BARRIO DE TEPITO

Tepiteños abren su barrio a través de tours comunitarios

Nacidos en este vecindario tradicional idearon recorridos para revitalizar una zona que estaba económicamente deprimida; los Tepitours son un vehículo para erradicar prejuicios sobre el barrio

Tepiteños abren su barrio a través de tours comunitariosCréditos: Raúl Estrella | LSR
Escrito en METRÓPOLI el

En Tepito nadie explica el barrio mejor que quienes lo caminan desde la infancia. Sus calles laberínticas cargan décadas de estigmas, pero aquí donde la música se mezcla con el ruido de los puestos y los silbidos de los cargadores, los vecinos han encontrado una forma de reivindicar su vecindario: ofrecer recorridos turísticos de la mano quienes nacieron aquí para mostrarlo desde adentro.

Gabriela Acevedo, quien impulsa esta iniciativa es hija y nieta de comerciantes. Creció entre el olor a comida recién hecha y la cadencia de la salsa que nunca falta en las bocinas. Durante años vio cómo el flujo de visitantes disminuía y los puestos comenzaban a vaciarse.

“Llegó un momento en que daba tristeza caminar y ver los locales apagados”, recuerda. Esa sensación, mezcla de nostalgia y alarma, la llevó a arrancar un proyecto que terminó convirtiéndose en uno tour para quienes quieren entender el verdadero Tepito.

Los recorridos no son rígidos ni siguen un guion. Hay de diversos precios, desde 799 pesos, dependiendo de lo que se quiera conocer en el barrio, dice Gaby mientras saluda a cada comerciante que se cruza en su camino. El tour avanza según el ritmo del barrio. Si Maracaná (el deportivo) está abierto, se cuenta la historia del boxeo local; si el puesto de garnachas está lleno, se espera. No hay una puesta en escena, sino vida cotidiana.

Raúl Estrella | LSR 

Mirada desde fuera

La mayoría de quienes toman los tours son extranjeros que llegan de Estados Unidos, Europa y Sudamérica. Todos escuchan la misma advertencia respeto, discreción y buena vibra. “La seguridad también es cuestión de actitud. Aquí no se viene a mirar por encima del hombro”, resume Gaby.

No obstante los mexicanos también han comenzado a tomarlo para cambiar su percepción de que se trata de un barrio bravo o peligroso.

Las historias se entrelazan mientras caminan. La iglesia de la Concepción, el arte urbano que algunos turistas fotografían con timidez, los recuerdos del antiguo comercio, los relojeros, los boxeadores y los vecinos que han visto crecer a generaciones completas. Las calles parecen abrirse un poco más cuando reconocen a Gaby. Las risas, los apodos y los saludos espontáneos crean una atmósfera que ningún visitante podría conseguir solo.

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Los tours también han tenido un efecto económico silencioso muchos puestos que habían perdido clientela comenzaron a ver de nuevo rostros nuevos. “No hacemos esto para volvernos famosos, sino para que el barrio respire”, dice uno de los comerciantes que suele recibir a los grupos.

Estos recorridos funcionan como una ventana no para romantizar el barrio, sino para mostrarlo con dignidad, desde la mirada de quienes lo habitan. Aquí la cultura no está en los museos, sino en las banquetas, en la música, en el comercio y en la memoria oral.

Gaby lo resume sin adornos mientras termina el recorrido, de regreso al bullicio del Eje “Ser tepiteño es un don de Dios… y también una responsabilidad. Por eso lo contamos nosotros.”

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Semillero de personajes

Tepito, ha sido cuna de verdaderos gladiadores del ring. Entre sus calles y vecindades surgieron boxeadores legendarios que llegaron a coronas mundiales. Uno de los más destacados es Carlos “Cañas” Zárate, quien nació en Tepito y fue campeón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en la categoría de peso gallo entre 1976 y 1979, con una racha impresionante de knockouts. Wikipedia

Otro icono es Rodolfo “El Monstruo de Tepito” Martínez, quien conquistó el título mundial de peso gallo y defendió su faja en múltiples ocasiones. Además es maestro de Gabriela.

El legado continúa en el presente: jóvenes como Valeria “La Flaquita” Pérez entrenan en el gimnasio Cloroformo bajo la misma tradición de resistencia y talento. 

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Además de sus campeones mundiales, Tepito es reconocido por su tradición teatral y artística. Desde los años setenta, el barrio impulsó expresiones escénicas propias, como el Teatro Denuncia, encabezado por el mítico grupo “Los Tepichines”, quienes retrataban en escena la vida cotidiana del barrio, la desigualdad y el orgullo tepiteño. Este movimiento teatral fue parte del auge del teatro independiente en México e incluso llevó funciones a otras ciudades del país.

Otro referente cultural es el Teatro de la Calle, impulsado por vecinos, colectivos culturales y promotores comunitarios. En vecindades —como la famosa vecindad de La Carbonería— se hicieron lecturas dramatizadas, recitales y pequeñas puestas en escena que documentaron el talento artístico del barrio.

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Tepito ha sido hogar de artistas, escritores y personajes públicos que han influido profundamente en la cultura mexicana. Armando Ramírez, escritor, periodista y cronista, autor de Chin Chin el Teporocho, nació y creció en Tepito y dedicó su obra a narrar su vida, humor y dolor.

La Sonora Santanera dio algunos de sus primeros pasos tocando en fiestas y vecindades de Tepito antes de consolidarse como una de las agrupaciones más emblemáticas de México.

Tepito es también reconocido por su cultura urbana: grafiteros, tatuadores, fotógrafos y colectivos comunitarios que transforman el espacio público. El mercado —epicentro económico y social— funciona como escenario de vida, improvisación y creación artística. De ahí han salido músicos, bailarines urbanos, diseñadores callejeros y cronistas que han plasmado su historia en libros, cortos y teatro.

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VGB