“Le dejé el coche por temor a que me lo rayaran”, confiesa Jorge Cruz, quien llevó a su padre a una consulta al Hospital General de La Raza y terminó pagando 80 pesos a un franelero que le exigió una cuota para poder estacionarse en la vía pública.
Era martes por la mañana. No había un solo espacio libre sin huacales, garrafones, botellas o botes llenos de cemento. Jorge no tuvo más opción que pagar.
“Uno viene con el estrés encima. No está para enfrentarse con esta gente”, dice. Su padre, un hombre mayor con problemas de movilidad, necesitaba llegar a tiempo a su cita con el especialista.
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Ni los operativos de la Subsecretaría de Tránsito ni la reciente iniciativa para reformar la Ley de Cultura Cívica, impulsada por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, han logrado frenar la presencia de franeleros en las inmediaciones del Centro Médico Nacional La Raza.
En calles como Seris, Tlaxcaltecas, Aztlán o Antonio Valeriano, los vieneviene siguen cobrando entre 20 y 100 pesos por “permitir” estacionarse en la vía pública. La amenaza no siempre es directa, pero está ahí: “si no pagas, te arriesgas”, dice resignado Jorge.
“Un día no les quise dar y cuando regresé, tenía una rayita en la puerta del coche. Desde entonces prefiero dar los 50 o 60 pesos”, cuenta Teresa, enfermera del hospital, con casi una década trabajando en la zona. “Hay días en que el franelero ya tiene tu lugar apartado. Te cobran como si fuera valet.”
Durante los recorridos realizados por La Silla Rota en la zona, se pudo detectar a una gran cantidad de franeleros que operan sin que nadie les diga que no pueden cobrar por ocupar un espacio en la calle. Algunos vestían chalecos reflejantes, siempre con mariconeras o cangureras y su característica franela.
Esta situación se repite en las inmediaciones de la mayoría de las zonas de hospitales de la CDMX como Lindavista, Tlalpan y Centro Médico. El modus operandi siempre es el mismo: “apartar” calles con botes y huacales y extorsionar a los automovilistas para dejarlos estacionarse.
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Todo esto, a pesar de los operativos que la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) ha realizado en dichas zonas. En enero de este año, la Subsecretaría de Tránsito encabezó el retiro de huacales, enseres y objetos que utilizan los franeleros para apartar espacios en las calles aledañas al Centro Médico La Raza. Sin embargo, los vieneviene regresaron “a los dos días”, afirman comerciantes de la zona.
¿Cuántos franeleros hay en la CDMX?
Según cifras oficiales, la Ciudad de México tiene registrados, hasta febrero de 2025, a 1,936 franeleros como trabajadores no asalariados, dato con el que cuenta la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo (STyFE).
No obstante, a pesar de los registros, la cifra real de franeleros activos es incierta. La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) reportó que entre septiembre de 2023 y enero de 2025, 6,631 personas fueron remitidas a juzgados cívicos por prácticas relacionadas con el uso indebido del espacio público, muchas vinculadas a esta actividad.
Cuauhtémoc, la alcaldía con más franeleros
Una gran parte de ese universo de franeleros se concentra en la alcaldía Cuauhtémoc, donde la calle es, literalmente, un territorio en disputa.
Según datos actualizados a junio de 2025 por la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo, 781 franeleros están registrados como trabajadores no asalariados en esta demarcación, lo que representa el 40% del total en toda la ciudad.
Y eso, solo en papel. En la práctica, el control de las calles lo ejercen sin credencial ni regulación. De día y de noche, en colonias como Tabacalera, Roma Norte, Doctores, Condesa o San Rafael, los franeleros imponen sus reglas: si no pagas, no te estacionas. Y si lo haces, te arriesgas a represalias.
Esto sucede incluso en colonias donde opera el programa de parquímetros.
La Silla Rota constató que en la colonia Cuauhtémoc, donde la empresa SERVIMET regula el estacionamiento en la vía pública, los franeleros se apropian de la calle después de las 20:00 horas, aprovechándose de turistas y locales que visitan los cines y restaurantes de la zona.
La autoridad de la alcaldía Cuauhtémoc ha desplegado en las últimas semanas una serie de operativos bajo el programa “Blindar Cuauhtémoc”. Solo entre el 9 y el 10 de junio, 34 franeleros fueron detenidos en diferentes puntos de la alcaldía, de acuerdo con los comunicados oficiales. Los arrestos ocurrieron principalmente en la Roma, Condesa, Tabacalera y la colonia Doctores, tras denuncias vecinales y recorridos de la Policía Auxiliar.
Todos terminan en el Juzgado Cívico. Sin embargo, la mayoría sale libre el mismo día.
“Se los llevan en la mañana y a las pocas horas ya están otra vez en el mismo lugar”, señala Salma Muñoz, líder vecinal de la colonia Tabacalera.
Una ley que aún no se siente en la calle
El 17 de junio, la jefa de Gobierno Clara Brugada presentó una iniciativa para reformar la Ley de Cultura Cívica con el objetivo de sancionar con más fuerza a quienes se apropian del espacio público para apartar lugares y exigir pagos a automovilistas.
“El espacio público es un derecho, no una mercancía ni debe ser un privilegio”, dijo la mandataria capitalina.
La propuesta busca imponer hasta 36 horas de arresto a quienes exijan dinero, intimiden o coaccionen a conductores para estacionarse en la vía pública. Ya no bastará con pagar una multa y salir. Si hay amenazas o agresiones, el caso podrá ser turnado a la Fiscalía por posibles delitos como extorsión, lesiones o robo.
La iniciativa también contempla decomisar objetos como botes, llantas o garrafones usados para bloquear espacios, además de lanzar una campaña de concientización con el lema “El espacio público es de todas y todos”.
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En su mensaje, Brugada también reconoció que detrás de esta actividad hay historias de exclusión laboral y pobreza. Por eso, junto a las sanciones, prometió programas de empleo, capacitación y emprendimiento a cargo de la Secretaría del Trabajo y la Secretaría de Desarrollo Económico.
“No se trata de excluir, sino de incluir”, dijo. La iniciativa ya está en manos del Congreso. Capitalino y ahora, a esperar.
kach
