Mariana y su esposo bajaron de su coche con prisa. Tenían una cita con el dentista en la colonia Tabacalera. Eran casi las 6 de la tarde y, por suerte, habían encontrado un lugar libre en la calle Tomas Alva Edison. Apenas bajaban del auto cuando una mujer se les acercó y les lanzó la advertencia disfrazada de cortesía: “Aquí no hay parquímetro, jefa, esta es su casa… nosotros cuidamos, aunque sea de diez pesitos”.
Mariana dudó. Le dijo que no traía cambio y que no tardarían mucho. Pero la mujer no lo tomó bien. La sonrisa forzada se borró de su cara y dando un paso hacia ellos soltó: “Tú sabrás”.
La pareja entendió la amenaza. No era una sugerencia, era una advertencia. Mariana intentó debatir, le respondió que la calle “es de todos”, pero no tenían mucho tiempo, tenían que ser puntuales. Cerraron su auto y caminaron al consultorio. La franelera se encogió de hombros, murmuró algo y se alejó junto a un hombre que, en ese momento, estaba “pidiendo colaboración” a otro conductor.
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Una hora después, al salir del consultorio, Mariana y Gerardo, su esposo, regresaron a su coche. A simple vista, todo parecía estar en orden. Pero al acercarse al frente del vehículo notaron que *la placa delantera ya no estaba*.
Se miraron entre ellos, incrédulos. Mariana sintió un nudo en el estómago. No fue necesario decir mucho, sabían lo que había pasado. “No le quise dar 10 pesos y me robaron mis placas”, señala Mariana, todavía con rabia. Buscaron con la mirada a la franelera, pero ya no estaba en la cuadra. Quien sí estaba era el otro franelero, quien seguía pidiendo dinero a todo automovilista que se estacionaba.
Gerardo se acercó a él y lo confrontó, mientras llamaba al 911. Le exigió una explicación por lo que había pasado con la placa y le advirtió que estaba reportado el robo a las autoridades. Sin embargo, el franelero se limitó a responder que él no tenía nada que ver con lo ocurrido.
”Tienen secuestradas las calles”
Lo que vivieron Mariana y su esposo es el pan de cada día para vecinos de la colonia Tabacalera. En las calles que rodean al Monumento a la Revolución, los viene-viene controlan los espacios como si fueran suyos, exigen “cooperaciones” a automovilistas, apartan lugares con cajas, cubetas y botes e incluso cobran a los propios residentes por permitirles estacionarse frente a su casa.
“Es bastante común que los franeleros de esta zona sean personas agresivas ya que están alcoholizados o drogados. Hay gente que sí les da dinero por miedo a que les hagan algo a sus autos”, señala Salma Muñoz, líder vecinal de la colonia Tabacalera, en entrevista con La Silla Rota.
De acuerdo con Muñoz, estos sujetos cobran entre 10 y 20 pesos por ocupar un espacio en vía pública; sin embargo, los fines de semana, la “cooperación” puede superar los 100 pesos. Las calles con mayor presencia de franeleros, dice, son Tomás Alva Edison, José María Iglesias, Ramos Arizpe y los alrededores de Plaza de la República.
Las represalias por negarse a pagar, asegura la activista, van desde rayones en la carrocería, llantas ponchadas, clavos ocultos, hasta el robo de espejos, faros, rines y placas. Los vecinos han denunciado esta situación durante años.
El problema, afirman, es que las autoridades hacen poco o nada. “Son muy omisas. La alcaldía hace operativos solo en donde se les facilita, pero no hay una acción drástica que enfrente esta situación. Y cuando llamamos a la policía, los oficiales muchas veces ni se bajan de la patrulla”.
”Son intocables”
Tras el robo de su placa, Gerardo llamó al 911 y a los pocos minutos arribó al lugar la patrulla MX-132-C1 de la Secretaría de Seguridad Ciudadana. El franelero seguía en la misma cuadra. Gerardo lo señaló como posible sospechoso, pero el oficial M. Romero U, en lugar de tomar la denuncia o interrogar al hombre, le preguntó a la pareja si ya le había marcado a su seguro.
