría de Gestión Integral del Agua ni del gobierno de la ciudad, pero es probable que no haya presupuesto para este tipo de mantenimiento”, dice Paniagua.
gph