Mariana y Gerardo insistieron que minutos antes habían sido intimidados por una mujer, quien ahora no estaba y que el franelero que permanecía en el lugar había presenciado todo y estaba con ella. No obstante, el policía se limitaba a “invitarlos” a levantar una denuncia en el Ministerio Público y a lanzar frases como “quien te va a robar, te roba cualquier cosa”.
Treinta minutos después, la franelera regresó. Mariana la reconoció de inmediato, era la misma que les había pedido “aunque sea diez pesitos” y los había amenazado. Mariana la confrontó y la señaló directamente; sin embargo, el oficial se negó en todo momento a llevarlos al Juez Cívico a pesar de que la pareja se lo pidió explícitamente, acusando a la mujer de amenazas y posible robo de su placa.
“¿Ustedes la vieron quitando su placa?”, repetía en todo momento el oficial M. Romero U.
Frustrados, la pareja decidió retirarse y levantar una denuncia virtual por el robo de su placa.
“Son intocables. Los policías de la SSC nunca han remitido a ningún franelero. A veces la policía auxiliar de la alcaldía Cuauhtémoc se los lleva, pero rara vez”, señala Salma Muñoz del Colectivo de Vecinos Col. Tabacalera.
Vecinos de colonia Tabacalera exigen parquímetros
Los vecinos de la colonia Tabacalera, cansados de esta situación, exigen a las autoridades de la alcaldía Cuauhtémoc y del Gobierno de la Ciudad de México que se instalen parquímetros en la zona. Aseguran que es la única medida que puede poner fin al control ilegal que ejercen los franeleros sobre las calles.
“Desde hace años hemos solicitado la instalación de parquímetros. Los franeleros no solo controlan los espacios públicos, también agreden a quienes se niegan a pagarles. Queremos que se regule el uso de la vía pública y que se acabe este abuso”, señala Salma Muñoz.
Salma recuerda que hubo un intento por colocar parquímetros en 2018, pero que nunca entraron en operación debido a protestas de vecinos que se oponían a los parquímetros por “desinformación”.
“Urge que tengamos parquímetros porque esto ya se está saliendo de control. De por sí llevamos muchos años con este problema, pero ahora se ha vuelto insostenible”, asegura. “Hay un grupo de vecinos que no ve las bondades del programa, piensan que ya no van a poder estacionar sus autos, pero eso no es cierto. Hay mucha desinformación sobre el tema”.
En enero de 2025, el Colectivo de Vecinos Originarios de la Colonia Tabacalera ingresó un escrito a Servicios Metropolitanos del Gobierno de la Ciudad de México (SERVIMET) para solicitar formalmente la activación del programa parquímetros en la colonia.
Sin embargo, les informaron que el contrato anterior con la empresa Ecopark, cancelado en 2018 por presión de un grupo de vecinos, aún está vigente, lo que impide la firma de un nuevo acuerdo por al menos dos años.
Parquimetros Tabacalera by La Silla Rota
¿Qué dice la ley?
De acuerdo con el artículo 27 la Ley de Cultura Cívica de la CDMX está prohibido “prestar algún servicio sin que le sea solicitado y coaccionar de cualquier manera a quien lo reciba para obtener un pago por el mismo”, como “cuidar” un automóvil o “apartar” lugares de estacionamiento.
Actualmente, esta práctica se sanciona con una multa por el equivalente de 1 a 10 veces la Unidad de Medida (UMA); es decir, entre 113 y mil 130 pesos.
Sin embargo, hace unos días, el vocero de la bancada de Morena en el Congreso CDMX, Paulo Emilio García dio a conocer una iniciativa para regular la actividad de los franeleros. El proyecto, dijo, busca que no sólo se les multe económicamente, sino con 36 horas de arresto “en el torito”.
“La iniciativa busca regular su actividad en la medida de lo posible e incrementar las sanciones cívicas sin llegar a lo penal. Se contempla que, en lugar de multas económicas, la persona que incurra en la falta será arrestada hasta por 36 horas y dicho arresto será inconmutable”, dijo.
djh
